Tribuna de opinión

Carta abierta a Mauricio Macri

Por Enrique A. Escobar Cello

Señor presidente electo:

Ha sido una satisfacción ver como el pueblo de la Nación se decidía mayoritariamente por su candidatura.

Ya terminaron los festejos -cuando menos para Usted- y comenzaron los desvelos. El cúmulo de temas que llenarán su agenda abrumarían al más pintado, pero confío que Usted sabrá encararlo con serenidad y mesura. En la campaña y en el debate, vimos a un hombre sereno, seguro de sí y de sus proyectos y ése es el hombre que votamos.

Recuerdo que, una vez, al preguntarle cuál fue su primer reacción al enterarse que había sido electo presidente, Frondizi me contestó: “Me agarré la cabeza, se venían los días más difíciles de mi vida, y la responsabilidad más grande”. Presumo que algo por el estilo estará pasando por su magín en estas horas.

El sólo hecho de buscar consolidar la pacificación social de nuestra Nación, será una labor titánica que, como todas las que vengan, caerá sobre sus espaldas, y la decisión última siempre habrá de ser suya, en medio de esa soledad que rodea a todo capitán de una gran nave.

Confío en que encontrará las formas, señor presidente. En lo personal, voté al Macri constructor de puentes, no busqué ni elegí a un presidente vengador y revanchista.

Convencido de que gestionará positivamente, como lo hizo en la ciudad de Buenos Aires, descanso tranquilo en la convicción de que mi voto y el de la mayoría de los argentinos son una buena inversión de fe que Usted sabrá mantener a salvo.

No sólo su agenda será ardua, por el trabajo en sí, sino que, con minoría en los dos Congresos, la tarea de convencer, persuadir y negociar no será sencilla. Le pondrán palos en la rueda y deberá negociar por cada gramo de obra de gobierno que quiera realizar. Pero Usted lo logrará, tiene legitimidad, convicciones y un gran equipo de gobierno. Con más de la confianza (y paciencia indispensable) de quienes lo votamos.

Sin embargo, y a título de aporte, le adjunto algunas obras que se hicieron en el pasado, en menos de cuatro años -tres años y ocho meses de gestión, si no me equivoco-, lapso que tuvo lugar la gestión de don Arturo Frondizi que sufriera 34 golpes de Estado y docenas más de “planteos” de las FF.AA. de entonces.

Ese gobierno se encontró con la Argentina que describo en líneas generales:

* Los agentes de la función pública sumaban 1.012.053.

* La superficie cultivada se mantenía estacionaria desde 1940.

* La red vial no se incrementaba desde 1938.

* La producción nacional había descendido un 6% en la última década.

* Se importaba el 60% del petróleo que se consumía.

* El 80% de la energía eléctrica se generaba con petróleo, es decir (teniendo presente el punto anterior) que el 50% de la energía eléctrica que se consumía dependía de importaciones.

* Nuestra deuda externa era del orden de los 1.100 millones de dólares (de la época).

* Las reservas en el Banco Central que encontró Frondizi eran de 179.1 millones de dólares. Un bimestre de importaciones de insumos indispensables.

E hizo esto (y sólo estoy destacando las obras más influyentes en nuestra economía):

* En 1960, la producción por habitante aumentó en 2,4 y en 1961, el 3,9%.

* En tres años de administración, la producción de petróleo y gas aumentó el 150%.

* En 1961, las inversiones superaban en un 5% a las de 1948, que eran las más importantes de nuestra historia, hasta entonces.

* El consumo de acero por habitante en 1958 era de 94 kg. En 1961, de 115 kg.

* En el período 1958-1961, el consumo de cemento por habitante aumentó el 20%.

* En idéntico período al del punto anterior, la red de energía eléctrica aumentó el 17%.

* La red de caminos fue incrementada en 10.000 kilómetros.

* En 1958, se fabricaron 10.000 tractores; en 1961, 25 mil tractores y 100 mil automotores.

* Entre 1958 y 1961, se invirtieron 450 millones de dólares en diferentes sectores productivos de nuestra economía.

* El consumo de energía por habitante pasó de 475 kws a 527 kws.

* En 1961, los gastos públicos eran 10% inferiores a los de 1958.

* El sector público se redujo en 250 mil agentes que fueron absorbidos por la actividad privada.

* En 1959, el índice inflacionario llegó al 118%; ese mismo año la inflación fue vencida: el promedio mensual en el primer trimestre fue 11,6%; en el segundo, 9%; en el tercero, 2,9%; y en el cuarto, 1,9%. (Para más detallada información, ver “Frondizi. Una historia de política y soledad”, de Nelly Casas)

Uno de los últimos y más sonoros éxitos de su gestión al frente del gobierno fue la construcción del llamado Metrobus, con lo que facilitó comodidad y prontitud al transporte urbano de pasajeros.

A partir del 10 de diciembre entrante, su desafío será un Metrobus hacia la paz social, la democracia real, el desarrollo económico y la prosperidad general, con seguridad, salarios dignos y acordes, educación apropiada y salud pública... ¡Y, como consecuencia, esa pobreza cero que todos esperamos!

Nuestra tarea, la de los ciudadanos “de a pie”, será observar su trayectoria por el poder, admitir lo que esté bien hecho y criticar severamente lo que no nos guste.

¡Suerte señor presidente! Se la deseo con toda sinceridad, porque la suerte de su gestión será la suerte de todos los argentinos.