Congreso de la Nación
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Conflictiva última sesión en Diputados
DyN
El kirchnerismo y la oposición se cruzaron ayer en una conflictiva sesión especial en la Cámara de Diputados, en la que se aprobó una batería de proyectos a instancias del oficialismo, pero marcó la ausencia de los legisladores de Cambiemos. Los bloques que integran dicha alianza, junto al Frente Renovador, el socialismo y el GEN, renunciaron a la posibilidad de participar del debate. Por eso, el oficialismo, que contó con la colaboración de algunos bloques minoritarios tuvo que hacer un gran esfuerzo para conseguir quórum y arrancar la sesión, en la que se dio media sanción a la ley que crea Yacimientos Carboníferos Fiscales.
El Frente para la Victoria tuvo que recurrir no sólo a sus habituales aliados, sino también a 3 diputados del Frente de Izquierda, 3 de Unidad Popular, Alcira Argumedo (Proyecto Sur) y Victoria Donda (Libres del Sur). Se notó la ausencia en el primer turno del ultra K Carlos Kunkel como también de los representantes por La Rioja y de Omar Perotti.
Pese a esas bajas, la bancada oficial pudo contar con 130 diputados, uno más que el quórum exigido, mientras los bloques que integran Cambiemos, el Frente Renovador, GEN y el socialismo, en otro sector de la Cámara, anunciaban su decisión de no ingresar al recinto. Idéntica medida adoptaron los representantes del peronismo disidente de San Luis. Federico Pinedo justificó la decisión de Cambiemos, de no participar al expresar que “no queremos ser partícipes de la degradación del Congreso argentino” y prometió que en el próximo período “vamos a tener sesiones normales”.
“Hay quórum”
La sesión tenía que ser retomada a las 16, tras el cuarto intermedio pedido por el FpV, pero recién se reinició a las 18.25, cuando Julián Domínguez gritó “hay quórum”, luego de horas de desesperación por alcanzar los 129, y después de que Di Tullio amenazara con “esperar hasta que haya quórum” sin importar la hora. En tanto, en los palcos, trabajadores telefónicos, que esperaban la sanción de un proyecto que los habilitaría a percibir ganancias de las empresas del sector, y del Hotel Bauen comenzaron a reclamar por la presencia de los diputados ausentes.
Durante la espera, Myriam Bregman (FIT) advirtió que seguirían denunciando el accionar del kirchnerismo, pero justificó su presencia “porque estuvimos cada vez que quisieron desalojar a los trabajadores del Bauen y junto a los telefónicos”. Victoria Donda usó el mismo argumento: “Estoy acá, no porque estoy de acuerdo con lo que estuvieron haciendo, sino porque el Bauen es de los laburantes y al que no le gusta que se joda”. En un encendido discurso, Claudio Lozano (Unidad Popular) indicó que “no hay ninguna transición que pueda verse afectada” por lo que ocurrió en Diputados, y apuntó contra los legisladores ausentes, al señalar que “no tiene que haber lugar a la hipocresía: no quieren expropiar el Bauen porque no quieren la democracia de los trabajadores”.
Carlos Heller, aliado del FpV, también se despachó contra la oposición al afirmar que “una vez más está tratando de construir una falacia con argumentos que son falsos y que por repetirlos e instalarlos termina pareciendo verdad”.
Fue en ese tramo de la sesión que apareció el tucumano Benjamín Bromberg, primo del ex gobernador José Alperovich, para alcanzar el quórum y aprobar el paquete de leyes que el kirchnerismo llevó al recinto. Tras el cierre, el jefe del radicalismo, Mario Negri, declaró que “el kirchnerismo termina de la misma manera que empezó el año parlamentario”, e ironizó que “no se notificaron que perdieron la elección”.