REMAKE DE “EL SECRETO DE SUS OJOS”

Una mirada diferente

• La película de Juan José Campanella ganadora del Oscar en 2010 tiene su versión norteamericana, que llegará a los cines nacionales este jueves. Actúan Julia Roberts, Nicole Kidman y Chiwetel Ejiofor.

Juan Ignacio Novak

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Estrenada a mediados de agosto de 2009, “El secreto de sus ojos” marcó un hito en la cinematografía argentina por varios motivos. El principal resulta obvio: fue la segunda película argentina que ganó el Oscar a la Mejor Película Extranjera, desde “La historia oficial”, un cuarto de siglo antes. Pero resultó además una de las películas de mayor éxito en las salas argentinas, con más de 2.5 millones de espectadores y la consagración definitiva de todos los que estuvieron vinculados a ella, tanto del director Juan José Campanella como del autor de la novela en la que se inspiró, Eduardo Sacheri, y de los protagonistas Ricardo Darín, Soledad Villamil y Guillermo Francella.

El gran impacto entre el público y la cantidad de galardones que recibió (además del Oscar alzó el Goya en España, el Ariel, en México, y el Clarín, Sur y Cóndor de Plata en Argentina) no pasaron desapercibidos en Hollywood donde, rápidos de reflejos, compraron los derechos para realizar una nueva versión. Tras varias idas y vueltas, ya que se consideró la posibilidad de que Campanella la dirigiera y se sopesó a Gwyneth Paltrow como una de las actrices, el próximo jueves llegará a los cines de Argentina “Secretos de una obsesión”, la remake norteamericana del filme nacional.

En esta versión —según comenta el sitio especializado cinesargentinos.com.ar-, “un equipo de investigadores junto a la fiscal del distrito, se ven repentinamente destrozados cuando descubren que la hija adolescente de uno de ellos ha sido brutal e inexplicablemente asesinada. Trece años más tarde, descubren una pista que podría ayudarlos a resolver el caso y darle el cierre que tanto ansían. Pero nadie está preparado para el atroz e impactante secreto que saldrá a la luz”.

Al elenco seleccionado le sobra jerarquía: Nicole Kidman, Chiwetel Ejiofor y Julia Roberts, bajo la dirección de Billy Ray, quien dirigió antes “El espía” (Breach, 2007), con Chris Cooper, Ryan Phillippe y Laura Linney y “El precio de la verdad” (Shattered Glass, 2003), con Hayden Christensen, Peter Sarsgaard y Chloë Sevigny.

Otros casos

Además de “El secreto de sus ojos”, existen otras películas argentinas estrenadas en la última década que, por su éxito y renombre, resultaron tentadoras para productores de otros países. “Elsa & Fred” (2004) de Marcos Carnevale, con China Zorrilla y Manuel Alexandre, tuvo por ejemplo una interesante versión norteamericana con dos intérpretes de lujo como Shirley McLaine y Christopher Plummer, bajo la experta conducción de Michael Radford.

La gloriosa (en todos los sentidos) “Nueve reinas” (2000), de Fabián Bielinsky, con Ricardo Darín y Gastón Pauls, resultó a su vez adaptada a la idiosincrasia norteamericana en “Criminal”. Fue fallida: es que la película de Bielisnky tiene tanto que ver con el ADN de los argentinos y con el contexto en que se desarrolla, que su versión hollywoodense, aunque contó con actores sólidos como John C. Reilly, Diego Luna y Maggie Gyllenhaal se quedó en la mera intriga, falsa y hueca.

Respecto a las remakes, el caso de Juan Taratuto es muy particular: sus películas “No sos vos, soy yo” (2004) y “Un novio para mi mujer” (2008) tuvieron sus adaptaciones en México, la primera, y en Italia y ¡Corea del Sur!, la segunda. Cosas del cine argentino for export.

La película argentina de 2009 resultó un éxito de crítica y público.

Foto: 100 Bares / Tornasol Films / Haddock Films / Telefe

Fregonese y las estrellas

• Pese a que hay ejemplos como el propio Campanella, que en 1997 rodó “Ni el tiro del final” con Denis Leary, Terence Stamp y Aitana Sánchez-Gijón; Alejandro Agresti, quien dirigió en 2006 a Keanu Reeves y a Sandra Bullock en “La casa del lago”; Luis Puenzo, que tras obtener el Oscar con “La historia oficial” dirigió a Gregory Peck y a Jane Fonda en “Gringo viejo” (1989) y Damián Szifrón, quien dirigirá a Mark Whalberg en “El hombre nuclear”, el director argentino que llegó más alto en el firmamento hollywoodense fue Hugo Fregonese (1908 - 1987). Creador de “Donde mueren las palabras” (1946) y “Apenas un delincuente” (1949), obras cumbres del cine argentino, Fregonese emigró a Estados Unidos donde se codeó con los grandes actores de la época y dirigió varias películas, en especial policiales y westerns.

Uno de sus primeros trabajos allí fue “Al cruzar la calle” (One Way Street, 1950), con James Mason, sobre un psiquiatra que huye con dinero de la mafia. Siguió “Untamed Frontier” (1952), western de clase B con Joseph Cotten y Shelley Winters; “El hombre del ático” (Man in the Attic, 1953), thriller sobre Jack el Destripador protagonizado por otro Jack, en este caso Palance y “Viento salvaje” (Blowing Wild, 1953) western con Gary Cooper, Barbara Stanwyck, Ruth Roman y Anthony Quinn. Cooper estaba en la cumbre, tras haber actuado en “A la hora señalada” (High Noon, 1952).

Luego rodó “The Raid” (1954), con Van Heflin, Anne Bancroft y Lee Marvin, western ambientado en la Guerra de Secesión y “Black Tuesday” (1954), ejercicio de cine negro sobre la fuga de dos condenados a muerte, con Edward G. Robinson. Es cierto que el nombre de Fregonese aparecía bien abajo en los afiches, pero esto no opaca su notorio desempeño en la meca del cine, en tiempos de estrellas inaccesibles y productores todopoderosos.