La historia de Jorge Broun, arquero y referente de Colón...

De un soplo al arco

  • Se enamoró del puesto por un pequeño problemita de chico en el corazón. Captó enseguida la mística sabalera: “Parece que si no se sufre un poco, no vale”. Se quiere quedar.

De un soplo al arco

Cafecito con Fatura. El arquero sabalero, puntal de las dos últimas campañas, querido y respetado por la gente, en una visita que hizo recientemente a Café con Fútbol.

Foto: Manuel Fabatía

 

Brian Borra

Florencia Ruiz

Luciano Aguilera

Jorge Broun completó su año y medio de contrato y es uno de los refuerzos pedidos con carácter de prioridad por parte de Darío Franco. El técnico lo quiere y ya hubo contactos para su renovación. Aquí un repaso de su carrera, de lo vivido en Colón y de lo que pretende para su futuro.

* Su infancia: “Soy de Rosario, del barrio Grandioli, tranquilo un fonavi, mucha gente y amigos que conservo. Mi papá Néstor y mi mamá Rosa siguen viviendo en la misma casa que me crié. Tengo una hermana más grande que se llama Anabella. Mi papá es de Rosario, mi mamá de Victoria, Entre Ríos. Se conocieron en los corsos de Victoria y ahí me papá se la trajo a Rosario. Teníamos una batucada con los chicos y salíamos a tocar, era un trabajo dentro de todo porque teníamos garantizados shows con un salón de Villa Gobernador Gálvez, que es una ciudad pegada, de donde es el Pocho Lavezzi.

* Su esposa e hijos: “Con Gisel la remé bastante. Hice de todo por ella. Se iba a la escuela y yo me iba a entrenar, nos tomábamos el mismo colectivo y a veces yo iba hasta abajo de la casa de ella, que me quedaba más o menos cerca y la esperaba. A veces dejaba pasar un colectivo para tomarme el mismo y de ahí teníamos veinte minutos, media hora en el cole, 7 de la mañana, dormidos los dos, pero aunque sea hablábamos. Tuvimos a Santino y a Catalino. Fue lo mejor que nos pudo haber pasado en la vida. El grupo familiar que armamos es el motor que uno le genera hacer cosas para el bienestar de ellos, levantarme temprano, entrenar fuerte, tirarme, correr, todo es un sacrificio que tal vez la gente no lo sabe o piensa que es todo lindo, pero uno también hace sacrificios, tal vez comparado con otros se puede decir que es poco, porque uno hace lo que le gusta y es verdad, hago lo que más me gusta, pero igualmente el sacrificio está”.

* Sus comienzos y un sustito: “Arranqué desde los 4 años de edad, mi papá no estaba en la ciudad porque viajaba y mi mamá me llevó, un poco a escondidas, a un club de barrio, porque justo tenía mi vecino que jugaba. Mi papá se enojó porque es medio miedoso, entrenábamos de noche, la pelota era pesada. Se fue enganchando de a poco el viejo y fue uno de los que más me siguió. Tenía un pequeño soplo, normal de la edad por lo que dijeron los doctores, y mi mamá, a los 6 meses que había arrancado a entrenar, habló con el entrenador, le comentó la situación y le preguntó si podía ir al arco. Me enamoré de ese puesto”.

* Su llegada a Colón: “Tenía una posibilidad de ir a San Lorenzo y podía quedarme en Chile, pero tenía ganas de jugar, se empezó a dilatar por el tema del Mundial y de un día para el otro apareció Colon. A mi me dijeron un lunes que había una posibilidad en Colón porque Montoya no arreglaba, los dirigentes me dijeron que si él no arreglaba, yo era la primer opción. Y vine”.

* El club que encontró: “Me gustó muchísimo lo que era Colón, sabía del momento que estaba pasando, las posibilidades que teníamos de ascender, las ganas de volver a jugar en Primera, cerca de mi familia, así que no lo dudé, todo lo contrario, me entusiasmé muchísimo y enseguida me puse a disposición en ese momento de Diego Osella. Lo que se vive acá es similar a lo que es Rosario, la gente enseguida dándote aliento más allá de que el club estaba descendido. Creo que hicimos un buen torneo porque ascendimos. La mística del club es así, que si no se sufre, parece que no vale. Siempre tuve la suerte de estar del lado del más popular, del más grande, en Rosario con Central y acá con Colón”.

* Diego Osella: “Fue el que armó el equipo, ya venía con una base de los 6 meses anteriores y le había ido muy bien y mas allá que se desarmó un poco por algunos jugadores que se fueron, los chicos que llegamos nos adaptamos rápido a lo que él quería y se hizo un torneo muy bueno, después obvio que hubo baches en ese torneo y tal vez una decisión apresurada de él de irse. Sólo por eso no estuvo en el banco el día del ascenso, pero fue un partícipe clave.”.

* Los clásicos: “Por lo que pasó con Diego Barisone, la ciudad se calmó, se unió un poco más en ese sentido. Obvio, la gente de Unión era entendible que iba a hacer todo lo que hizo, pero el partido con Independiente fue un lindo gesto por parte de la gente de Colón, de la pintada en la cancha, los carteles de apoyo a la familia, creo que todo eso calmó a los clásicos”.

* El partido con Boca Unidos: “Es el momento que más me marcó en mi carrera. La lluvia, la lluvia es algo que a mí me marca siempre, en momentos importantes siempre estuvo presente la lluvia, sea en el ascenso, sea en mi casamiento, hasta el día que compré mi primer auto. Viví el partido contra Boca Unidos con mucho nerviosismo, se te cruzan mil cosas por la cabeza, desde festejar, de ganar tranquilo, de perder, de ser figura, de ser el peor de la cancha. La gente había acompañado mucho en Pergamino y estaba media molesta, pero bueno se tenía que dar así, en el último partido, terminando el primer tiempo estando fuera de todo y terminamos saliendo primeros en la zona”.

* La campaña de este año: “Si querés le pongo un titulo: ‘No es cómo arranca, sino cómo termina’. Fue un año difícil, ya en la primera fecha cambiamos de DT, fue todo muy complicado, los resultados no acompañaron mucho, por rendimiento merecimos terminar más arriba en la tabla. Nosotros siempre tuvimos buenas expectativas porque sabíamos que había calidad y experiencia. Nuestro objetivo siempre fue pelear por entrar a la Copa, después se modificó por el tema de los resultados y teníamos que salvarnos del descenso, teníamos que mantener lo que habíamos conseguido hacia unos meses atrás. Veníamos levantando y pudimos retomar el objetivo, empezamos a mostrar avances antes del partido con Arsenal, y en los clásicos merecimos mucho más, después ganamos en confianza y pudimos sacar una buena diferencia en los promedios y sabíamos que si ganábamos no dependíamos de nadie. A veces se disfruta un poco más si sufrís. Hoy la gente nos agradece todo ese esfuerzo y yo le estoy agradecido a Colón, desde mis compañeros, los utileros y el cuerpo técnico, y obviamente a la gente, que siempre estuvo partido a partido poniéndole el pecho para que podamos sacar esto adelante”.

* Su continuidad en Colón: “Siempre intento devolverles, a los que me quieren, todo lo que me dan. Es cuestión de arreglar, me llamaron candidatos para hablar conmigo y yo le pasé el numero de la gente que me maneja, después de las elecciones habrá novedades. Yo tengo ganas de quedarme en Colon, pero como dije antes no depende solamente de mí, pero las ganas están. Sueño con ser campeón, me gustaría que sea en Colón”.