Informe del Ieral sobre el manejo centralizado de recursos federales

Santa Fe: la más perjudicada

La provincia recibió de 2003 a 2014 casi $ 22 mil millones menos de lo que le hubieran correspondido si se aplicaban para el reparto sólo los criterios de la coparticipación. Eso sin contar los $ 18 mil más actualizaciones por descuento ilegal de su cuota, desde la Casa Rosada.

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De la redacción de El Litoral

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De 2003 a 2014, Santa Fe recibió por transferencias corrientes y de capital $ 21.904 millones de pesos menos de los que le hubieran correspondido si, en lugar de repartir discrecionalmente gran parte de los recursos federales, los gobiernos de Néstor y de Cristina Kirchner hubieran repartido los fondos con los índices de coparticipación federal.

En términos de distritos federales, Santa Fe fue de esta manera la provincia más perjudicada por la discrecionalidad del gobierno central en el manejo de fondos. La administración kirchnerista se quedó con 7 a 7,5 pesos por cada 10 de recaudación y buena parte de ello lo redistribuyó a su antojo y a despecho de la ley -es decir ilegalmente- tal como lo confimó el reciente fallo de la Corte

El máximo tribunal reconoció sólo a Santa Fe que el descuento del 15 % de la coparticipación desde 2006 es ilegal; la Casa Rosada debe devolverle a los santafesinos unos $ 18 mil millones más actualizaciones sólo por ese concepto.

Pero además, sobre lo que disponía por recaudación, la Casa Rosada hacía un reparto “discrecional” o “a sola firma” gracias a los poderes especiales de la recurrente ley de “emergencia” que contrasta con la “década ganada”. El antojo político disfrazado de equidad en el relato puede cuantificarse en un reciente informe del Ieral (Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana - Fundación Mediterránea) que firman Marcelo Capello, Vanessa Toselli y Benjamín Castiglione.

“Para cada provincia -dicen los autores- se analizan el monto de transferencias recibidas, y se compara con el monto que hubiesen recibido las provincias si esos recursos se hubieses repartido según los índices de coparticipación federal de impuestos”.

“Del análisis de las transferencias de capital (netas de FFS) en el período 2003-2014, puede observarse, por ejemplo, que Santa Cruz recibió casi $70.000 por habitante con este fin, mientras que a provincias como San Luis llegaron $276 per cápita. Santa Fe y Córdoba recibieron ambas en torno a los $2.000 por habitante”.

Explican que “provincias como Santa Fe y Córdoba fueron perjudicadas ya que de haber respetado el reparto no discrecional hubiesen recibido alrededor de $4.000 por habitante adicionales en ese período, respecto a lo que efectivamente recibieron”.

En cuanto al supuesto de la redistribución de recursos para la equidad social que argumentaba la Casa Rosada, el informe revela: “resulta curioso, además, que jurisdicciones como Catamarca, Corrientes o Salta hayan recibido menos recursos en el reparto discrecional que en una vía alternativa automática, dado que se trata de provincias relativamente rezagadas en su desarrollo económico y social”.

Transferencias de capital

El informe revela que si se toman en cuenta las transferencias de capital (básicamente obras) Santa Fe recibió unos $ 6 mil millones -siempre en el período 2003 a 2014- cuando hubiese podido percibir 20,8 mil millones si los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner hubiesen aplicado coeficientes de coparticipación. Santa Cruz, en cambio, recibió 21,6 mil millones cuando le hubiesen correspondido 3,7 mil millones.

Si bien Buenos Aires y Entre Ríos también fueron “perjudicadas”, los entrerrianos recibieron en el mismo período analizado $ 4 mil millones más que los santafesinos, y los bonaerenses totalizaron $ 32,4 mil millones, casi 5 veces más que lo que la Casa Rosada asignó a los santafesinos.

Si se toma un criterio más “social” que “territorial” y se contabilizan las transferencias de capital per cápita de 2003 a 2014, las cuentas siguen ofreciendo las mismas conclusiones; el gobierno central redistribuyó $ 1.806 pesos por cada santafesino contra $ 69 mil por cada santacruceño. Para un vecino entrerriano el equivalente fue de $ 8 mil y para un bonaerense de $ 1.966.

Transferencias corrientes

En cuanto al reparto de transferencias corrientes, que incluyen asistencias financieras varias y envíos para Cajas de jubilaciones de provincias que no fueron transferidas a la Nación, el Ieral también concluyó en “fuertes diferencias en cuanto al beneficio neto que la discrecionalidad en el envío de fondos ocasionó en las diferentes provincias”.

Cabe recordar que Santa Fe no transfirió su caja pero tampoco recibió compensaciones más allá de 2006, cosa que sí sucedió (aunque parcialmente) con Córdoba.

El estudio comparó transferencias corrientes efectivas con la hipótesis del mismo reparto pero mediante coeficiente de coparticipación. En este caso muy pocas provincias obtuvieron un “saldo fiscal positivo”, siendo estas: Santa Cruz ($31.556 por habitante), La Rioja ($21.670 por habitante), Jujuy ($12.491 por habitante), Misiones ($4.699 por habitante), Buenos Aires ($3.493 por habitante) y Córdoba ($1.122 por habitante).

Santa Fe quedó una vez más con saldo negativo ($ -2.145,9) y las más perjudicadas fueron Tierra del Fuego (- 25.017,4), Catamarca (-23.298,1), Formosa (-16.670,6), San Juan (-13.910,7) y San Luis (-13.897.2)

Aquel relato de la soja

El “yuyo maldito” fue un argumento populista de la “década ganada” (pasada). Pero la Casa Rosada se cuidó bien de imponer a la cadena de valor de la soja su participación creciente en la renta de la soja.

El informe del Ieral no incluye las transferencias del Fondo Federal Solidario que coparticipa el 30 % de lo que la Nación obtiene por retenciones a la exportación de soja. Usa para el reparto los índices de coparticipación.

Un informe de abril de 2015 elaborado por el Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe reveló que desde las campañas 2008/09 a la del 2013/14, Santa Fe aportó por ese concepto unos 44,3 mil millones de pesos por retenciones a la oleaginosa. Y recibió por el FFS de 2009 a 2015 4,4 mil millones, es decir una décima parte de lo que aportó.

Para el kirchnerismo era una forma de “reducir desigualdades regionales”. Pero de hecho en el análisis del comportamiento discrecional del gobierno central queda claro que ese fue un dato más de la distribución discrecional de los fondos, que en el caso de Santa Fe debilitó significativamente su beneficio a pesar del gran aporte a la renta nacional, y debilitó su posición relativa por otros fuertes indicadores.

Por ejemplo en materia fiscal el gobierno nacional -retenciones mediante y con un dólar muy bajo para la agricultura- se quedó con buena parte de la renta de la soja e impidió cobros de impuestos provinciales sobre los grandes actores de la cadena exportadora que están radicados en Santa Fe. Eso mientras se relegó el esquema fiscal de la provincia sobre el mismo sector.

Los especialistas fiscales llaman a ese escenario “cooptación del espacio fiscal”.