Entrevista con Guillermo Lanfranco, vocero de la prestataria

Assa: con inversiones pendientes, el servicio se sostiene pese a la crecida

El año pasado se presentó un proyecto ejecutivo de ampliación de la planta de la empresa —dentro de Plan Director para la ciudad—, que aún está “en carpeta”. La toma del Riacho fue limpiada por buzos y funciona “casi al 100 %”. Buscan solucionar los problemas de presión baja.

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La buena. El trabajo de los buzos contratados por Assa sirvió para limpiar la toma de agua cruda del Riacho y mejorar el nivel de captación.

Foto: Gentileza Assa

 

Luciano Andreychuk

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Twitter: @landreychuk

En junio del año pasado, Aguas Santafesinas S.A. presentó un documento del Plan Director del servicio de agua potable en la ciudad, que abarcaba ampliaciones de la planta y mejoras en todo el sistema. Es una megaobra proyectada a 25 años sobre la base del crecimiento urbano. En su elaboración trabajaron expertos y equipos técnicos de Obras Públicas y Planeamiento Urbano de la Municipalidad local.

Con la crecida del Paraná el servicio de agua se vio resentido. Los problemas: reducción de la captación de la toma del Riacho Santa Fe y baja presión en el noroeste. Y ahora, esa inversión “en carpeta” vuelve a ponerse en agenda. ¿Cuán necesaria es? En diálogo con El Litoral, el gerente de Relaciones Institucionales de Assa respondió a estos temas.

—¿Se necesitan más inversiones para repotenciar el bombeo y mejorar la prestación del servicio?

—El proyecto de inversión que se anunció el año pasado está acordado con Provincia y Municipio en función del Plan Director de agua potable de la ciudad. Eso está en etapa de proyecto ejecutivo. Es el primer paso antes de licitar la obra. La ampliación de la planta implicaría acueductos hacia el norte de la ciudad. Hablamos de cientos de millones de pesos. Será la obra más importante en la historia de la empresa.

—Pero este proyecto de inversión, ¿debió haberse hecho antes de que llegara la emergencia hídrica?

—Se hicieron inversiones desde 2006. Lo que pasa es que ahora hay que encarar una inversión de fondo para ampliar la producción de agua y la distribución. Haría falta (esta inversión), pero es lo que se va a hacer una vez terminado el proyecto ejecutivo. Lo ideal sería apurar el proyecto ejecutivo, porque hay que producir más agua y acompañar el Plan Director de la ciudad proyectándonos hasta 2040.

Toma del Riacho

—¿Se limpió la toma del riacho Santa Fe? La intervención de buzos tácticos para desprender embancamientos de camalotes, ¿mejoró la captación de agua cruda?

—Primero los buzos evaluaron la situación de la bombas y de la toma. Debajo de las bombas hay un sistema de canastos que retienen cualquier elemento de obstrucción. Detectaron que ahí había elementos de la vegetación acuática. El “chupón” de la toma está a ocho metros de profundidad. Hicieron una limpieza manual, con la dificultad de llegar a esa profundidad, con correntadas muy veloces y una gran cantidad de camalotes.

Lograron rehabilitar el trabajo de las bombas casi al 100 %. Así, el porcentaje de captación de agua cruda ha mejorado significativamente: funciona casi al 100 %. (El Litoral había anticipado días atrás que el nivel de captación se había reducido por la presencia de camalotes entre un 10 y 15 %.)

Presión Baja

—¿Por qué en los barrios del noroeste de la ciudad hay baja presión de agua?

—Assa tiene una red única y abierta, no sectorizada. Al irnos cada vez más lejos de la estación de la planta, en ese recorrido se van teniendo consumos (acueductos, cañerías maestras y distribuidoras a cada domicilio). Cuanto más lejos se está, el agua llega con menos caudal. De la planta a los barrios donde hubo baja presión hay ocho kilómetros de distancia (hacia el sur, 3 kilómetros).

Esa diferencia de distancia hace que se pierda carga de caudal en el trayecto. De todos modos y pese a la emergencia hídrica, nunca se suspendió el servicio.

Líquidos cloacales

—¿La crecida generó problemas en el tratamiento de líquidos cloacales? ¿Pudo verse afectada la calidad del agua captada?

—La estación elevadora está en cercanías del Club Regatas. Ahí se toma el líquido cloacal que viene por la cloaca máxima de bulevar, lo bombea y por una cañería va, por impulsión, hasta el río Colastiné. Los líquidos cloacales tratados se derivan en el Colastiné. Van aguas abajo de la toma, varios kilómetros alejados de ésta. No afecta en nada la calidad del agua

—Frente al Yatch Club hay una válvula que está despidiendo a borbotones materia cloacal sobre el terreno cercano ¿A qué se debe este problema?

—Se trata de una válvula de ventilación. Ahí se está previendo hacer una columna para que esa ventilación sea más elevada y así solucionar ese inconveniente. Esto también es consecuencia del nivel alto del río.

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La mala. Frente al Yatch Club, una válvula de ventilación despide a borbotones efluentes cloacales. Aseguran que se solucionará ese problema.

Foto: Flavio Raina

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" Pese a la emergencia hídrica agua hay, y si bien hay zonas con baja presión y un déficit respecto de las expectativas de los usuarios, la prestación del servicio de agua no se interrumpió”.

Guillermo Lanfranco

Gerente Relaciones Institucionales (Assa)