Departamento 9 de Julio

Durante 2015, en Tostado llovieron 1.193 milímetros

Tomando como base estadística el año pasado, en las localidades del departamento 9 de Julio precipitó por sobre la media requerida, para un clima subtropical con estación seca.

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El anegamiento de la Ruta Interprovincial 35, en el acceso a El Nochero. Una imagen similar es la que ocurre también en Santa Margarita. Foto: Eloy Rodríguez

 

Eloy Rodríguez

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En el departamento 9 de Julio, van dos años consecutivos con precipitaciones superiores a los 1.000 mm. En Tostado, cayeron 1.160 mm, en 2014, y 1.193 mm, en 2015, que dejan atrás los 532 mm acumulados en el año 2013. Estos números indican que, de repetirse estos registros en años venideros, se estaría comenzando a transitar un ciclo húmedo, tras casi 11 años de sequía, ya que la media normal, para el clima de la región, es de 850 mm anuales.

Diciembre pasado fue un mes muy lluvioso, a lo que habrá que sumar las precipitaciones de enero a marzo de este año, por lo general con registros superiores a los 180 mm mensuales.

Como datos salientes del año 2015, se presentan la “rareza” de las lluvias de agosto, históricamente un mes sin precipitaciones, que fueron de 120 mm y las excesivas lluvias registradas en el este departamental, Ruta Nacional 98, donde, por ejemplo, en el paraje El Triángulo el registro de diciembre superó los 300 mm, alcanzando una marca anual superior a los 1.000 mm.

Si bien es cierto que un balance hídrico exige que los meses de diciembre y marzo sean los apropiados para las lluvias, incluso con humedad superior a la necesidad del perfil del suelo, hay que tener en cuenta las intensas precipitaciones que, conforme a las estadísticas, suceden desde enero a marzo de cada año (654 mm en Tostado en 2015), aunque las mismas estén expuestas a la evapo-transpiración, las elevadas temperaturas y la vigencia de días más largos.

Ahora bien, el departamento 9 de Julio tiene tres características climatológicas fundamentales: 1) sus 11 localidades están expuestas al riesgo hídrico; 2) el problema es la sequía y no la inundación y 3) el lento escurrimiento, en esta planicie perfecta, es de 21 cm cada 1.000 metros.

En cuanto a la temperatura y la presión, se pronostica mucho calor, donde la evaporación se puede condensar, colisionar con un frente frío y evitar que la atmósfera traslade el vapor, originando precipitaciones focalizadas.

Santa Margarita y Gregoria Pérez de Denis

La mayoría de los caminos en las zonas rurales de Santa Margarita y Gregoria Pérez de Denis se encuentra anegada; los canales de escurrimiento están colapsados, y el drenaje es muy lento. Como es sabido, por pendiente natural, el agua, proveniente de las vecinas localidades santiagueñas, se desliza en dirección noroeste-sureste, anegando la zona de la Cañada de las Víboras.

Hasta el momento, hay algunas familias que tienen agua dentro de sus viviendas, ubicadas a la vera de la Ruta Interprovincial 35, limítrofe con Santiago del Estero, y hay otras donde el agua amenaza con ingresar.

En cuanto a la zona urbana, en El Nochero, en pocos días, se registraron tres lluvias que sumaron 160 mm, lo que ocasionó anegamientos en calles de la localidad, provocando el colapso del sistema de cunetas.

En Tostado

En la ciudad, las napas exhiben un nivel preocupante. Consultado el intendente, Enrique Mualem, manifestó que “seguimos con mucha atención las informaciones, estadísticas y pronósticos de los especialistas en clima. Desde el municipio, estamos en estado de alerta manteniendo limpios los canales para permitir el rápido escurrimiento de las grandes precipitaciones que pudieran suceder y se realiza el desmalezamiento constante, fundamentalmente en zonas bajas, donde el desagüe es más lento. Sabemos que, históricamente, los primeros meses del año son lluviosos, por ser la característica de nuestro clima, y por eso todas las áreas de la Municipalidad de Tostado están atentas para actuar ante una eventualidad”.

Consideraciones

  • La provincia de Santa Fe carece de una planificación para enfrentar la problemática que plantea la alternancia cíclica entre humedad y sequía. Desde el área correspondiente se actúa en un contexto coyuntural desde el asistencialismo. Mientras no se entienda que el problema es la sequía, que el agua debe quedar en el lugar donde cae y escurrir ordenadamente los excesos, a través de un Plan Maestro Hídrico e Integral, las visitas protocolares para sobrevolar, explorar la situación y evaluar los daños para una posterior y modesta reparación económica, serán la imagen de la falta de previsión.