Pasión y destreza en pole dance

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Romina De Bernardi

Es santafesina, profesora de danza y danza jazz, preparadora física, instructora en técnicas de gimnasia, de pilates y de Pole Dance, su mayor desafío, que la llevó a estar entre las tres mejores del país y ser cuarta en Sudamérica. Se consagró campeona del Santa Fe Pole Championship 2015 en Rosario.

 

TEXTOS. LUIS GUDIÑO. FOTO. GENTILEZA DE LA ENTREVISTADA.

DESDE PEQUEÑA. “A los 2 años comencé con gimnasia deportiva, hasta los 13. Me pasé a la aeróbica deportiva, hice el profesorado de danza y desde hace dos años comencé con el pole dance. Como es mi costumbre, me fui perfeccionando: viajé a Rosario, Córdoba y hago cursos con profesores de Buenos Aires. Me gustó la acrobacia, no es lo que la gente piensa: el baile del caño tipo cabaret. Si bien hay distintas ramas, como la denominada exotic, tampoco es la que se ve en esos shows. Esto es un deporte, donde se entremezclan gimnasia deportiva, acrobacia y danza con coreografías. En los torneos nos califican por determinadas figuras, cantidades, perfección, la parte artística de coreografía, vestuario, peinados, secuencias o un tiempo determinado, ya sea en el pole fijo o en el pole giratorio”.

ACROBACIA Y FUERZA. “El origen de este deporte es el palo chino: lo usaba la clase alta en Oriente. Las mujeres lo incorporaron a sus disciplinas porque les daba estética y estado físico que, en realidad, es también lo que se pretende ahora: trabajar todo el cuerpo, y no es lo mismo que ir a un gimnasio donde se aburren con las rutinas. Es divertido y se trabajan todos los músculos del cuerpo y la parte cardiovascular también. Lo puede hacer cualquier persona, desde pequeños hasta mayores, pasando por gente que nunca hizo nada hasta otras que se vuelcan a esta práctica porque les gusta. Se puede arrancar desde lo muy básico, desde abajo, y de a poco se van incorporando figuras, giros y se comienza a trepar. Es entretenido y las personas se van superando y mejoran su autoestima. Arranqué de la nada, en un lugar adonde se entrenaba en Santa Fe; me gustó, comencé a viajar para aprender, primero a Córdoba adonde tomé clases con Victoria Rames, subcampeona mundial y una genia. Me empezó a ir bien, debuté en competencias en Rosario y quedé tercera. Luego comencé a entrenar con Carolina Olea y me fue muy bien. No es fácil ya que hay que tener mucha concentración, se entrena sola, entrás en calor sola y se arma la coreografía. A diferencia de la danza, si comenzás de grande es muy complicado, pero en pole dance se puede ingresar a cualquier edad y te vas superando”.

ALTA COMPETENCIA. “Para competir hay una exigencia mayor; me encontré con un nivel buenísimo. En Buenos Aires y Córdoba están los mejores y a la gente del interior las cosas nos llegan siempre mas tarde y tenemos que estar haciendo cursos, tomando clases para seguirlos de cerca. Soy madre, tengo mi familia, además de haber inaugurado mi propia academia y escuela, y organizarme no es fácil, pero lo hago con muchas ganas. Me reparto entre dar clases, cuidar a mi hijito y entrenar. Este deporte requiere cumplir con toda la parte de alimentación para que se pueda entrenar bien y no se produzcan lesiones. Mi nutricionista, Cecilia Carasatorre, me arma todos los planes, de acuerdo a las competencias. Es importante tener fuerza y flexibilidad, depende la figura. Yo elijo mi música, vestuario y coreografías. Es increíble ver en acción a los hombres: la flexibilidad que tienen, la velocidad con que hacen la acrobacia, la fuerza para las coreografías. Todo el tiempo salen figuras y cosas nuevas. Siempre se está inventando algo para superar al rival. Hay transiciones, secuencias nuevas, y cada vez es mas arriesgado. Es fundamental estar todo el tiempo informado, hacer cursos, viajar, asistir a convenciones e incorporar información. Las potencias mundiales son Estados Unidos, Rusia y China; en Brasil y Chile hay muy buenos competidores, campeones mundiales”.

EN LA ELITE. “Hay tres categorías: amateur, donde yo comencé; profesional, donde se puede llegar hasta los sudamericanos, y elite, que tiene proyección internacional. Se puede participar en forma individual o por duplas. Mucha gente no lo conoce, está el tabú del pole dance = cabaret. Fue difícil que entendieran que es un deporte y una actividad artística, y sobre todo sus beneficios para el cuerpo y la salud. En la Argentina hay dos campeonatos importantes y muy bien organizados: el Argentina y Sudamérica Pole Championship, en Buenos Aires, y el Argentina Pole Sport Championship, en Córdoba. Cada paso es un desafío personal y veo cómo voy creciendo en cada competencia. Como todo competidor quiero llegar a lo máximo, pero en esta etapa de mi vida priorizo otras cosas, como abrir mi propia academia. Destaco a Leandro, que siempre viaja conmigo y me acompaña a competir, me peina y me atiende como nadie, y eso suma muchísimo en este tipo de competencias. Las mallas de competición me las hace Peche, el agarre con la piel es fundamental, y Corina, mi hermana, es siempre un apoyo fundamental. Con gimnasia deportiva tuve la oportunidad de entrenar en Cuba, fui campeona provincial y subcampeona nacional; luego, con aeróbica, fui dos veces campeona argentina y viajé al Mundial de California, Estados Unidos, cuando tenía 15 años. Soy exigente, me preocupa mucho que si hago algo debe salir bien. Sé que si no lo puedo entrenar o cumplir, no lo hago”.

PERSONAL

- La familia: “Papá Luis, mamá Mónica hace poquito se nos fue, mis hermanos Ariel y Corina, mi esposo Ignacio y mi hijo Laureano”.

- Hobbies: “No tengo tiempo... estar con mi hijo, en familia”.

- Comida preferida: “Carne al horno con papas”.

- Estilo de ropa: “Deportiva”.

- Color preferido: “El violeta”.

- Paisaje ideal: “La playa”.

- Mi lugar en el mundo: “Un escenario; siempre busco trascender, llegar a eso”.

ANÉCDOTAS

“En un campeonato de Córdoba me lesioné en la final. Me tuve que ir del escenario, tenía una lesión en el pie, el caño estaba mojado, me caí y me tuve que ir en la mitad de la coreografía. Me sentí mal y con una gran vergüenza. Son cosas que pueden pasar. Lloré como una loca. Dos segundos antes de entrar al escenario a competir pienso: tengo 31 años, un hijo, ¿qué hago acá?, ¿para qué? Y la respuesta es que me apasiona el entrenamiento, la preparación previa, me llama siempre tener una meta para cumplir. Mi marido me dice que soy como Mirtha Legrand, que digo ‘ya estoy grande’, ‘no voy a competir más’, y sin embargo sigo y sigo”.

UNA FRASE.

“Siempre digo: ‘respira hondo, junta fuerzas y sigue luchando’. Siempre hay seguir, por más que vengan millones de cosas que a una la frenen, hay que levantarse, continuar y pelear por lo que se quiere. Para mi las personas siempre tienen que tener algo por qué luchar”.

así soy yo