La importancia de Davos

El mundo nos mira con otros ojos

Por Claudio Doller (*)

DyN

El viaje del presidente Mauricio Macri y parte de su equipo de ministros al Foro Económico Mundial en Davos centró el interés de la opinión pública en el cambio que se está dando respecto de la visión del mundo sobre la Argentina y en las eventuales inversiones que podrían llegar. Sin embargo, en forma paralela al proceso eleccionario de la Argentina en octubre del año pasado, comenzaron a darse algunas circunstancias que están dando lugar a un proceso de llegada de capitales, que es probable se sostenga en el tiempo:

-Inversión demorada: las compañías que operan regionalmente y/o globalmente en Argentina experimentaron inversiones en buena parte de los países de la región y, dada la falta de certeza respecto del envío de capitales a sus casas matrices, retrasaron inversiones en sus filiales locales. El nuevo contexto, en cambio, les permite nivelar esto, completando la inversión en nuestro país. Esto es especialmente necesario en compañías cuyo negocio está basado en tecnología, ya que necesitan operar con procesos similares en los distintos países en donde están establecidas.

-Alternativas en la región para compañías que buscan nuevos mercados: la mayoría de los países que normalmente compiten con la Argentina cuando una compañía regional o global define inversiones, experimentaron un sostenido proceso de inversión en los últimos 10 años. Hoy el país aparece como una interesante alternativa de diversificación del riesgo frente a estos otros países.

-Todo para mejorar: variables que para el mundo financiero son claves, como la tasa de riesgo-país, presentan una tendencia a la mejora en el tiempo, lo que genera mayor interés en anticipar inversiones, para “llegar temprano” y lograr una menor valuación de los activos adquiridos.

-Competitividad: es esperable que la tendencia a la baja de la tasa de inflación, la llegada de otros jugadores del exterior en los mercados y una gradual y probablemente muy cuidadosa apertura de la economía, requieran de inversiones de los propios argentinos y de empresas globales que ya operan localmente, a los efectos de producir a valores más competitivos, en base a mejores procesos de producción.

Esta mejora requiere inversión. Es de esperar también que, de terminar de consolidarse este nuevo proceso de inversiones, sea una cuestión sostenida en el tiempo. Habrá que ir monitoreando si la reacción a estas situaciones, tanto del Gobierno como de los actores económicos y la sociedad en general, son las que permitirán a futuro un proceso de inversiones sostenido y sustentable en el tiempo, de manera de generar un crecimiento real de la economía en el mediano y largo plazo.

(*) Contador público, director de BDO Argentina e integrante del Directorio de BDO en el país.