Entre mitos y realidades

La lepra, enfermedad bíblica que aún subsiste

  • La India y Brasil son los dos países más afectados por una enfermedad estigmatizante.
  • Si bien es altamente contagiosa, tiene tratamiento y hasta puede ser curada.
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Varios países de África -como Etiopía o Tanzania- tienen graves problemas para controlar la enfermedad. Foto: Archivo El Litoral

 

Georg Ismar

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dpa

La lepra ya es mencionada en la Biblia y su causante, el mycobacterium leprae, incluso fue detectado en las momias del antiguo Egipto. Miles de años han pasado desde entonces y, sin embargo, esa enfermedad que en la antigüedad estaba tan estigmatizada sigue viva. Es más, continúa siendo un gran misterio.

El país más afectado según las cifras oficiales es India, que en 2014 registraba 125.785 enfermos. Si bien las cifras fluctuaron en los últimos años, la cantidad no tuvo caídas notorias.

En segundo lugar está Brasil, donde actualmente se registran más de 30.000 casos nuevos de lepra al año.

“Y la cifra real es muy superior”, asegura el especialista Reinaldo Bechler, de la organización Ayuda Alemana contra la Lepra y la Tuberculosis. Esta asociación reportó 214.000 casos de lepra diagnosticados en 2014 con motivo del Día Mundial de la Lepra el 31 de enero. La bacteria que genera esta enfermedad fue detectada por el médico noruego Armauer Hansen en 1873. Si bien no se trata de una dolencia altamente contagiosa, muchos de los infectados fueron tratados como parias y confinados a colonias de leprosos.

Mitos y creencias

Antes se creía que ya darle la mano a un leproso conllevaba un riesgo de contagio, mientras que hoy se sabe que la enfermedad se transmite por gotículas nasales y orales cuando hay un contacto estrecho y frecuente con enfermos no tratados.

El nombre de esta enfermedad se deriva del griego “lepros” (escamoso), que remite al cuadro general que produce, con lesiones en la piel.

La lepra avanza dañando los nervios y el afectado va perdiendo la sensibilidad hasta no sentir ningún tipo de dolor. Muchas veces son los mismos enfermos los que se mutilan.

“Nadie quiere hablar sobre este tema”, critica Bechler al referirse a Brasil, donde, según el especialista, no se toman las medidas necesarias para erradicar ese mal pese a registrarse miles de casos nuevos anualmente. Bechler señala que los médicos no están lo suficientemente formados y que la capacidad de diagnosticar la enfermedad es deficiente. Además, asegura que su organización tiene prohibido recorrer el país para buscar posibles infectados.

Las infecciones se dan en particular en regiones de alta pobreza y donde las condiciones higiénicas son deficientes. El período promedio de incubación es de entre cuatro y seis años.

El tratamiento

Si bien la enfermedad, crónica, puede ser tratada con medicación y hasta curada, las secuelas que deja pueden llegar a ser graves si el tratamiento no se inicia a tiempo. Otro de los problemas es la definición de la ‘erradicación‘. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) un país puede ser declarado libre de lepra si registra menos de un caso cada 10.000 habitantes.

Según el portavoz de la entidad, Jochen Hüvekenmeier, Etiopía, Nigeria, Senegal, Tanzania y Uganda son un verdadero ejemplo, ya que allí se efectúan cursos intensivos para el personal de la sanidad pública y a eso se le suma la posibilidad de hacer diagnósticos rápidos, implementar terapias y efectuar controles constantes a los pacientes.

Pero en este sentido Brasil, según la OMS, también está en buenas vías. “La cifra de pacientes en tratamiento es de 25.738”, lo que implica 1,27 casos cada 10.000 habitantes, subraya la portavoz Camila Bogaz.