40 días de crecida

En Colastiné Sur aún filtra agua y los vecinos no pueden regresar

Pese a que el río Paraná ya no sube, las napas continúan altas. En la zona del club de Caza y Pesca, algunas familias están aisladas en los techos de sus viviendas y piden ayuda. Hay 611 personas en los centros de evacuados municipales.

Agustina Mai

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Casas y cercos cerrados, cadenas y candados en puertas y ventanas dibujan la postal de un Colastiné Sur deshabitado. A 40 días de la crecida del Paraná, el río bajó 34 centímetros respecto del pico del 5 de enero, cuando alcanzó los 6,61 metros de altura. Pero las familias no se animan a volver a sus hogares porque aún hay filtraciones de agua por las napas.

Si bien la semana pasada, El Litoral publicó que algunas familias estaban limpiando sus hogares y evaluando la posibilidad de volver, todavía no están dadas las condiciones para el regreso. En una recorrida por la zona, este medio se topó esta mañana con dos vecinos que estaban “de casualidad”. “Vine a buscar algo que necesitaba”, dijo un joven que vive frente a la defensa, pero que desde hace un mes está alojado en la casa de unos parientes.

Por esa misma calle, pero más cerca del acceso a la ruta, una mujer ventilaba su hogar. “Vengo todos los días a abrir la casa”, explicó, pero aclaró que todavía no puede volver porque es asmática y “sigue filtrando agua por el piso”. “Hasta que no seque por completo no voy a volver porque no puedo estar en ambientes húmedos”, aseguró.

Los jardines permanecen con agua y los pisos de las galerías se ven mojados. Por una improvisada y angosta zanja -que atraviesa una de las calles de acceso- un chorro de agua drenaba sin parar. El centro de salud continúa cerrado y en la vecinal no hay movimiento.

Bajo agua

La zona del club Caza y Pesca continúa completamente inundada. Una familia autoevacuada a la vera de la ruta acompañó al equipo periodístico de El Litoral a recorrer la zona en una pequeña lancha. En el camino hacia el club, se encontraron algunas personas que resisten en las plantas altas o techos de sus viviendas.

Algunas familias con bebés y niños pequeños no reciben ninguna ayuda porque quedaron totalmente aislados o porque se autoevacuaron. “Hasta hace poco nos mantuvimos con las donaciones que recibimos. Pero hace rato que no mandaron más nada. Necesitamos leche, pañales y mercadería”, solicitó una vecina.

¿Cómo está el río?

La crecida se aplanó en Santa Fe. Hace días que el nivel está estancado y oscila en los 6,27 metros en el Puerto de Santa Fe y se pronostica que el 6 de febrero bajaría a 6,26 metros, según el último informe del Sistema de Información y Alerta Hidrológico de la Cuenca del Plata (Siyah), dependiente del Instituto Nacional del Agua (INA).

Pero los pronósticos climáticos advierten que el Niño todavía no perdió fuerza y que es alta la probabilidad de que se produzcan lluvias intensas en la enorme cuenca del Paraná, sobre todo durante la transición hacia el otoño.

Un signo claro de que el río ya no está creciendo es la ausencia del manto verde de camalotes que durante semanas cubrió la laguna Setúbal. Sólo quedan algunas plantas acuáticas atrapadas en la zona de los espigones de la Costanera Oeste, donde el mirador hace de dique de contención de la vegetación.

Filtraciones. En Colastiné Sur, los patios están mojados porque todavía filtra agua de las napas.

Foto: Guillermo Di Salvatore

Laguna limpia. Esta mañana la Setúbal estaba impecable, sin rastros de los camalotes que durante semanas la cubrieron. Foto: Guillermo Di Salvatore

En cifras

611 personas

continúan evacuadas en los refugios municipales: 206 en la Vuelta del Paraguayo, 99 frente al Riacho Santa Fe, 131 en Colastiné Sur, 14 en club El Pacú de La Boca, 161 en el Bañado. En Arroyo Leyes hay 169 evacuados oficiales.

6,27 metros

es la altura que midió el río en el Puerto de Santa Fe. Son 34 centímetros menos que el pico del 5 de enero (6,61 metros). En Corrientes y Barranqueras ya descendió por debajo de los 7 metros (oscila cerca de los 6,70 metros).