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Consideraciones sobre tres presidentes argentinos
LIC. GASTÓN VIGO GASPAROTTI
¿Qué calidad de presidentes tuvo la Argentina? Una breve reseña histórica lo responde. Nicolás Avellaneda, quien sucedió en la presidencia a Domingo Faustino Sarmiento, había sido su ministro de Educación. Luego de él, asumió la autoridad máxima del país Julio Argentino Roca; y sin dudarlo, dos ex presidentes, Sarmiento y Avellaneda, ocuparon los cargos de inspector de escuelas y rector de la UBA respectivamente. Deseaban que el futuro fuera brillante, y para ello apostaban a la educación. Eran estadistas, sustancial diferencia.
¿Fuimos siempre así? ¿No hubo jamás gobiernos honestos? Domingo F. Sarmiento dejó la presidencia en 1874 y se fue a vivir a la casa de su hija Faustina. No tenía casa. Algunos le dirían: ¡se olvidó de robar!
¿Tampoco pedían disculpas por sus errores y se creían omnipotentes? Luego de haber generado el camino para convertirnos en el primer país del mundo en quebrar el analfabetismo, Sarmiento expresó: “Próximo a mi partida, debo reconocer que no dejo bienes materiales. Los he considerado siempre una pesada carga para la hermosa tarea que me habéis puesto. No puedo decir que no haya cometido errores. He cometido errores, pero los errores que cometí fueron por la premura con que quise poner a mi país en donde en mi cabeza y en mi corazón ya lo había puesto. Y así como Jesús perdonó a la Magdalena porque había amado mucho, espero que mi patria me perdone porque mis errores fueron fruto de mi inmenso amor por ella”.
Lamentablemente, los argentinos arruinamos el legado de nuestros grandes próceres.