Poco a poco retoman las actividades cotidianas al aire libre
Los clubes de la ciudad se reponen del temporal
Poco a poco retoman las actividades cotidianas al aire libre
Los clubes de la ciudad se reponen del temporal

Náutico Azopardo. Fue el club más castigado por la tormenta la que derribó los techos de la secretaría, depósito, gimnasio y parte del comedor, entre otros daños.
Foto: Flavio Raina.
Nicolás Loyarte
@nicoloyarte
Ante el advenimiento del fin de semana, los clubes de la ciudad trabajan contrarreloj para reparar los daños causados por la tormenta del viernes pasado y así poder recibir a sus socios, en busca de ocio, descanso y las actividades deportivas.
Uno de los clubes más dañados es el Náutico Azopardo, ubicado a la vera del río Santa Fe. El paso del temporal lo arrasó, derribó el techo de la secretaría, depósito, gimnasio y parte del comedor que iba a ser concesionado en los próximos días.
De milagro se salvaron las embarcaciones, el nuevo quincho que construyen sobre la costa y el sector donde se practica escalada. El resto quedó destruido. Por ello sus autoridades gestionan fondos para reparar los daños, ya que no cuentan con lo necesario para restaurarlo. “Tenemos que elaborar un informe para presentarlo y ver qué recursos podemos llegar a obtener, pero eso demora y la demanda es ahora”, explicó su presidente, Miguel Franicevich.
Muy cerca de allí, al sur de la zona de boliches de la Ruta 168, había un galpón flotante amarrado sobre el riacho Santa Fe. Era la guardería de botes de la escuela de remo Tupá. El viento arrastró la estructura gigante de chapa e hierro cargada de embarcaciones a remo, la destrozó y terminó contra uno de los aliviadores de la ruta. “Lo perdimos casi todo”, se lamentó el instructor Pablo Sanchis. Perdieron 8 botes. “Estamos viendo qué se puede recuperar y nos vamos a replantear el proyecto”.
Algunos clubes dañados
— En el club Marinas Puerto Santa Fe se cayeron algunos árboles y cedieron algunas amarras, pero por fortuna no hubo daños en los veleros. Y hubo roturas menores en el salón de eventos.
— En el Yacht Club Santa Fe —junto al Puente Oroño— tampoco hubo daños en embarcaciones pero se perdió mucha sombra por la caída de árboles —uno cayó sobre un auto y lo destruyó—. También se dañó la antena de comunicaciones.

Yacht Club Santa Fe. El fuerte viento derribó la línea de árboles de la zona de estacionamiento. Uno cayó sobre un auto y lo destruyó.
Foto: Gentileza.
— En El Quillá cayeron árboles que dañaron las instalaciones y derribaron un quincho, por lo que recién ayer retomaron las actividades de forma parcial.

Náutico El Quillá. Cayeron varios árboles añosos que provocaron destrozos en distintos sectores y derribaron un quincho.
Foto: Gentileza.
— El predio UNL-ATE, sobre la Costanera Este, abrió sus puertas el martes y todavía permanece restringida la zona de pérgolas.
— El Jockey Club, en Blas Parera y Gorostiaga, informó hoy a sus socios que hay una cancha de tenis inhabilitada y realizan mantenimiento en otras cinco.
— Por último, el Lawn Tennis permaneció cerrado el fin de semana pasado y todavía tiene algunas canchas inhabilitadas.

Escuela de Canotaje Tupá. Los hierros retorcidos que terminaron sobre un aliviador de la Ruta Nacional 168, frente a La Vuelta del Paraguayo, pertenecen a la guardería flotante de botes de la escuela de remo Tupá, que lo perdió todo.
Foto: Mauricio Garín.

Náutico Azopardo II. En este gimnasio funcionaba una cancha de fútbol 5. El fuerte viento aplastó el techo, tumbó parte de la medianera y del antiguo techo de tejas del comedor, entre otros perjuicios.
Foto: Flavio Raina.