Diabetes, la preocupación de la OMS en el Día de Mundial de la Salud
Diabetes, la preocupación de la OMS en el Día de Mundial de la Salud

Este año, la OMS abordó el tema diabetes como eje para el Día Mundial de la Salud, que se conmemoró el pasado 7 de abril. Esta enfermedad, de carácter epidémico, en la mayoría de los casos está asociada al sedentarismo y a los malos hábitos nutricionales. Si no se la diagnostica y no se la controla, puede ocasionar trastornos visuales, renales, infarto y ACV.
Textos. Revista Nosotros. Fuente. Sociedad Argentina de Diabetes y Ministerio de Salud de la Provincia de Santa Fe.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que la diabetes afecta a 347 millones de personas en el mundo, y se prevé que se convierta en el año 2030 en la séptima causa mundial de muerte. Esta afección se está convirtiendo en una epidemia mundial relacionada con el rápido aumento del sobrepeso, la obesidad y la inactividad física. Se calcula que las muertes por diabetes aumentarán más de un 50% en los próximos 10 años.
Por primera vez, una enfermedad no infecciosa se considera una grave amenaza para la salud mundial, al igual que epidemias infecciosas como el VIH.
Esta realidad llevó a la OMS a poner a la diabetes en el centro de la conmemoración del Día Mundial de la Salud el pasado 7 de abril bajo el lema “Vencé a la Diabetes”, con el objetivo de promover la prevención, mejorar la atención de los pacientes que la padecen y reforzar su adecuado control.
“En la actualidad, la diabetes representa una verdadera preocupación a nivel mundial, lo que evidentemente ha llevado a que una institución como la OMS concentre sus esfuerzos este año para aumentar la concientización al respecto. La incidencia de diabetes va en aumento, y en muchos países del mundo aún es elevado el grado de subdiagnóstico, esto es, cientos de miles de personas que viven con la enfermedad sin saberlo y sin recibir tratamiento, lo que a futuro representa un riesgo aumentado de sufrir complicaciones severas. Esto sucede también en nuestro país y tenemos que trabajar para que nadie llegue tarde al diagnóstico de su enfermedad”, reflexionó la Dra. María Cristina Faingold, médica endocrinóloga y presidente de la Sociedad Argentina de Diabetes.
Para la OMS, los esfuerzos por prevenir y tratar la diabetes serán importantes para alcanzar la meta del Objetivo de Desarrollo Sostenible 3, que consiste en reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades crónicas no transmisibles para 2030. “Muchos sectores de la sociedad tienen una importante función que desempeñar, en particular los gobiernos, empleadores, docentes y fabricantes, así como la sociedad civil, el sector privado, los medios de comunicación y cada uno de nosotros”, afirma la entidad a través de un comunicado.
TIPOS
La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por niveles elevados de azúcar (glucosa) en la sangre. Esto puede resultar de una falta o una insuficiente producción de insulina por parte del organismo en el caso de la diabetes tipo 1 o insulina dependiente; o de una resistencia y deficiencia de insulina en el caso de la diabetes tipo 2 o no insulina dependiente, que representa alrededor del 90% de todos los casos de diabetes. Existe un tercer tipo, la diabetes gestacional, que consiste en niveles elevados de glucosa en la sangre durante el embarazo; ésta afecta a uno de cada 25 embarazos en el mundo.
En las personas que padecen esta enfermedad, una ingesta alimentaria inadecuada, un exceso de actividad física o una dosis excesiva de insulina o de algunos medicamentos para la diabetes puede ocasionar una caída de los niveles de azúcar en sangre llamada hipoglucemia. Las consecuencias más serias de la hipoglucemia se relacionan con el daño al cerebro, puede causar la pérdida del conocimiento o incluso un coma. Sumado a esto, la diabetes no controlada es la principal causa de ceguera, amputación no traumática e insuficiencia renal.
CLAVES PARA PREVENIR
Según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, actualmente el sobrepeso y la obesidad se encuentran entre los principales factores de riesgo de muerte. Cada año fallecen alrededor de 3.4 millones de personas adultas como consecuencia del exceso de peso. Además, gran parte de la carga de enfermedades no transmisibles pueden atribuirse al exceso de peso como el caso de la diabetes (44%).
Pese al dramatismo de las cifras, los estudios han demostrado que muchas de las complicaciones de la enfermedad pueden prevenirse o retrasarse mediante un comportamiento eficaz. Esto incluye medidas relacionadas con el estilo de vida.
La Dra. Faingold explica que “la clave es trabajar sobre la alimentación. La llamada epidemia de diabetes va de la mano de la epidemia de obesidad. Tenemos que concentrar esfuerzos activamente para frenar el aumento de peso de la población y aumentar la realización de actividad física. Los malos hábitos de vida han deteriorado la salud de la gente y la diabetes tipo 2 viene de la mano tanto de la mala alimentación como del sedentarismo”.
En este sentido, los datos indican que llevar una alimentación saludable previene el 70% de los casos de diabetes tipo 2 y, en los pacientes, ayuda a evitar la hipoglucemia y las complicaciones propias de esta enfermedad.
Las claves para prevenir o retrasar la aparición de diabetes son mantener un peso saludable, es decir evitar el sobrepeso y la obesidad; tener una alimentación variada que incluya al menos medio plato de verduras en el almuerzo y en la cena, y 2 o 3 frutas por día; realizar al menos 30 minutos de actividad física todos los días y no fumar.
Existen algunas situaciones que aumentan el riesgo de desarrollar diabetes y ante éstas se deben realizarse un control médico adecuado. Entre ellas si se es mayor de 45 años; si se poseen antecedentes familiares de la enfermedad (padres o hermanos); sobrepeso u obesidad; hipertensión arterial; enfermedad cardiovascular y/o colesterol elevado; si se padeció diabetes durante el embarazo o si el bebé nació pesando más de 4.5 Kg.
La diabetes se puede tratar y controlar para prevenir complicaciones mediante controles periódicos, siguiendo los consejos y tratamientos de los equipos de salud y haciendo de los hábitos saludables una forma de vida.
LA EDUCACIÓN DEL PACIENTE
La educación de la enfermedad juega un papel importante en el refuerzo de las personas afectadas, ya que les proporciona el conocimiento y las habilidades necesarias para manejar su propia condición con eficacia, y llevar una vida completa y saludable.
Al respecto, la especialista refirió que para que el médico logre ser convincente con los pacientes al hablar de la relevancia de una vida sana, “lo primero que debe lograr es él mismo estar plenamente convencido, porque es complejo transmitir el entusiasmo por la realización de actividad física si uno mismo como médico no lleva una vida activa. La práctica médica al abordar enfermedades crónicas, genera una relación médico-paciente muy cotidiana, del día a día, y en ese diálogo tiene que ir forjándose un vínculo adonde el paciente incorpore a su vida hábitos saludables”.
Cuando se habla de educación diabetológica del paciente, agregó la presidente de la SAD, también se habla de lograr que este adhiera a todos los tratamientos: “Es difícil, y es importante, no generar temor, pero sí es necesario informar a la persona realmente a qué riesgos se expone si no logra controlar adecuadamente sus niveles de glucosa en sangre. Existe abundante evidencia científica de que si no se alcanza un control satisfactorio de la enfermedad, es mayor el riesgo de complicaciones micro y macrovasculares a futuro. No estamos protegiendo al paciente si le ocultamos esa información, debe saberlo para convencerse de la importancia de ser responsable y protagonista de su tratamiento”.
NUESTRO PAÍS
Aproximadamente un 80% de las muertes por diabetes se registran en países de ingresos bajos o medios, y casi la mitad de las muertes ocurren en pacientes de menos de 70 años, siendo el 55% mujeres.
En la Argentina, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), existen aproximadamente 2,5 millones de adultos a quienes se les ha diagnosticado esta enfermedad crónica, de características epidémicas (9,8% de la población adulta). Alrededor de 1 de cada 10 argentinos padece esta enfermedad y la mitad no lo sabe. Del resto sólo el 30 % se trata, muchas veces por no conocer sus derechos para acceder gratuitamente a la medicación, ya sea a través de prepagas, obras sociales u hospitales públicos.
El abordaje integral de las personas con diabetes sigue constituyendo un gran desafío para los sistemas de salud, no sólo en Argentina sino también a nivel mundial.
EN NIÑOS
En los últimos años se ha constatado un aumento del número de casos notificados de diabetes de tipo 2 entre los niños y los adolescentes. Existe un sentimiento generalizado de que el aumento mundial de la obesidad y de la inactividad física en la infancia está desempeñando un papel decisivo al respecto. Alimentarse de modo sano y adoptar unos hábitos de vida saludables constituyen una fuerte defensa frente a la enfermedad.
Al respecto, la Dra. María Cristina Faingold explica que al abordar la diabetes como problema de salud pública, “inevitablemente tenemos que hacer foco en las poblaciones infantiles. Cada vez vemos más niños con diabetes tipo 2, algo que era infrecuente 20 años atrás. El elevado peso al nacer y la hiperobesidad en los primeros años de vida se traducen en una aparición temprana de diabetes. Cuanto antes aparece la enfermedad, mayor es el tiempo de vida para que se presenten las complicaciones macrovasculares”.

