Tribunales

Abogada es querellante por el crimen de su hijo

“Tengo hasta la foto del asesino, me la pasaron la noche del velatorio por whatsapp”, dijo Blanca Meza de Chialva. La mujer cuestionó que a dos meses del hecho el autor siga libre.

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Gabriel tenía 23 años y fue ultimado de tres disparos en la cabeza la tarde del 9 de febrero.

Foto: Gentileza familia Chialva

 

Juliano Salierno

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“Yo creo que el pecado de Gabi fue la ambición”, dijo esta mañana Blanca Meza de Chialva, tras la audiencia de constitución de querellante en la que fue aceptada como parte en la investigación por el homicidio de su hijo Gabriel, de 23 años.

“Gabi se había metido en algo que yo estaba muy en contra, nos daba muchas discusiones eso, que era prestar plata. Yo creo que el pecado de Gabi fue la ambición. Viste que los jóvenes quieren hoy todo y yo no quería que preste plata porque es un mundo difícil”, afirmó la abogada que por circunstancias de la vida se encuentra haciendo sus primeras armas en el ámbito penal.

Gabriel Chialva estaba trabajando como ordenanza en la Legislatura, donde dejó muy buenos recuerdos entre sus pares e incluso en funcionarios que no podían comprender el porqué de este trágico final.

A Gabriel lo ejecutaron de tres disparos la tarde del martes 9 de febrero, dentro de su casa del barrio Barranquitas Oeste, ubicada sobre calle Bolivia, a metros de la avenida presidente Perón. El joven vivía con su novia, a la que momentos antes del crimen había dejado en la casa de una amiga.

No hay imputados

Dos meses después, la familia de la víctima fue aceptada como parte querellante en una audiencia que se celebró esta mañana en la Sala Nº 4 de tribunales. El juez Jorge Patrizi resolvió tener por constituida a la querella patrocinada por la propia Blanca Meza de Chialva. Previamente el magistrado debió resolver si postergaba la audiencia, tal como lo solicitara la defensora pública Andrea Alberto, la cual se mostró sorprendida de que ante la prueba aportada por Meza, el presunto autor -que está identificado- no haya sido notificado de la realización del acto procesal.

Por su parte, el fiscal de Homicidios Jorge Nessier, se defendió diciendo que llamar al sospechoso sería contraproducente para la investigación, al menos en la instancia en la que se encuentra la pesquisa; y desmintió que para la fiscalía exista algún imputado, por eso la carpeta judicial se titula “NN sobre homicidio calificado por el empleo de arma de fuego”.

No obstante, la madre de la víctima le dijo al juez que ella “también esperaba que se lo cite”; contó que ofreció “varias pruebas” y desde entonces “estoy esperando que el señor fiscal tome la decisión” de ordenar la detención.

Al término de la audiencia la Dra. Meza de Chialva contó a El Litoral que “tengo hasta la foto del asesino, que me la pasaron la noche del velorio por whatsapp”. “Esa misma noche los amigos de Gabi vienen y me dicen ‘señora fue tal...’. Y me aportaron el nombre y lugar donde vive”.

“Tengo la plata”

Para la familia de la víctima está claro que Gabriel Chialva había prestado en diciembre, entre 4 mil y 5 mil pesos al asesino y que a cambio de ello se había quedado con una moto Honda Tornado.

“Ese día mi hijo deja a la novia y se ve que se ha hablado con este muchacho que le dijo ‘tengo la plata, dame la moto’ y Gabi le dice ‘te voy a buscar’. Se van a la estación de servicios que está en Ruperto Godoy y Blas Parera y paran. Ahí Gabi llama a la novia y le dice ‘estoy con el Pelado’”.

Después “se van de Gabi, que hacía un año se había mudado al barrio Barranquitas. Llegan a la casa, bajan del auto y el muchacho lo lleva abrazado. Entran y sale Gabi con la moto que como hacía más de un mes que no se ponía en marcha la enciende y la deja regulando y cuando vuelve a entrar se escuchan los tres disparos. Yo pienso que se ha ido a lavar las manos y le disparó cuando estaba de espaldas o se dio vuelta”, explicó su madre.

La novia, que había intentado contactarlo por teléfono hacía instantes, tuvo el presentimiento de que algo malo había ocurrido y pidió que la llevaran a su casa. Fue la primera en encontrar el cuerpo de Chialva y de llamar al 911.

Del lugar faltó el sueldo entero de la novia, dos teléfonos celulares, la plata de la billetera de Chialva y la moto con el casco que estaban como “prenda” de la deuda.