editorial

La noticia que el gobierno esperaba

  • Luego de 15 años, la Argentina saldrá del default.

El gobierno nacional respiró aliviado. Mientras Cristina Fernández de Kirchner se negaba a declarar ante el juez Claudio Bonadio en los tribunales de Comodoro Py, desde los Estados Unidos de Norteamérica llegaba una noticia esperada: la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York confirmó la orden del juez Thomas Griesa que levanta las medidas cautelares que impedían realizar pagos de la deuda a los bonistas de los canjes de 2005 y 2010, si antes la Argentina no pagaba a los fondos buitre.

De esta manera, se allanan los caminos para que la Argentina logre salir de su situación de default luego de 15 años y, además, pueda cumplir con aquellos acreedores que sí habían aceptado las condiciones del canje propuestas por el país.

La noticia llega en un momento crítico, mientras la economía doméstica comienza a sentir con dureza el impacto de los ajustes realizados durante los primeros noventa días de gestión macrista, con una inflación que no da tregua y ante el insistente pedido de fondos de parte de las provincias.

El juez Thomas Griesa había ordenado que el 14 de abril la Argentina pagara lo que los holdouts venían reclamando. En realidad, esto no será posible porque hubo que aguardar hasta último momento pasa saber qué decisión tomaría la Corte de Apelaciones. De todos modos, los acreedores ya aclararon que, a pesar de las demoras, el acuerdo no se rompe y aguardarán el tiempo necesario para cobrar.

Para cumplir con sus obligaciones, la Argentina deberá emitir bonos que cubran el costo de cancelación de una deuda que no es nueva, al punto que está contabilizada en el presupuesto. Queda claro que, salvo un reducido porcentaje del monto global, no significa un incremento de la deuda externa. Lo que habrá será un cambio de acreedores: los fondos buitre serán reemplazados por aquellos que ahora estén dispuestos a comprar los títulos que emitirá el país para hacerse de los dólares necesarios para saldar estos compromisos.

El reingreso de la Argentina a los mercados internacionales de crédito no garantiza por sí solo tiempos mejores, pero plantea un nuevo escenario y abre un abanico de posibilidades de acceder a créditos a tasas razonables.

Mientras el gobierno intenta reducir el fenomenal déficit heredado del kirchnerismo -la quita de subsidios forma parte de este programa-, necesita imperiosamente de los fondos necesarios como para mantener la actividad económica.

Hasta los últimos días de su gestión, el kirchnerismo compensó el déficit a través del endeudamiento interno y la emisión de pesos, alimentando el proceso inflacionario que tantos inconvenientes trae a cada uno de los argentinos desde hace tantos años.

La actual gestión considera fundamental el acceso al crédito internacional para que poner en marcha planes de obra pública e infraestructura que favorezcan el desarrollo de las distintas regiones del país y generen puestos laborales.

Desde los primeros días de gobierno, Cambiemos consideró el reingreso del país a los mercados internacionales de crédito como una suerte de plataforma para el tan ansiado crecimiento de la economía.

A partir de ahora, entonces, Mauricio Macri y sus colaboradores deberán demostrar la pericia técnica y política necesaria para sacar el país adelante. Las condiciones tan esperadas, comienzan a materializarse. El resto de la clase política, el empresariado y el sindicalismo argentino, también, deberán demostrar que están a la altura de las circunstancias.

La actual gestión considera fundamental el acceso al crédito internacional.