“LA FÁBRICA DE FANTASÍAS”
“LA FÁBRICA DE FANTASÍAS”
Lo cotidiano se vuelve mágico
La muestra interactiva de Pablo Bernasconi se puede recorrer en la Estación Belgrano. Es un viaje en escalas por el mundo de un artista dotado de una imaginación que no sabe de fronteras. Y una invitación a jugar, inventar y reír.
La recomedación al entrar en el “universo de Pablo Bernasconi” es tomarse el tiempo para participar en todas las actividades.
Fotos: Manuel Fabatía
Juan Ignacio Novak
“El que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo”, escribió Gustavo Adolfo Bécquer. Y si hay un atributo para destacar en “La Fábrica de Fantasías”, la muestra interactiva del ilustrador, diseñador gráfico y escritor Pablo Bernasconi, es precisamente el modo en que a través del ingenio y la creatividad puede extraer magia de lo cotidiano.
Por ejemplo, en el sector biográfico, donde el creador se cuenta a sí mismo con palabras escritas en tiza, hay un espacio llamado “Lo que ve Bernasconi”. En un panel se observan varios objetos comunes, desde un foco y una pelota de fútbol hasta un ventilador de pie. Pero basta acercarse, abrir las puertitas que se recortan detrás para descubrir el universo que el artista captó en cada uno de ellos. Entonces todo se vuelve inesperado, sorprendente. Éste es apenas un fragmento del itinerario que se puede visitar hasta el próximo 8 de mayo en la Estación Belgrano. Lo que sigue es la posibilidad de descubrir en cada rincón alguna maravilla escamoteada.
Adentrarse en este recorrido implica también un desafío. Hay que aceptar por un rato las reglas inesperadas que rigen el mundo a pequeña escala creado por Bernasconi. Entonces, el visitante dispuesto, podrá disfrutar y divertirse ante las ocurrencias del intrépido Capitán Arsenio, quien en una odisea experimental ambientada en otro siglo crea prototipos de teléfonos, microondas, submarinos, ascensores y aviones. También logrará sorprenderse y jugar en la avenida central de la “ciudad de los habitantes ilustrados”, inventar un amigo para Joaquín en un taller especialmente preparado para esta tarea, perderse unos minutos en el “pasillo de los pensamientos”, diseñar un superhéroe con papel, tijera y plasticola, imaginar para qué puede servir una extraña máquina, anotar qué cosas le gustan y cuáles odia la pequeña Nanette. Y la lista sigue.
Con mirada de niño
No es casual que la muestra lleve por nombre “Fábrica de fantasías”. Es que, si fabricar significa “construir o hacer manualmente alguna cosa”, en este espacio se fabrica mucho. Pero nunca de un modo lineal y mecanizado, sino más bien bajo cierto ambiente de controlado torbellino de ideas. A través de diversos estímulos (lecturas, juegos, relatos), la premisa es activar los mecanismos creativos de cada uno de los (chicos y grandes) que se suman y pueden así dejar su impronta. En este sentido, la obra de Bernasconi es un proceso que se va enriqueciendo con el aporte de cada visitante.
En la sintética autobiografía de Bernasconi que se puede leer en uno de los pizarrones dispuestos en la muestra, admite que una de las cosas que más le gusta hacer es (además de salir a correr con su perro cuando no se le ocurre ninguna idea) averiguar cómo funcionan los artefactos que lo rodean. Y aquí el artista conecta con algo esencial del universo infantil, esa pulsión por tratar de desentrañar los “porqués” de todo lo que se mueve. Desde este punto de vista, recorrer la instalación es una invitación a los adultos desestructurarse, a mirar a través de los ojos de los niños, la mayor parte del tiempo ávidos por realizar descubrimientos. Desentumecer ese costado lúdico algunas veces cuesta, pero el reto vale la pena.
Visitas
La muestra se puede recorrer de lunes a viernes 8 a 19; sábados y domingos, de 16 a 22. Las visitas guiadas para contingentes escolares están previstas de lunes a viernes de 8 a 13 (turno mañana) y de 14 a 17.30 (turno tarde). Para coordinar estas visitas especiales, hay que ingresar a www.santafeciudad.gov.ar/agendaciudad y completar el formulario.
La permanente invitación para los visitantes es aventurarse en la experiencia de crear.
Mafalda