Lejos de un candidato de unidad y con un presidente sin poder...
Lejos de un candidato de unidad y con un presidente sin poder...
La AFA, cada vez más dividida
La Asociación del Fútbol Argentino quedó visiblemente desmembrada, con dirigencia en estancos en busca de mayor poder y dividida por formatos institucionales económicamente más convenientes, que alejan la chance del tan ansiado candidato único para la Asamblea del 30 de junio.

¿Qué pasará en junio? La imagen corresponde a las últimas elecciones que fueron anuladas después del imposible empate entre Segura y Tinelli. La interna afista es cada vez más compleja.
Foto: Archivo El Litoral
Redacción de El Litoral
DyN
El presidente Luis Segura, que al fin admitió en público que no se postulará para la reelección, algo que le había confirmado al cada vez más estrecho remanente del grondonismo que le responde, ya no tiene el menor peso y su preocupación pasa más por la audiencia judicial en la que deberá declarar como sospechoso en torno a destinos de dineros de origen público. Ni siquiera es interlocutor con el gobierno de Mauricio Macri, y los que cruzan el umbral de la Rosada son Daniel Angelici, amigo personal del presidente de la Nación, y Matías Lammens, secretario general y tesorero.
La AFA quedó partida: los equipos grandes por un lado con la idea de la Superliga. Claudio “Chiqui” Tapia, de trabajo fino en las bases del ascenso y el interior, parece agrupar buen número, entre ellos dirigentes que abrevaron incondicionalmente en el grondonismo. Y Nicolás Russo, el dirigente de Lanús que busca amalgamar posiciones y que de paso blanqueó cómo está la cosa por la casa de Viamonte. “Los equipos grandes se adueñaron totalmente de la AFA. Los clubes grandes quieren manejar todo, o los clubes del ascenso quieren manejar la AFA, y no es así”, describió el dirigente que militó en el massismo hasta diciembre último.
El cordobés Armando Pérez, de buen concepto entre sus pares, juntó apenas un puñado de dirigentes a una reunión de un salón del hotel Sheraton que quedó holgado. Mientras Marcelo Tinelli parece haber cedido mucho terreno desde la noche del bochornoso empate imposible en Ezeiza, Tapia es quien más se muestra, convoca a muchos dirigentes del interior y del ascenso, aunque necesita de los votos de Primera División para ser ungido. El único de los clubes grandes que apoya a Tapia es Independiente, que preside Hugo Moyano, su suegro. Para gran parte de la directiva si el titular de Barracas Central es elegido en la Asamblea del 30 de junio, significará darle a Moyano el gobierno del fútbol y por ende sus dineros.
El titular de Huracán, Alejandro Nadur, mantuvo su costumbre de nadar en aguas tranquilas: “Huracán se está alineando con todos los directivos de AFA que pretenden los mayores ingresos. Estoy a favor del cambio positivo”, respondió ante una consulta de Radio Cooperativa. Sin embargo, mencionó a posibles postulantes pero no a Tapia: “Me encanta cómo está trabajando Matías Lammens, Víctor Blanco, Armando Pérez”, agregó. Es que la dirigencia de Primera División y también en el gobierno miran con atención la acumulación de apoyo que recibe Tapia. Mientras, el yerno del camionero salió a apuntar contra la dirigencia que ninguneó la reunión de Comité Ejecutivo. “No es agradable que los clubes representativos no vengan a las reuniones. Fueron designados y cumplen funciones y por eso no me gustan las ausencias”, sostuvo Tapia en referencia al faltazo de los dirigentes de Boca, River, San Lorenzo y Racing a la reunión que se desarrolló el lunes por la noche. Para Tapia, “estas cosas no ayudan”, y reclamó que si la posibilidad de una “Superliga” es tan “beneficiosa, que lo planteen en el comité”.