Cara a cara
Cara a cara
En Gálvez, San Cristóbal y Entre Ríos, el ministro de Agroindustria de la Nación escuchó el reclamo de los productores y prometió un paquete de ayuda para el sector.
Federico Aguer
No hubo grandes anuncios. Hubo diálogo. Frontal, descarnado y angustiante por lo que se viene. Un ministro del Estado nacional (junto con un secretario provincial) puso la cara para escuchar el reclamo de los tamberos, agricultores y ganaderos santafesinos preocupados por su continuidad misma en el rubro.
Para algunos, el daño es muy difícil de revertir. Tanto, que según Carsfe, el perjuicio causado por el impacto del agua en la provincia asciende a la friolera de U$S 2.724 millones. De este total, 768 corresponden a la actividad lechera, 689 a la ganadería bovina, 1.017 a la agricultura y 250 a otros (porcinos, apicultura, etc.). Según Gustavo Vionnet, titular de la entidad, la cuenca lechera está “diezmada”, y llevará de 3 a 4 años poner en marcha la rueda productiva. De allí que todo lo que se haga es poco.
“No creemos en la prepotencia”, sostuvo el formoseño Buryaile, a la hora de marcar diferencias con el gobierno anterior, y reforzó su posición de productor ganadero. “El Estado debe intervenir de manera virtuosa”, destacó mientras recordó la vigencia de la ley de emergencia agropecuaria que prevé una ayuda de $ 500 millones para paliar la crisis.
También coincidió en que lo que se viene “cuando se apaguen las cámaras”, es mucho más difícil, y que llevará tiempo recomponer el aparato productivo. Finalmente, adelantó que hacia fin de mes comunicarán un paquete de medidas con un importante suma de dinero, y enfatizó que el campo -además de ser un importante sector productivo- es un sujeto social.
“Estamos lejos de tener la solución”, se sinceró, mientras respondía sobre un proyecto de ley de seguros multiriesgo, una línea de crédito a valor producto, las obras de infraestructura proyectadas, y la importancia de volver a la vida a la ONCCA.
Para muchos, ya no hay tiempo. El invierno adelanta señales, y la falta de pasturas abre interrogantes difíciles. Hoy es triste la verdad, pero afrontada cara a cara puede llegar a tener remedio.