La carrera presidencial norteamericana
La carrera presidencial norteamericana
En la recta final, Trump se vuelve imparable

Muy cerca. Si Trump logra una victoria en Nueva Jersey y California en junio, conseguirá sellar su nominación para las presidenciales al lograr el número de delegados suficientes. Foto: efe
Redacción El Litoral
Agencias EFE/DPA
El camino del multimillonario Donald Trump hacia la nominación republicana se despejó inesperadamente anoche cuando su principal contrincante, el senador hispano Ted Cruz, anunció que suspendía su carrera electoral tras ser derrotado en las primarias de Indiana.
Aunque Trump no ha logrado todavía alcanzar el número mágico de los 1.237 delegados que necesita para asegurarse la nominación en la Convención Nacional Republicana de julio en Cleveland (Ohio), en su partido algunos ya empiezan a hacerse a la idea de que el magnate será su candidato a las elecciones presidenciales de noviembre.
“Donald Trump será el probable nominado del Partido Republicano, necesitamos unirnos todos y centrarnos en derrotar a Hillary Clinton. #NuncaClinton”, escribió en Twitter Reince Priebus, presidente del Comité Nacional Republicano.
Otros, en cambio, temen que si Trump es el nominado, como parece inevitable, el Partido Republicano estará cavando su propia tumba política, ya que no lograrán recuperar la Casa Blanca, después de ocho años de Gobierno demócrata. Además, muchos en el partido no creen que Trump, que ha puesto patas arriba el partido, sea lo suficientemente conservador y lo ven como un liberal neoyorquino.
Fractura en el partido
“Si nominamos a Trump, seremos destruidos. y lo mereceremos”, tuiteó el senador por Carolina del Sur y ex precandidato republicano Lindsey Graham.
“No quiero felicitar a Hillary Clinton por ganar la presidencia esta noche, pero acaba de hacerlo”, escribió en esa red social Erick Erickson, un influyente activista republicano que se opone a que Trump sea el nominado.
Cruz, que se había convertido en abanderado del movimiento “Nunca Trump” dentro del Partido Republicano, había prometido luchar hasta la Convención, pero su clara derrota ayer en las primarias de Indiana hizo que finalmente tirara la toalla, consciente de que la locomotora Trump es imparable.
Trump era el único de los tres precandidatos republicanos que quedaban en la contienda que tenía posibilidades matemáticas de ganar la nominación. Pero Cruz y Kasich confiaban en frenarle los pies en las próximas primarias y evitar que consiguiera los 1.237 delegados necesarios.
Cruz y Kasich querían provocar que la Convención Nacional Republicana de julio fuera una convención disputada (“brokered convention”, en inglés). En este tipo de convención no hay un candidato claro, como ha sido lo habitual en las últimas campañas electorales, sino que se vota hasta que uno de los aspirantes obtenga la mayoría de votos. Y en una convención disputada puede pasar cualquier cosa.
Kasich es, de momento, el único que resiste. Pero no tiene nada que hacer. A la espera de que se conozcan los resultados definitivos de Indiana, Trump ha logrado hasta ahora 1.053 delegados, Cruz 572 delegados, el senador Marco Rubio (ya retirado de la campaña) 171 delegados y Kasich 156 delegados.
Si Trump logra una victoria en Nueva Jersey y California en junio, conseguirá sellar su nominación para las presidenciales de noviembre al lograr el número de delegados suficientes. De ese modo, evitará que haya una convención disputada.
De cara a noviembre
Trump y Hillary Clinton, la favorita para hacerse con la nominación demócrata, ya piensan en las elecciones presidenciales de noviembre.
“Ganaremos en noviembre”, exclamó el martes triufante Trump en la sede de su campaña en Nueva York. “Vamos a unir al Partido Republicano. Vamos a traer unidad”, prometió el magnate.
“Donald Trump es el probable nominado del Partido Republicano. Dona dinero (a la campaña) si estás de acuerdo en que no podemos permitir que sea el presidente”, tuiteó Clinton, pidiendo donaciones para su campaña.
La probable candidatura republicana de Trump agitará la campaña y servirá para movilizar no sólo al electorado demócrata e independiente, sino también a los votantes latinos.
“Ahora que Donald Trump es el probable nominado republicano, la comunidad latina debe permanecer unida contra el odio y hacer que se oigan nuestras voces”, dijo Cristobal Alex, presidente de la organización Latino Victory Fund.
“Mandemos un mensaje al Partido Republicano de que no permitiremos su intolerancia y apoyaremos a Hillary Clinton, quien ha demostrado que nos apoya y que hará lo correcto por nuestra comunidad”, añadió el activista hispano.
¿Vale todo?
En una entrevista telefónica con la cadena Fox News, el multimillonario dijo que Rafael Cruz había estado con Lee Harvey Oswald poco antes de que éste asesinara a Kennedy, una teoría esbozada previamente por el “National Enquirer”.
“¿Qué hacía él con Lee Harvey Oswald poco antes de la muerte?”, cuestionó Trump. “Es terrible”, añadió el precandidato, que hoy parte como favorito para las primarias de Indiana.
El diario aseguró que en una foto se ve al padre de Cruz con Oswald repartiendo panfletos a favor de Fidel Castro en Nueva Orleans en 1963, un par de meses antes del asesinato de Kennedy en Dallas.
Tras las declaraciones de Trump, el senador por Texas se apuró a responder que su rival era un “amoral”, un “narcisista” y un “mentiroso patológico”.
Buscando vice
Tras la abrumadora victoria en las primarias de Indiana y la retirada de su principal rival, el senador Ted Cruz, Trump es considerado ya por el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, como el que “más probablemente” será el nominado presidencial del partido. En su primera entrevista tras la victoria de Indiana en el canal MSNBC, Trump reconoció que tiene a varios candidatos a vicepresidente en mente, pero se inclina por “la ruta política”.
“Yo tengo talento en los negocios. Necesito a alguien que me ayude con legislación, que sea amigo de senadores y así evitaremos la vía de la acción ejecutiva”, explicó Trump, quien confirmó que también había pensando en un general para ser su compañero de fórmula en las elecciones presidenciales de noviembre.
“Mi fortaleza es la economía, vamos a traer trabajos y vamos a cerrar acuerdos comerciales muy buenos (...) Una de mis fortalezas va a ser la Defensa, voy a sacarnos del lío de Oriente Medio ganando”, vaticinó Trump.
El más que probable candidato presidencial republicano, también dedicó tiempo a atacar a la favorita del lado demócrata: Hillary Clinton.
“No debería ni poder presentarse a las elecciones”, expresó Trump, que criticó escándalos como el uso de un servidor privado para comunicaciones sensibles cuando era secretaria de Estado.
Ted Cruz, la última víctima de Donald

“Dimos todo lo que teníamos, pero los electores eligieron otro camino”, lamentó anoche el senador y ahora ex candidato republicano Ted Cruz.
Foto: Agencia EFE
Consciente de que matemáticamente era imposible que ganara la nominación del Partido Republicano a las elecciones presidenciales de noviembre tras la victoria de Trump en Indiana, Cruz finalmente suspendió su campaña electoral.
Rafael Edward “Ted” Cruz, hijo de un exiliado cubano y una estadounidense, nació en Calgary, Canadá, cuando sus padres estaban trabajando allí en la industria petrolera en los años 70. Cruz renunció el año pasado al pasaporte canadiense, ya que la presidencia de Estados Unidos está reservada a estadounidenses de nacimiento y él lo es al ser hijo de una ciudadana de ese país.
Su padre, Rafael Cruz, luchó contra la dictadura de Fulgencio Batista y a los 18 años dejó su Cuba natal para irse vivir a Estados Unidos. Su padre no sabía inglés y no tenía dinero. Se pagó sus estudios limpiando platos y se licenció en matemáticas.
Sus padres estuvieron a punto de separarse cuando él tenía tres años, pero su padre regresó a casa con su familia después de unirse a un grupo de estudio de la Biblia. Ahora es pastor en Texas.
Ted Cruz, un abogado de 44 años, estudió en las universidades de Princeton y Harward y realizó casi toda su carrera política en Texas. Trabajó en la campaña política del presidente George W. Bush. Y entre 2003 y 2008 fue procurador general de Texas.
Aterrizó en Washington en enero de 2013 impulsado por la ola ultraconservadora del Tea Party.
Se presentó a las primarias republicanas como “antiestablishment” con la promesa de luchar contra el “cartel de Washington” y no tiene amigos en el Senado. No le gusta ni a los senadores demócratas ni a los republicanos.
El senador republicano John McCain lo llegó a calificar de “pájaro loco”. Los demócratas lo culparon del cierre parcial del gobierno federal durante 16 días en otoño de 2013 por falta de presupuesto para financiarlo.
Desde su llegada a la capital estadounidense, se convirtió en uno de los detractores más visibles de las políticas del presidente Barack Obama y uno de los senadores más controvertidos.
En septiembre de 2013 habló durante 21 horas y 19 minutos ante el pleno del Senado, en un ejercicio de obstruccionismo parlamentario con el que intentó torpedear la reforma sanitaria del presidente Obama. Su discurso maratoniano incluyó la lectura del clásico de Dr. Seuss “Huevos verdes con jamón” a sus hijas que lo estaban viendo por la televisión.
A pesar de ser hispano, se opone a la reforma migratoria y a la legalización de los 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.
También se opone a la reanudación de relaciones bilaterales con Cuba y al levantamiento del embargo a la isla. En política exterior, es un halcón. Defiende a Israel y se opone a cualquier acuerdo nuclear con Irán.
Su conservadurismo social -es muy religioso y se opone al matrimonio homosexual y al aborto- espantó incluso a los votantes más moderados del Partido Republicano.
En su discurso de ayer en Indianápolis, Indiana, Cruz dijo que abandonaba la carrera con pesar, despejando el camino para que Trump sea el candidato republicano a la Casa Blanca.
“Dejamos todo en el campo (de batalla) en Indiana. Dimos todo lo que teníamos, pero los electores eligieron otro camino, por eso, con pesar, pero con un optimismo ilimitado en el futuro a largo plazo de nuestra nación, estamos suspendiendo nuestra campaña”, lamentó Cruz.