Todo lo que hay que hacer para sentirse bien

El eje corazón-cerebro es motivo permanente de estudio en la Sociedad Argentina de Cardiología. “El aislamiento social tiene una mortalidad superior al tabaco y al alcoholismo”, dice el médico. “Hay que reirse más”, concluye. Sanos consejos del Dr. Miguel Bravo.

TEXTO. ENRIQUE CRUZ (H). FOTO. MANUEL FABATÍA.

10_IMG_2782.JPG

El doctor Miguel Bravo y su claridad para decir qué es lo que hace bien y cuáles son las cosas que se deben evitar.

 

En estos tiempos de mucho estrés y una vida llena de presiones, es importante detenerse un instante para analizar algunas cuestiones que tienen que ver con nuestra salud y con el cuidado que hacemos de ella. Nada ni nadie mejor que el doctor Miguel Bravo, miembro de la Sociedad Argentina de Cardiología perteneciente al Comité de Cardiología del Deporte para que nos oriente sobre algunas prácticas y costumbres que son esenciales para vivir en plenitud.

“Las enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos, denominadas enfermedades cardiovasculares, son la principal causa de muerte en el mundo. Los últimos estudios realizados comprobaron que existe un eje “corazón-cerebro”, compartiendo patologías similares, al igual que los factores de riesgo precipitantes de dichas afecciones. Ya desde hace tiempo que sabemos que las cosas que hacen bien al corazón impactan sobre el cerebro y a la inversa. Pero estudios recientes demostraron cómo quienes presentan enfermedad cardiovascular poseen microlesiones cerebrales que impactan en su nivel cognitivo y aquellos pacientes que reducen sus factores de riesgo coronario también manifiestan mejoras en su aspecto cognitivo, según opina el eminente cardiólogo español Valentín Fuster”, cuenta el doctor Bravo, quien señala que “incorporar buenos hábitos, entonces, rinde y redunda en beneficios para todo el organismo. En el último registro se constataron el fallecimiento de 17,5 millones de personas por enfermedades cardiovasculares, 7,4 millones por dolencias cardíacas y 6,7 millones debido a accidentes cerebrales, aproximadamente”.

- ¿Cuáles son los factores de riesgo propiamente dichos?

- Entre los que afectan a ese eje corazón-cerebro, encontramos la hipertensión arterial; grasas en sangre elevadas, principalmente colesterol; diabetes, tabaquismo, sedentarismo, obesidad y estrés.

- ¿Cómo afecta el consumo de sal?

- El exceso en el consumo de sal mayor a 4-6 gramos al día, genera HTA en gran parte de la población, así como también otro tipo de patologías, tales como diabetes I, artritis reumatoidea (es una variedad de inflamación de las articulaciones) y esclerosis múltiple (consiste en una dolencia del sistema nervioso que afecta al cerebro y produce alteraciones en la vista, debilidad muscular, inconvenientes en la coordinación de movimientos y en el equilibrio).

- ¿Y la conducta humana?

- Considero imprescindible valorar en la actualidad como factor de riesgo adicional a la conducta humana, en momentos en donde tiene indudable importancia la sociedad de consumo en la que estamos inmersos, que nos invita peligrosamente al consumo desmedido de cigarrillos, alcohol, comidas con abundante grasas peligrosas, bebidas extra azucaradas poniendo en serio riesgo al eje corazón-cerebro.

- ¿Cómo se lo puede proteger?

- Recomiendo una serie de pautas, a modo de protección de ambos órganos: controlar los factores de riesgo (grasas en sangre, especialmente colesterol, niveles de glucemia, diabetes); evitar el sobrepeso y el tabaquismo; mantener la presión arterial dentro de parámetros normales; alimentarse preferentemente con verduras, frutas, pescado de mar; realizar ejercicios físicos, previos controles médicos; descansar convenientemente, unas 8 horas diarias de sueño; combatir el estrés a través de seleccionar estrategias personales; mantener una vida social activa. El aislamiento social tiene una mortalidad mayor que el tabaco y el alcoholismo; poner en funcionamiento mecanismos cerebrales tales como estudiar un idioma, realizar crucigramas, aprender todos los días conceptos nuevos y leer comprendiendo el texto entre las numerosas actividades que nos alejan de enfermedades que cursan con pérdida de la memoria, como por ejemplo el Síndrome de Alzheimer.

- Esto último también tiene que ver con la importancia de la conducta humana que mencionaba antes...

- Claro. Hay que tener en cuenta que los momentos que cursan con gran placer, tales como leer un libro que nos apasiona, escuchar música que nos deleita, estar al aire libre gozando de la naturaleza entre tantos, favorecen la presencia de endorfinas en nuestro organismo, sustancias denominadas las moléculas de la felicidad. Y otra cosa, considerar la importancia de la risa. “Reírse mejora la salud, la ciencia lo avala”.

- ¿Qué más?

- Estoy terminando de escribir algo sobre la importancia de caminar, pero no sólo como forma de hacer ejercicio y cuidar nuestra salud evitando, entre otras cosas, la obesidad, sino también como prevención de enfermedades, incluso cáncer y obesidad desde el punto de vista genético.