ElectroRock, explorando nuevos sonidos

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Dos amigos músicos decidieron derribar las barreras entre sonidos acústicos y digitales y dieron forma a ElectroRock, un dúo que está pronto a sacar su primer corte y presentarse en sociedad. En una charla con Nosotros contaron cómo están forjando su música.

 

Textos. Romina Santopietro. Fotos. Gentileza Electrorock.

Javier Puccia y Maximiliano Scotta se conocen desde siempre. Empezaron en la música desde muy chicos, cuando coincidieron en el Crei y son amigos desde entonces.

Han pasado por casi todos los géneros musicales, por gusto y por diversión. Han tocado como solistas, en grupos, dúos o tríos, pero siempre vuelven a tocar juntos, porque se entienden, y les gusta.

Por estos días se embarcaron en un proyecto que aúna sus gustos y sus ganas de experimentar y crear sonidos nuevos.

Están dando forma a ElectroRock, y lo definen como una fusión entre sonidos acústicos y digitales. Con temas propios y músicos invitados, están en pleno proceso de creación.

“Con ElectroRock queremos ser un eslabón para integrar gente. Queremos tener voces invitadas y explorar la parte de fusionar lo acústico con lo digital. Armamos nuestros propios estudios y hacemos la preproducción para las presentaciones. Esto de no encasillarnos tiene que ver con que cada género tiene una riqueza diferente”, cuenta Javier.

“Hacemos las canciones que nos gustan, y tratamos de hacerlo lo mejor que podamos. Cada género tiene su encanto, y también tiene su lugar y su momento”, acuerda Maxi.

“No es lo mismo tocar para una muestra de arte que en un boliche o en un restó donde están sentamos comiendo, la energía es completamente diferente”, completa Javier.

“Depende del evento, nos adaptamos. Elegimos las canciones para ese determinado evento”, cuenta Maximiliano.

“Tratamos de cuidar la estética completa, desde los temas, las formas de tocarlos y la presentación en general”, redondea Maxi.

EL COMIENZO DE ALGO DIFERENTE

Para este proyecto de Electro Rock sí definen un estilo y un género. El primer corte, que está próximo a salir, se llama On the Storm, y predominan los sonidos acústicos y digitales.

“Este proyecto sí tiene una coherencia musical, y un estilo definido”, explica Javier.

También como músicos están encantados con explorar las posibilidades que la tecnología brinda para crear sonidos y música.

“La tecnología no deja nada afuera, y es una herramienta invaluable para probar y modificar sonidos y hacerlos música”, dice entusiasmado Javier.

“Hay sonidos que son estrictamente digitales, que son completamente diferentes de un instrumento acústico. Fusionar esas dos cosas nos da un sonido nuevo, un sonido que queremos hacer”, completa Javier.

El proyecto en sí se trata de no tenerle miedo a lo nuevo. ¡Nos encanta lo nuevo! , dicen ambos casi al unísono.

ElectroRock está pensado para el soporte digital. “La idea es hacer una presentación en vivo con voces y músicos invitados, pero la idea general es poder apoyarnos en el soporte digital”, cuenta Javier.

“La versión definitiva de ElectroRock, lo que queremos que se escuche, es Electro Rock en versión digital. Ese es el proyecto que vamos a difundir y que queremos que se escuche”, sigue Javier.

“Estamos tratando de escapar a lo tradicional”, cierra Maximiliano.

Mi vida en la música empezó desde muy chico, mi abuelo era músico, mi papá siempre quiso ser músico, así que me anotaron en la escuela de música a los 6 años y desde ahí no paré.

A los 13 años en el Crei podés elegir qué instrumento vas a tocar. Yo elegí el saxo. Mis viejos me compraron el instrumento y ahí arranqué.

Soy maestro de música. A los 18 entré a la Banda Municipal de Santo Tomé. Hice la audición y quedé.

De los 15 a los 20 también tocamos juntos con Javi, en Kalipso. Siempre fuimos amigos.

Yo iba estudiando además con profesores particulares, de los que aprendí diferentes estilos y truquitos.

Empecé abogacía, dejé cuando me di cuenta que no era para mí, y comencé con la docencia, primero con alumnos particulares y después en las escuelas.

También hacía música para eventos, desfiles, en comedores... Como saxofonistas de eventos, siempre me interesó la música electrónica.

Toqué también con Mr. Kombus y con La Madre.

Me encantaría tocar en la cancha de Colón.

Maximiliano Scotta

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Soy maestro de música recibido en el Crei. Yo elegí la guitarra en el año 1998.

Si bien no me dedico a la música como medio de vida, sí es la parte de mi día donde hago lo que amo y lo que me gusta. Es más que un hobby.

Para mí la música es no encasillarme, es nunca aburrirte, porque es muy amplia. Hay tanto para disfrutar dentro de la música.

Nunca me encasillé en ningún género.

A los 15 años decanté por la banda de rock, ya nos conocíamos con Maxi en el Crei, y decidimos armar la banda de rock que se llamó Kalipso, junto con otros chicos del Crei de diferentes años.

Como en los recreos y talleres nos integrábamos, nos conocíamos con todos los chicos que cursaban. Esa fue nuestra primera experiencia. Teníamos entre 15 y 20 años.

No éramos una banda de covers, la mayoría eran temas nuestros.

En ese momento me dediqué a Ciencias Económicas, aunque nunca dejé la música.

Por ese tiempo participé del Dúo Sur, éramos dos guitarristas y hacíamos música instrumental.

En ese momento conformamos un trío que se llamó Single Life, donde teníamos dos propuestas: una era más tecno, con la que tocamos en muchos boliches y otra más de música relajada, como para eventos y restaurantes. Y ahora estamos con ElectroRock, donde fusionamos lo acústico con lo digital.

Javier Puccia

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