El adiós de David Cameron

Theresa May, un estilo ecléctico que confirma su determinación

La reina Isabel II nombrará oficialmente hoy como nueva primera ministra de Reino Unido a la conservadora Theresa May, de 59 años, que se convertirá así en la segunda mujer al frente del Gobierno después de la renuncia en 1990 de Margaret Thatcher.

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La ministra del Interior británica, Theresa May, en el 10 de Downing Street. Desde hoy será la responsable política de la conducción del gobierno británico. Foto: Agencia EFE

 

Inmaculada Tapia

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EFE

Tras un firme apretón de manos con la reina Isabel II, Theresa May se convierte hoy en la primera ministra del Reino Unido, una mujer que ha perfilado un estilo ecléctico, que refleja su personalidad y aplomo, sin ceñirse a las últimas tendencias.

Desde 2010, momento en el que fue nombrada ministra del Interior, May ha bajado de peso y ha cambiado su corte de pelo sin perder su esencia y particular estilo clásico que a veces refresca con prendas más atrevidas como botas de mosquetero, vistosos zapatos o chaquetas con llamativos estampados.

Paulatinamente, ha pasado de la media melena al cabello corto, sin excesos, sin ocultar las canas, que “le aportan una imagen serena y experimentada”, según ha explicado hoy a Efe Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación y consultor político.

Consciente de que su imagen va a ser tan analizada como sus decisiones políticas, “ha preferido mantener una imagen natural, una apuesta que denota una gran determinación en una sociedad mediatizada”.

Guttierez-Rubí considera que Theresa May “es una mujer que se impone objetivos y normas, y se adapta si tiene que hacerlo, pero no está dispuesta a transformarse, lo que denota una gran seguridad”.

Este consultor y asesor político describe a la primera ministra británica como “una mujer convincente, con una larga trayectoria política y mucha experiencia en varios ámbitos de la gestión. Sabe cómo enfrentarse a los elementos”, dice, y añade que un político así es “muy conveniente hoy para los conservadores británicos”.

La segunda mujer en la historia de este país en tomar el cargo, después de Margaret Thatcher, luce en sus apariciones públicas un estilo sobrio que ha ido cambiando con el tiempo, donde las chaquetas estampadas, con dibujos y cortes geométricos, durante su etapa como portavoz de los conservadores, han dado paso a tonos básicos, no exentos de vivacidad en patrones más clásicos.

Un estilo que tiene mucho que ver con su personalidad. “Es una mujer de carácter reservado y serio. Toma decisiones y las sabe comunicar. Deja poco espacio a la duda utilizando frases cortas y es evidente su gusto por el cumplimiento formal de las leyes”, indica Gutiérrez-Rubí.

Advierte de que no le intimida la responsabilidad, “le gusta”. “Es estricta y el rigor es importante para ella”.

Chaquetas amplias, de varios bolsillos, en tonos rojos, verdes y los clásicos marinos, además de gris o chocolate forman parte de su fondo de armario, en el que las prendas han ido reduciendo su talla.

Las faldas justo a la rodilla o por encima son lo habitual, aunque combina los pantalones como uniforme de trabajo.

Durante los últimos meses, el calzado es el aspecto que más ha innovado en su vestuario. Su altura le permite utilizar bailarinas y calzado con poco tacón, aunque no renuncia a finos “stilletos”. Estampados de tigre en diferentes tonos, con lazos o bien adornos con apliques de piedras de colores o tachuelas han sido habituales.

Como complementos, los collares de abalorios y bolas en distintos colores son una constante en su vestuario, siendo especialmente fiel a una gargantilla de generosas cuentas dorado que forma parte de su joyero desde hace años.

Aplausos para Cameron

Por su parte, David Cameron recibió hoy el aplauso de los diputados británicos en su última sesión de preguntas al primer ministro en la Cámara de los Comunes, marcada por debates sobre política nacional pero con mucho sentido del humor.

Cameron presidió esta última sesión antes de acudir al palacio de Buckingham para presentar su dimisión a la reina Isabel II.

Al concluir el debate, el “premier” destacó la importancia de la política como servicio al país y recalcó que los diputados entran en este trabajo con “pasión” para ayudar a los ciudadanos.

También admitió que echará de menos los “rugidos” que hacen los diputados en las sesiones parlamentarias cuando tratan de expresar si están o no de acuerdo con lo que se está debatiendo.

Cameron, que llegó al poder en 2010, concluyó su intervención parlamentaria diciendo: “una vez yo también fui el futuro”.

En una cámara abarrotada, el político recibió las felicitaciones de varios diputados y la del líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, que le expresó los “buenos deseos” para él y su familia, y le recordó que le hizo 179 preguntas en los Comunes.

Durante la media hora de debate, Cameron se refirió al futuro del Reino Unido fuera de la Unión Europea -tras el triunfo del “brexit” (salida del bloque) en el referéndum del 23 de junio- al pedir a su sucesora, que calificó como una “negociadora brillante”, que busque mantener lazos “lo más cercanos posibles” con Europa.

La sesión estuvo marcada por comentarios graciosos e ingeniosos, como los trabajos a los que podía optar el “premier” saliente, como su participación en el programa del motor “Top Gear” o “Mira quien baila”, muy populares en el Reino Unido.

Además, Cameron mostró una foto en la que aparece él con el gato “Larry” de la residencia de Downing Street, y confirmó: “lo quiero”, después de los rumores de la prensa sobre todo lo contrario, lo que provocó una explosión de risas de los diputados.

Entre otras cosas, Cameron felicitó a May por haber ganado el liderazgo conservador y bromeó sobre la llegada de mujeres al poder.

“En lo que se refiere a las mujeres primeras ministras, pronto será dos a uno”, dijo el “premier” al referirse a dos mujeres conservadoras como primeras ministras, Margaret Thatcher y May, frente a ninguna en la oposición laborista.

Cameron anunció el pasado 24 de junio su intención de dimitir tras la victoria del “brexit” en el plebiscito europeo.

Una vez que presente su dimisión a la reina, ésta llamará a Theresa May para pedirle que forme Gobierno.

Se espera que una vez en Downing Street, al volver del palacio, May pronuncie unas palabras antes de entrar a la residencia oficial para empezar a nombrar a sus principales ministros.