Palabra de santafesino

“Éste fue el mejor año para nuestro país”

  • El team manager de los equipos de la Cadda, que se preparan para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, habló sobre la actualidad de la natación argentina.
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Raúl Araya tiene a su cargo la coordinación de los equipos nacionales y sus actividades en representación de la Cadda. Foto: Luis Cetraro

 

Luis Gudiño

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No oculta sus deseos de retornar a entrenar nadadores de nuestra ciudad en un futuro inmediato, luego desempeñarse como dirigente deportivo, hoy es el team manager de la selección argentina de natación, representando a la Cadda y con un fuerte desafío en los Juegos Olímpicos de que se aproximan.

El profesor Raúl Araya volvió a su ciudad natal y visitó la redacción de El Litoral, donde nos comentó que “los Juegos Olímpicos son la máxima instancia, generan mucha expectativa, y nosotros venimos con un proceso que llevamos adelante con el asesor australiano Bill Sweetenham, que nos permitió mejorar, al menos en esta etapa y ya quedó demostrado en los Juegos Panamericanos, el Sudamericano, en los que tuvimos una gran evolución”.

Con marcas de nivel

“Llegamos a Río con cuatro nadadores con marcas A, contra nada de Londres 2012. Tales marcas son de clasificación directa y al menos, inicialmente, con expectativa de semifinales”, resaltó entusiasmado.

“Éste fue nuestro mejor año. Fue nuestro mejor Sudamericano afuera de la Argentina en al menos un par de décadas. Estuvimos cerca de Brasil, peleando el puntaje general, y logramos 15 medallas doradas. En el semestre anterior, con los Panamericanos, compitieron 42 países en natación y solo cuatro pudieron ganar al menos una medalla: Estados Unidos, Canadá, Brasil y Argentina”, señaló.

“Fue un Panamericano muy competitivo, Canadá tiró todo lo que tenía; Brasil, que habitualmente va con un equipo alternativo, esta vez llevó lo mejor en mujeres; eso achicó la posibilidad de distribuir medallas a otros países. Quedaron afuera Venezuela, Colombia, Chile, México, Perú. Estar entre esos cuatro nos posicionó muy bien”, indicó.

Caen los récords

“Hubo gran cantidad de récords argentinos bajados en los últimos tres años, más de 70 en total, entre ellos, protagonistas santafesinos como Julia Sebastián y Santiago Grassi. Hay crecimiento, pero hablar de Juegos Olímpicos es otra cosa, es una máxima competencia con su propia lógica y que tiene que ver en cómo llegan los países centrales”, añadió Araya.

“El tema de las aguas abiertas tiene un análisis de múltiples facetas. Hay un grupo de mujeres, entre ellas Cecilia Biagioli, que ha sido irremplazable, el tiempo pasa y hoy Cecilia tiene 31 años; lo de Damián Blaum es similar, Guillermo Bertola estuvo muy cerca de clasificar, y nos cuesta el recambio”.

“Además, el nivel medio de competencia en el mundo ha crecido de gran manera y además, el resto de los países de América del Sur puso la mirada en aguas abiertas como una chance de oportunidades de medallas. Hoy, tenemos clasificados a los Juegos Olímpicos a nadadores de Venezuela, Ecuador, Brasil, Chile, y la competencia es muy fuerte regionalmente”, explicó.

“Hay buenos nadadores en la próxima camada que tomarán sus oportunidades en el futuro”, resaltó.

El día después

“Después de los Juegos Olímpicos tenemos en la Argentina el gran desafío de los Juegos Olímpicos de la Juventud y ya hay un equipo junior trabajando en la altura. Un universo de unos 15 nadadores que llegarán a esos juegos con un promedio de 18 años, y son parte de un recambio natural”, dijo Araya.

“Es la primera vez que tenemos esta oportunidad y es parte de un aprendizaje. Ya sufrimos lo que fue reemplazar a José Meolans y Georgina Bardach, que nos llevó más de un Juego Olímpico, hasta lograr ahora un presente de ir con marcas A”, acotó.

“Santiago Grassi tiene éste y al menos dos Juegos Olímpicos más por delante. El calendario continuará a fin de año con el Mundial de pileta corta en Windsor, Canadá; el año que viene el Mundial absoluto en Hungría; en el 2018, los Juegos Odesur, y en 2019 los Panamericanos”, añadió.

“Con la selección de mayores, nos planteamos un máximo resultado, sobre todo el equipo femenino que tiene un techo importante para evolucionar, hacia Lima 2019 y esperamos tener una consolidación de este grupo de mujeres y sostener a los varones como Grabich, Grassi, y si seguimos trabajando de esta forma seguiremos mejorando”, afirmó.

Ayuda australiana

Sobre el asesor australiano que trabaja en la Cadda, Araya dijo que “nos dijo que debíamos adaptarnos a nuevas formas de trabajo, eso significó un tiempo, decantar, aceptar. Eso fue un cambio importante para los entrenadores. Pero al mismo tiempo nos dijo que si hacíamos eso nos acercaríamos al máximo nivel”.

“A los nadadores, le dijo que no se daban cuenta de cuán buenos podían ser, que no veía límites en ellos, y trabajó mucho sobre la parte técnica, formas de entrenamiento y psicológicamente dotando de confianza a entrenadores y nadadores. El proceso se alimentó con resultados”, destacó.

“Es una persona enérgica, demandante, nos puso con contacto real con el primer mundo de la natación. Tener un intercambio real, durante mucho tiempo, que esté físicamente en los campus, que nos dé información actualizada, lógicamente, eso paga”, señaló Araya.

Déficit estructural

En cuanto a infraestructura deportiva, Araya dijo que “las piletas de 50 metros son un déficit estructural que tiene nuestro país”, pero aclaró que “es una infraestructura muy costosa, pero no obstante eso se abrieron algunas, como la de Córdoba, Rosario o San Juan”.

“Nuestros limitantes no pasan por ahí. Creo que tenemos infraestructura de base para entrenar, pero la natación, como otros deportes, es muy demandante en tiempo, esfuerzo del deportista y del entrenador”, consignó.

“Sería muy bueno que las nuevas autoridades del Club Colón puedan poner en valor nuevamente a su natatorio de 50 metros y que pueda ser utilizado a la brevedad”, afirmó.

Otros Juegos en la mira

“Para los Juegos de la Juventud se construirá un nuevo complejo acuático, un nuevo Cenard, con un doble de plazas de alojamiento que el actual”, adelantó Araya.

“Estará enclavado en la zona sur de Buenos Aires, en Villa Soldatti, y todo evento deportivo de tal magnitud genera nuevas infraestructuras que quedarán para su uso, son megaestructuras que se están haciendo con un criterio muy racional y que servirán a nuestros deportistas para el futuro”.

Finalmente, hizo referencia a la preparación del equipo argentino que va a Río, y señaló que lo realizado en la altura fue muy positivo; que ahora ya están entrenando cada uno en sus clubes y que el equipo estará integrado por Andrea Berrino, Virginia Bardach, Julia Sebastián, Macarena Ceballos, Federico Grabich, Martín Naidich, Santiago Grassi y los entrenadores Gustavo Roldán, Mónica Gherardi, pero aclaró que cedió su plaza para que puedan estar junto a sus nadadores el entrenador Adrián Tur (Unión) y Federico Rossi, en forma alternativa.


Un tema “delicado”

“Lo del doping de Martín Carrizo es un tema muy delicado, fue para nosotros una gran sorpresa. Él es un chico que se incorporó este año a la selección argentina. He hablado bastante con él y lo mantengo en reserva. Si todo se confirma deberá asumir un error, una equivocación, esperar la sanción y mirar al futuro para recuperarse posteriormente”, expresó Raúl Araya.

“Creo que fue un golpe importante para nosotros, no lo esperábamos. Los nadadores son sometidos a controles permanentes, sin aviso, deben informar a Fina donde van a estar en los próximos tres meses, porque pueden ser sometidos en cualquier momento y a cualquier hora. A Naidich lo fueron a buscar a su casa a las 6 de la mañana para un control. Así funciona”, indicó.

“Todos los nadadores del seleccionado están preparados para ello y es su obligación conocer las normas”, aseguró y resaltó que “una situación individual por supuesto que afecta, pero estamos tranquilos que no tiene nada que ver con la media de la imagen de nuestra natación”, concluyó.