PUBLICACIONES. DOS MIRADAS AL ERARIO PUBLICO
PUBLICACIONES. DOS MIRADAS AL ERARIO PUBLICO
Sobre la bolsa del príncipe
Con el título, no se alude sólo a una de las dos formas de Estado observadas por Maquiavelo, pero sí al género Estado y sus finanzas. En dos obras aparecidas recientemente, Miguel Ángel Asensio aborda diversas nociones, ideas y conceptos que son inherentes al estudio de la naturaleza y aplicación de los dineros públicos. Los dos libros que hemos recibido para la biblioteca de El Litoral fueron publicados entre la primera y segunda mitad del año pasado. El primero constituye la segunda edición revisada y ampliada de su homólogo aparecido en 2012 y se titula “Finanzas Públicas. Notas de Orientación”. El segundo, que pivotea sobre la problemática del presupuesto público y aspectos conceptuales y empíricos vinculados, se ha editado bajo el nombre de “Economía Fiscal”.
Como lo indica el autor en la obra inicialmente mencionada “cuando un ciudadano se preocupa por el nivel que tienen sus obligaciones impositivas, o cuando en otro momento siente o expresa disconformidad con la calidad de los servicios públicos que insumen abultados recursos financieros o finalmente, cuando lee en los periódicos o conoce por los medios de información cuán abultada es la deuda del Estado, se estará enfrentando con problemas de finanzas públicas”.
Concebida como sobrevuelo o visión panorámica, pensando en no especialistas o estudiantes deseosos de disponer de una breve síntesis dominada por un lenguaje orientativo y casi coloquial, pretende operar como hoja de ruta para los mismos en una temática que luce a veces escabrosa y es extensible a otros ciudadanos como agentes públicos, comunicadores sociales o simples interesados. De allí los trece capítulos, donde junto a la moderna crisis griega y los problemas del déficit, así como abordajes del sector público, los ingresos y gastos y las deudas estatales, pueda aparecer el vínculo entre el “tesoro fiscal” y el “tesoro monetario”.
Los epígrafes iniciales procuran acentuar el interés del lector. Allí, al tiempo de recordar a Franklin, quien consideraba en la vida dos certidumbres, la muerte y los impuestos, o a Schumpeter para quien el espíritu de un pueblo está escrito con claridad en su historia fiscal, no olvidará al célebre ministro Gladstone, que veía a los impuestos directos e indirectos como dos hermanas atractivas y de fortuna, a las que convenía igualmente cortejar.
Con explicaciones más coloquiales e intuitivas que formales se intentará construir una mirada a las Finanzas Públicas desde la sencillez. Porque, como apuntaba el citado Schumpeter hace casi un siglo: “La Hacienda Pública es uno de los mejores puntos de partida para realizar una investigación de la sociedad...”.
En la segunda contribución que comentamos, se sostiene similar estilo explicativo. Comprende un conjunto de lecturas que abordan una pluralidad de aspectos orientados también a la interpretación de las finanzas del Estado donde el presupuesto público jugará un papel sustantivo. La denominación de la obra recoge el énfasis de una escuela de pensamiento en su particular importancia.
Conformada por una serie de abordajes de profundización con respecto a la primera obra ya mencionada, eslabona cuestiones tales como la significación extrafinanciera del presupuesto, la delicada cuestión de elegir la “cesta de recursos fiscales”, la calificación de las intervenciones públicas, las externalidades y la productividad del gasto público, enfatizará en cuestiones como la integralidad del presupuesto y las erogaciones extrapresupuestarias, tanto como en el logro del modernamente apreciado “espacio fiscal”, crucial para la concreción de las políticas públicas.
También aquí recurrirá a la eficacia de los epígrafes como disparadores. Recordará entonces la sentencia de Pierre Léveque: “Gracias a los papiros es posible hacerse una idea del presupuesto real egipcio [helénico], cuyo montante era considerable...no había ninguna riqueza, natural o procedente del trabajo del hombre, de la que el rey no recibiera su parte...”.
Recordará al estudioso de las finanzas públicas que todo pasa por el presupuesto. Porque los presupuestos son las finanzas públicas, resultando su corazón, tanto como cuerpo conjunto, como por sus partes u órganos, integrantes estructurales de tan grande anatomía. Concluirá indicando que dicha “nave”‘ requiere orientación y conducción, con un horizonte claro para un arribo provechoso, cuya gestión resulta un problema central de administración pública.
Publicó Editorial O. Buyatti.
Con explicaciones más coloquiales e intuitivas que formales se intentará construir una mirada a las Finanzas Públicas desde la sencillez.