llegan cartas
llegan cartas
El docente y sus dilemas
PROF. JONATAN ABRATTE
“Siempre he pensado que a la escuela la hacen, en primer lugar, los profesores”. Uno de los grandes problemas del docente actual es el concepto o autoconcepto que tiene sobre sí mismo. Por eso me gusta tanto esta cita de Daniel Pennac. Se trata de una frase que habla del orgullo de tu profesión, de la dignidad de ser docente, de la enorme suerte que tienes de transmitir lo que sabes sin esperar nada a cambio. Pero como en todas las cosas de la vida, también nos encontramos con muchos problemas, desde los internos de cada institución, las quejas de padres, la falta de estudio por parte del alumnado, la falta de compromiso de algunos colegas y el que una profesión tan importante como la nuestra, no sea considerada “en serio”.
Les voy a presentar un dilema común con el cual nos encontramos muchos docentes en la actualidad, para no decir la mayoría. Como docentes nosotros debemos evaluar al alumno. Podemos tener un sinfín de conceptos de evaluación y sobre lo que nosotros consideramos importante en ella, pero hay una situación en la cual nos vamos a encontrar alguna vez en nuestra carrera, “Hacer repetir al alumno o dejarlo pasar sin los aprendizajes”. Con esto me refiero a que con una u otra acción podemos tener dos posibles resultados: 1) dejarlo pasar sin los conocimientos adquiridos y, luego, cuando se enfrente a la sociedad se dé cuenta de la importancia de esos conocimientos; lo que le generará, por lo tanto, una condena social-académica en el trabajo o en sus estudios posteriores; 2) hacerlo repetir, que curse nuevamente todo el mismo año lectivo y revea los conocimientos en los cuales presenta falencias, pero con el riesgo de lastimar su autoestima, perjudicar su conducta, actitudes y pensamientos. En mi opinión, a la repitencia hay que aplicarla cuando es necesaria, siempre y cuando se haya intentado recuperar al alumno mediante otros métodos, porque promocionar alumnos sin conocimientos es condenarlos socialmente en sus futuros trabajos o en diferentes situaciones académicas. Pero también debemos entender que daña al alumno en un sentido social y psicológico, ya que, por ejemplo, sus compañeros seguirán en el otro año y él quedará en el anterior.
¿Será que los docentes somos problemáticos?