Acuerdo político

El viernes se inicia el programa de seguridad conjunto en la provincia

  • Se volverán a reunir Lifschitz y Bullrich en Rosario, donde pondrán en marcha los comités de planificación y territorio. Se espera que los efectivos federales arriben a Santa Fe la semana próxima.
2-U-DYN20.jpg

A paso redoblado. Frigerio, Lifschitz y Bullrich, luego de la reunión con Macri y antes de la conferencia de prensa. Foto: DyN

 

De la redacción de El Litoral

[email protected]

Corresponsalía Rosario

El viernes próximo se empezará a materializar en la provincia el acuerdo firmado entre el gobierno provincial y nacional para implementar un plan de seguridad en Santa Fe. Ese día el gobernador, Miguel Lifschitz, y la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, se reunirán en Rosario, donde se conformarán los comités de “planificación y definición de estrategias”, que encabezarán los dos funcionarios, y otro “operativo en territorio”, que estará integrado por los jefes de las fuerzas federales y provinciales.

Aún no se definió la cantidad de efectivos federales que arribarán a Santa Fe, aunque según señaló el gobernador “ya se está desarrollando la logística para la llegada de los gendarmes”.

“Costó un poco pero llegamos a un acuerdo lógico, razonable, dentro de lo que permiten las normas vigentes”, explicó Lifschitz hoy a la mañana, y agregó: “Habrá un esfuerzo compartido entre el gobierno nacional y el provincial, se luchará contra delitos de seguridad y contra delitos federales“.

Lifschitz advirtió que “lejos de ignorar” el problema del narcotráfico, lo primero que hay que atacar es “el fenómeno de la distribución de droga”. “Es un delito de competencia federal donde la Justicia juega un rol importante”, remarcó el gobernador.

El acuerdo se rubricó después de una extensa reunión que el gobernador mantuvo a las 15 de ayer con el presidente, Mauricio Macri; el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y los ministros Bullrich y Frigerio.

Ambos sectores políticos parecieron bajar los decibeles después de una semana polémica, con declaraciones cruzadas antes y después de las marchas en demanda de seguridad que se realizaron en Rosario y también en Santa Fe.

Lifschitz dijo que con este acuerdo “hay un cambio sustantivo que no tiene que ver con el número sino con la coordinación de las fuerzas. Anteriormente, se realizaban tareas descoordinadas. Buena parte de los recursos se terminaban desperdiciando. Lo clave de esto es una coordinación estratégica y la permanencia”. El convenio tiene vigencia hasta el 31 de diciembre de 2017 y rige para toda la provincia.

La dura verdad

Por su parte, la ministra de Seguridad admitió que con el mandatario provincial tuvo “una discusión”, y señaló que “el presidente le planteó al gobernador las cosas que tenían que cambiar. Cuando se habla con la verdad no hay asperezas. Muchas veces, la verdad es dura. Nosotros decidimos tomar el toro por las astas en la lucha contra el narcotráfico y vamos a ir al hueso”.

Bullrich consideró que “es muy importante la cooperación que se va a llevar adelante para superar los problemas de inseguridad y de narcotráfico. Para eso, vamos a tener un comité de análisis estratégico y otro operativo. El objetivo es desbaratar las bandas y las redes de delitos complejos. La idea es bajar una tasa de homicidios que en Santa Fe está por encima del índice del país o de ciudades similares. Esto tiene que ver con la violencia que genera el narcotráfico. Por eso, no sólo vamos a trabajar en los patrullajes sino también en el área de inteligencia criminal para desarticular estas organizaciones”.

La ministra detalló que “va a haber una apertura de la información tanto de las fuerzas provinciales como federales. Es bueno el control cruzado para saber cómo se mueven ambas fuerzas”.

Clima tenso

  • La firma del convenio fue precedida por un clima tenso a nivel político. Después de dos multitudinarias marchas en Rosario y una en Santa Fe, el problema de la inseguridad y la violencia afloró con urgencia en la agenda política. El martes 30 de agosto pasado, Lifschitz se reunió por primera vez con las autoridades del Ministerio de Seguridad de la Nación en busca de ayuda para enfrentar la situación en las dos principales ciudades de la provincia.

Ese día, comenzó una larga negociación que terminó con polémica y conflicto entre los dos gobiernos. El propio Lifschitz admitió el viernes pasado en una conferencia de prensa que la propuesta de Bullrich fue aplicar la ley de seguridad interior, y específicamente aplicar el artículo 13 que prevé la conformación de un comité de crisis para el manejo de las fuerzas de seguridad. Se interpretó desde el gobierno provincial que esa decisión implicaba una intervención a la policía de Santa Fe.

Ante la dureza del Ministerio de Seguridad nacional, el gobernador empezó a entablar negociaciones paralelas con el ala política de la administración de Cambiemos; con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Este último estuvo el sábado en Rufino junto con Lifschitz para el anuncio de un plan de hábitat con un aporte de la Nación de unos 900 millones. “Nosotros tenemos la mejor predisposición. Queremos ayudar y contribuir desde la Nación a traer un poco de paz a los santafesinos”, sostuvo Frigerio en un intento por calmar la tormenta que desató la ministra de Seguridad de la Nación. En la reunión con el presidente, se dio por cerrado el tema, y comenzará una nueva etapa tras la firma de este convenio.

Lifschitz dijo que con este acuerdo “hay un cambio sustantivo que no tiene que ver con el número sino con la coordinación de las fuerzas”.

“Cuando se habla con la verdad no hay asperezas. Muchas veces la verdad es dura. Nosotros decidimos tomar el toro por las astas en la lucha contra el narcotráfico y vamos a ir al hueso”, dijo Bullrich.