Hacían los raptos “virtuales”

La policía detuvo a la gitana que lideraba banda de secuestradores

Una gitana, de 46 años de edad, fue detenida por la policía Metropolitana acusada de liderar una banda que realizaba secuestros “virtuales”. Era la voz que, en medio de sollozos, decía ser la hija, hermana o sobrina de la víctima.

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Las detenciones y allanamientos permitió desbaratar la banda que trabajaba muy activamente. Foto: Archivo El Litoral

 

Télam

Una mujer de origen gitano fue detenida en el barrio porteño de Vélez Sarsfield acusada de liderar una banda que cometía secuestros virtuales en la Capital Federal y de ser “la llorona” que llamaba a las víctimas haciéndose pasar por un familiar que supuestamente estaba en cautiverio, informaron hoy fuentes policiales.

La investigación y los procedimientos estuvieron a cargo de la División Delitos y Crimen Organizado de la Policía Metropolitana, en una causa judicial dirigida por el fiscal de Núñez-Saavedra, José María Campagnoli, y el juez de instrucción Guillermo Carvajal.

En total se hicieron cuatro allanamientos en diversos barrios porteños y, según los pesquisas, en esta causa se esclarecieron diez secuestros virtuales en los que la banda llegó a cobrar rescate.

La imputada es una mujer gitana de 46 años, a quien los investigadores apodaron “la dama de los secuestros virtuales” o “la llorona”, porque era la encargada de engañar a las víctimas llamado entre sollozos y haciéndose pasar por una hija, hermana o sobrina falsamente secuestrada.

La acusada fue detenida en un domicilio de la calle Calderón de la Barca al 600 donde se secuestraron, incluso debajo de un colchón, joyas, relojes, dinero y tres armas: una escopeta 12.70 y dos revólveres, uno calibre .32 y otro .357 Magnum.

El segundo allanamiento fue realizado a la vuelta de la casa de “la llorona”, en una concesionaria de autos llamada “JN Automotores”, ubicada sobre la avenida Juan B. Justo al 7700, donde se compran y venden autos de alta gama como un Chevrolet Camaro o un Peugeot RCZ y varias camionetas 4X4.

Los investigadores sospechan que algunos de esos autos podrían haber sido usados en la logística de los secuestros virtuales que realizaban o adquiridos con el dinero de los rescates, por lo que se secuestró documentación de los vehículos.

En La Paternal

En tercer procedimiento fue realizado por los detectives de la Metropolitana en el supuesto “bunker” desde donde la banda realizaba los llamados de los falsos secuestros, en el barrio porteño de La Paternal.

En ese lugar se secuestró una computadora fundamental en la investigación, ya que se sospecha que con esa máquina buscaban la información de sus víctimas en páginas que aportan nombres, números de teléfono y direcciones.

En los tres allanamientos se secuestraron una docena de teléfonos celulares y handies.Los secuestros virtuales que se le adjudican a esta banda fueron realizados en la zona de Saavedra y Nuñez, razón por la que intervino la fiscalía de distrito a cargo de Campagnoli en la investigación judicial.

El modus operandi que tiene este tipo de organizaciones es elegir teléfonos de una misma cuadra e ir llamando de a uno hasta que alguno caiga en la trampa.

Uno de los delincuentes llama haciéndose pasar por un secuestrador que tiene cautivo a un familiar de la casa, y detrás de él una mujer imita el llanto o los pedidos de socorro de un falso secuestrado.

Los falsos secuestradores siempre exigen a la víctima que no corte la comunicación -para que no pueda chequear con un llamado si es cierto que ese familiar está secuestrado-, mientras que otro integrante de la banda avisa a otro grupo que se encuentra en el barrio que pase a retirar el dinero y las joyas que se cobran por un secuestro que nunca existió.