CONCIERTO DE LA ORQUESTA SINFÓNICA
Sonoridades diferentes
CONCIERTO DE LA ORQUESTA SINFÓNICA
Sonoridades diferentes
El ensamble se presentará el sábado a las 21, con dirección de Roberto Buffo. Al repertorio, que incluye obras de Respighi y Dvorák, se sumará “Al margen” de Denise Fournier, que se estrenará esa noche. “Es una obra interdisciplinaria que involucra la música, la literatura y la danza”, contó la compositora.

Roberto Buffo, el director invitado.
Foto: Gentileza producción
Juan Ignacio Novak
El maestro Roberto Buffo, en calidad de invitado, dirigirá a la Orquesta Sinfónica de Santa Fe en su próximo concierto de temporada, que se realizará el sábado a las 21 en el Centro Cultural Provincial (Junín 2457), con entrada libre y gratuita. El programa incluirá una obra de Denise Fournier, profesora de música y copista de la Sinfónica, que será estrenada esa misma noche, con intervenciones de Gabriel Villot y la bailarina platense Moira Hidalgo. Fournier explicó las características de la obra y las motivaciones que llevaron a su creación.
—¿Cómo está estructurada “Al margen”?
—Es una obra interdisciplinaria que involucra la música, la literatura y la danza. Está basada en cuatro poemas del poeta platense Mariano Dubin que retratan cuatro situaciones diferentes de marginación social: “Santa Fe esquina Cerrito”, “Isla Paulino”, “Flaco Pescuezo” y “Antonio” y se corresponden con los cuatro movimientos de la obra. En cada uno de ellos, intenté retratar el paisaje sonoro que envuelve a cada personaje así como también sus emociones y las del propio escritor, al describirlos. El proceso de composición involucró un trabajo de ida y vuelta con el escritor y la bailarina, siendo disparadores del mismo, las reflexiones en conjunto acerca de los poemas, los audios con los poemas recitados por el autor y los movimientos de Moira, de tal manera que se integraron a la música, algunos sonidos emergentes de la danza.
La composición musical podría enmarcarse en el lenguaje de la música contemporánea, que utiliza otras técnicas en los instrumentos de orquesta, además de las tradicionales, obteniendo así sonoridades diferentes a lo que se está acostumbrado a escuchar. De esta manera, se podría decir también que se han elegido sonidos que suelen ser marginados de la música orquestal, aunque no puedo dejar de mencionar que este lenguaje tiene ya varias décadas.
—¿Por qué elegiste la composición dentro de la amplia gama que ofrece la formación musical? Parece un camino más arduo que el estudio de un instrumento específico.
—Yo diría que todos los caminos de la música son muy satisfactorios y arduos a la vez. Creo que la elección de la composición viene por una inclinación hacia la creación y la imaginación. Desde chica me gustó inventar, al principio en el campo de la literatura, escribiendo cuentos, poemas e imaginando historias como guión de una obra de teatro o cine. Más tarde, cuando comencé mis estudios de música, solía distraerme del estudio de las obras y los ejercicios, probando diferentes combinaciones de acordes, componiendo melodías y partes de canciones. Pero siempre me sentía limitada con el conocimiento y las herramientas. Vengo de una familia de profesionales dedicados al arte como un hobbie, y yo me encaminaba hacia lo mismo, hasta que un amigo que estudiaba composición en la Universidad de La Plata, ciudad de la que soy oriunda, viendo mi interés por la música me hizo conocer la facultad y la carrera de composición, y me hizo escuchar música contemporánea y muchos conciertos de alumnos y organismos musicales platenses. Me quedé maravillada con ese mundo y al año siguiente comencé mis estudios de composición en Bellas Artes.

Denise Fournier, la compositora de la obra “Al margen”.
Foto: Gentileza Juliana Chiappero
Un desafío
Roberto Buffo, quien conducirá la Orquesta en el concierto del fin de semana, es pianista y director oriundo de Tucumán. Posee una amplia trayectoria como recitalista y camarista, con proyección internacional.
—Dirigirá obras de Respighi y Dvorak. ¿Qué visión tiene sobre la obra de estos compositores?
—Dos compositores que me encantan, pero muy diferentes entre sí. Dvorak pertenece al último romanticismo, posterior a 1860, donde se incluyen todos los grandes sinfonistas. La sinfonía Nº 6, que interpretaremos, es una de las más luminosas y optimistas del compositor, firmemente basada en el folclore checo. Respighi, brillante orquestador, compuso tanto para gran orquesta como para formaciones orquestales más pequeñas, camarísticas. Un aspecto muy significativo de su obra fue el rescate de la música italiana del renacimiento y el barroco temprano. Sus tres suites de “antiguas arias y danzas” corresponden a tal tendencia estética, instrumentadas de acuerdo con las posibilidades orquestales del siglo XX pero conservando el espíritu “cortesano” de los originales.
—Estrenará una obra de Denise Fournier, quien está iniciando su carrera. Debe ser una experiencia significativa y a la vez una responsabilidad.
—Representa un desafío para la Orquesta y para mí. Incluye un recitante y una bailarina así como técnicas extendidas en los diferentes instrumentos en la búsqueda de efectos sonoros novedosos y originales. Tiene un fuerte significado social ya que en cada uno de sus cuatro números se relata con palabras, música y coreografía situación de marginalidad de distintos personajes. Implica una circunstancia de dirección específica para la estética y a la vez una experiencia singular para la audiencia.
—Tuvo experiencias al frente de organismos sinfónicos de varios puntos de la Argentina y también en Francia y Rumania. A partir de esa posibilidad de contrastar las experiencias de Europa y Latinoamérica, ¿qué visión tiene del nivel de la música académica en nuestro país?
—Es muy bueno. Cada país se destaca por algo: nosotros por la pasión interpretativa. En Estados Unidos, siempre me pedían que ejecutase en piano música española o latinoamericana, respecto de las cuales uno corre con ventaja. En Francia, dirigí varias veces Piazzolla, por quien tienen devoción. Las orquestas del hemisferio norte son técnicamente impecables pero considero de buena fe que el empeño interpretativo que hay en Argentina y el entusiasmo del público en los conciertos son singulares y dignos de destacarse y de estar concientes de ellos.
El dato
Repertorio