Un problema recurrente en el transporte público

Alto Verde: el chaparrón del viernes complicó la circulación de la Línea 13

  • La llovizna dejó al barrio sin colectivos hasta el sábado a la tarde. Los vecinos reconocen que la obra de asfalto, casi terminada, será un principio de solución pero no la definitiva: piden que la empresa tenga más y mejores coches.
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Única parada. Los días de lluvia, la garita de la Manzana 2 se convierte en la única parada de la Línea 13, porque no se puede ingresar al resto del barrio. Foto: Periodismo ciudadano

 

De la Redacción de El Litoral

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El chaparrón de 15 minutos que cayó el viernes por la mañana en Alto Verde dejó a los vecinos sin transporte público hasta el sábado a la tarde. Minutos después de las primeras gotas, la fila de pasajeros que esperaban la llegada del colectivo se extendía por más de 100 metros en la Manzana 2. Sucede que los días de lluvia, esa parada en el ingreso al barrio se convierte en el punto de llegada y de partida de los coches entre Alto Verde y el resto de la ciudad, ya que los colectivos no pueden seguir con el recorrido hacia el interior del barrio por el estado en el que queda la calle, de barro y arena.

“La gente ya sabe que si llueve, aunque sea un poco, tiene que caminar hasta el ingreso al barrio para poder tomar el colectivo”, contó Hugo Cabrera, vicepresidente de la Vecinal Pro Mejoras Alto Verde, en una entrevista con El Litoral. En redes sociales, las quejas no se hicieron esperar.

La distancia que camina cada uno para llegar a la parada difiere según el caso. Soledad Torres Poro relató que vive en La Boca y cuando llueve tiene que caminar varios kilómetros para llegar a la garita. “Alto Verde tiene por los menos uno o dos colectivos, la gente de La Boca no y encima tiene que caminar hasta la plaza de La Paz para salir a trabajar”, destacó.

El tiempo de espera es una incógnita. “Puede ser desde media hora hasta una hora y media, depende de si algún coche se rompe en el camino”, dijo el vecinalista. Con la llegada de los coches, el problema se agudiza: hay más pasajeros que espacio, y muchos deben esperar que pase otro coche para poder subir y viajar.

El problema tiene principio de solución: cuando llueve los colectivos no completan su recorrido porque la calle Padre Buntig se vuelve intransitable. Así, choferes y vecinos esperan que pase la máquina niveladora para que los coches vuelvan a pasar. “La falta de coordinación hace que la máquina demore varios días y complique a choferes y vecinos”, opinó Cabrera.

Coches en mal estado

Los reclamos de los vecinos por la Línea 13 son de larga data. Por un lado, quienes viven en el barrio reconocen que la llegada del asfalto a calle Demetrio Gómez será un paliativo al asegurar la transitabilidad de gran parte del recorrido. La obra, que se ejecuta como parte del Plan Abre que combina esfuerzos provinciales y municipales, será inaugurada en los próximos meses.

Pero los vecinos advierten que hay otro problema. “La falta de inversión de la empresa se evidencia en el mal estado de los coches. Todos los días se rompe un colectivo”, destacó Cabrera. Los vecinos son testigos del deterioro: “Hoy un cole perdió una ventana antes de la Estación Belgrano. Una vergüenza”, planteó Julio Reyes el viernes.

Esa mañana, la vecina Lorena Huter Córdoba contó en Facebook lo que escuchó como testigo ocasional: “Hoy uno de los choferes estaba hablando por teléfono con un tal Marcelo y le decía que todos los coches estaban rotos. Le pedía que hagan algo porque tenían un solo colectivo, que le diera una solución porque era mucha la gente que viajaba y que así no podía trabajar”.

Los problemas que genera la deficiencia del servicio de transporte público en Alto Verde son temas recurrentes en las reuniones de la Red Interinstitucional que nuclea a entidades y vecinos. Los vecinos acercaron sus preocupaciones a diferentes concejales, pero no logran que la empresa los atienda.

“Tenemos el apoyo de los concejales, pero no podemos llegar a la empresa ni al municipio para plantear el problema de fondo: el barrio está superpoblado y la frecuencia de la línea ya no la soporta”, concluyó Cabrera.