Este sábado, en ATE Casa España

Todo en familia

Airbag llega para presentar “Mentira la verdad”, su más reciente material. En exclusiva, Pato Sardelli cuenta la intimidad de este trío joven pero con experiencia.

Todo en familia

Gastón, Patricio y Guido Sardelli, artífices de una carrera de 12 años. Foto: Gentileza producción

 

Ignacio Andrés Amarillo

[email protected]

Este sábado desde las 21, en ATE Casa España (Rivadavia 2871), Airbag llegará para presentar “Mentira la verdad”, su flamante placa. Las entradas están disponibles en la boletería de la sala y a través de www.ticketway.com.ar.

Antes del desembarco, El Litoral dialogó con Patricio Sardelli, voz y guitarra del grupo que conforma con sus hermanos Gastón (bajo y coros) y Guido (guitarras, voces y baterías en estudio).

Gestación

—¿Cómo fue hacer “Mentira la verdad”?

—Estuvimos tres años de gira con “Libertad”, un disco que nos regaló un montón de cosas: giras, shows, conciertos. Terminando el año pasado dijimos: “entramos a grabar”; nos metimos en el verano al estudio con un par de riffs y cositas, pero la idea era componer en el estudio, como se hacía en los ‘70: las bandas entraban y se ponían a grabar ahí mismo.

Fue ése el proceso, por eso es un disco muy fresco, y estamos muy contentos de tocarlo en vivo. Se grabó prácticamente todos tocando a la vez, hay muchas primeras tomas, componiendo en el momento. Es un gran disco, estamos muy contentos.

—¿Hay una relación del título con el programa de Darío Sztajnszrajber?

—Viene un poco por ahí. Hace referencia a la alegoría Cada proceso histórico tiene su quiebre, donde aparecen distintas verdades. El disco habla un poco de eso. “Vivamos el momento”, que es primer single, hace un poco esa referencia: hicimos un videoclip en el Valle de la Luna, en San Juan. Tratamos de hacer una llegada a la Luna de tres astronautas argentinos, haciendo un poco de ironía sobre la llegada a la luna de los Estados Unidos en el ‘69, que hay muchas teorías de que esa vez fue una puesta en escena para ganar la Guerra Fría y muchas cosas políticas por detrás. Y a todo el mundo le hicieron creer una versión que quizás es mentira. Esas cosas hay que tomarlas con pinzas, porque nunca terminamos de conocer la verdad. Por eso nos pareció interesante jugar con ese título.

—Bueno, “Apocalipsis confort” tiene ese componente de que más allá de lo que nos damos cuenta, en el mundo pasan otras cosas...

—Totalmente. “Apocalipsis confort” lo grafica desde otro lado, pero tranquilamente habla de lo mismo. Hoy, con tu celular podés comprar lo que quieras, una heladera y te la traen a tu casa, y queda grabado en el sistema lo que compraste y dónde vivís, y dónde estuviste a la tarde por tu GPS. Toda la información que estás dando por confort, por estar en tu casa en su sillón, queda grabada en un sistema y alguien la tiene. Y como sucede eso al mismo momento están tirando bombas desde un dron en Medio Oriente, y muere gente, y vos no tenés idea: estás con tu celular viendo pelotudeces o disfrutando de ese confort, cediste a una empresa. A veces no nos damos cuenta, y creemos que somos unos genios por esa comodidad nueva que estamos teniendo. Pero la estamos pagando caro.

Evolución

—¿Qué tiene de distinto “Mentira la verdad” con respecto a “Libertad”?

—En cuanto al audio, creo que superamos la calidad de disco a disco: trabajamos para llegar a un audio mejor. Después es un disco muy guitarrero: las guitarras dominan el disco. Es mucho más corto, más compacto: “Libertad” tenía 15 canciones, éste solamente tiene 10 y un instrumental.

Quisimos hacer la fórmula que usaban bandas de los ‘70: eran de ese largo porque para que entraran en un vinilo te lo pedía el sistema: no podías sacar un tema de 25 canciones. Por ese lado, es muy “al frente” y muy crudo, no tiene nada que ver con lo tecnológico, es muy vintage. Nos gusta porque en vivo somos eso, no usamos nada digital, ni somos de disparar secuencias, todo lo que suena se está viendo en el escenario. Así que mantenemos ese espíritu.

—Crecieron dentro de la música, dentro de Airbag. ¿Cómo fue cambiando desde que arrancaron?

—Son distintos procesos. Cuando empezamos éramos muy chicos: hace 12 años salió el primer disco pero yo tocaba la guitarra desde los 10, 11 años, de alguna forma ya sabía que quería hacer eso el resto de mi vida. Después, cuando esto se convirtió en algo más profesional, que empezamos a sacar discos y componer canciones, la banda empieza a crecer, tomar forma e identidad, y disco a disco te vas haciendo diferente, te vas formando como artista, como músico. de la caverna de Platón, que habla de unos seres que están adentro de una caverna, y ésa es su verdad; hasta que uno se anima, escapa de la caverna y ve que afuera hay un mundo. Entra y les dice: “Che, ¿sabían que esto no es la única que tenemos, sino que afuera hay una caverna mucho más grande?”. Y lo tratan como loco, como casi siempre en la historia, cuando alguien tenía una idea que era irreal para la realidad que estaban viviendo. Como cuando alguien dijo alguna vez: “Che, la Tierra no es plana, es redonda y gira alrededor del Sol”.

Uno intenta todos los días mejorar, y el mundo te va cambiando, tu entorno te va influenciando, vas escribiendo de otras cosas, vas componiendo diferente. Es como un camino de ida, no hay mirada para atrás; sino que se le da para adelante y va a avanzando. Es como cuando ves la discografía de los Beatles, escuchás “Love me do” y después “Let it be” o “Sgt. Peppper’s...”. La banda fue mutando, es apasionante.

Vivencias

—¿Sufrieron de algún prejuicio por esto de haber sido una banda de pibes?

—No, para nada. Siempre fuimos muy apoyados por los colegas, incluso cuando arrancamos: éramos chicos y siempre tuvimos los mejores consejos de tipos con mucha experiencia; de renombre, que siempre que nos cruzábamos en festivales y los veíamos como ídolos (lo siguen siendo, pero en aquel momento era mucho más sorprendente, eran los primeros encuentros con tipos que nos doblaban en edad e historia) nos daban los mejores consejos, la mejor vibra.

Nos sentimos tratados con mucho cariño y estamos agradecidos. En el disco anterior, participó Ricardo Mollo, de Divididos, con el cual hoy tenemos una amistad y siempre fue una influencia. El camino nos puso adentro de un estudio trabajando y tocó en una de las canciones.

—Muchos artistas se quejan de que ven más a los compañeros de banda que a la familia, pero ustedes ya eran una familia. ¿Cómo es tener una banda con tus hermanos?

—A mí me resulta espectacular. Nunca estuve en otro proyecto involucrado... ah, sí, de muy chico, a los 14 años, me habían contratado para tocar la guitarra con un cantante tipo Tom Jones. El tipo me vio tocar con nuestra banda en un bar, en los primeros conciertos, y me llamó para su banda; hacía shows en fiestas y eventos. Toqué un poco, pero no me gustó más, y era la primera vez que me pagaban por tocar.

Lo viví como un flash, pero después no me pareció copado y estaba interesado en lo nuestro, no tenía interés en eso. Quería dedicarle todo mi tiempo a nuestra banda, por más que del otro lado me pagaban, y nosotros todavía no hacíamos guita, ni canciones propias: tocábamos covers. Nos sentimos cómodos entre nosotros tres.

—¿Cómo es trabajar con ellos?

—Es la forma en que nos acostumbramos a hacerlo, ya son muchos años de trabajar así. El primer disco salió en 2004, 12 años, y veníamos tocando hacía cuatro años más. Ya está naturalizado. Y tenemos buena relación, los mismos códigos de familia: somos como los Corleone. Nos manejamos de una manera especial, nos conocemos muy bien.

Lo que viene

—El disco salió en septiembre, ya lo presentaron en el Luna Park, están girando. ¿Cómo sigue la cosa?

—Sí, salió el 15 de septiembre, así que hace poco más de un mes que está en la calle. Para nosotros es espectacular, hicimos la presentación del Luna y ya salimos de gira: estuvimos en Tucumán, Salta, Rosario, Córdoba, Misiones. Ahora, estamos contentos de ir a Santa Fe, hace bastante que no íbamos. Después a Uruguay, y de ahí a Mendoza, San Juan.

Estamos preparando algo también para fin de año. Muchas cosas, estamos contentos, llenos de actividad y puertas que se abren con cada disco. Así que yendo para adelante: la gira recién comienza. Y estamos empezando a planear un nuevo videoclip.