LA EDITORIAL DE LA UNL EN LA FERIA DEL LIBRO DE FRANKFURT

“Lo digital está encontrando su lugar en el mundo del libro”

• El sello de la casa de estudios estuvo representado por José Volpogni. La feria alemana, que se realizó del 19 al 23 de octubre, es uno de los mayores escenarios mundiales del mercado del libro, con 7.200 expositores de 100 países.

De la Redacción de El Litoral

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Para dimensionar la escala de la Feria del Libro de Frankfurt basta un dato: 7.200 expositores. Para recorrerla completa, los visitantes pueden abordar un vehículo en el ingreso, cuyo recorrido termina en el último pabellón. Además, hay espacios diseñados para que puedan acceder a sesiones de masaje y relajación. Es que la jornada arranca cerca de las 9 y prosigue hasta bien entrada la tarde. Junto a la de Guadalajara (México) y la de Buenos Aires, la de la ciudad alemana es una de las ferias más importantes del mundo donde la Universidad Nacional del Litoral tiene presencia, en este caso como parte del stand desplegado por la Argentina.

José Volpogni representó a la casa de estudios y destacó la relevancia de formar parte de una actividad de esta escala, en la cual escritores, editores, impresores, diseñadores y distribuidores buscan novedades técnicas, contenidos renovados y un ámbito para debatir temas comunes, desde los derechos de autor hasta las técnicas de merchandising. “Es muy importante la visibilidad y la presencia del proyecto editorial dentro de este escenario, que es el más importante del mundo del libro. Lo importante es mantenerse y lo fundamental es la visibilidad”, señaló.

En diálogo con El Litoral, Volpogni destacó especialmente la realización del cuarto encuentro de editores universitarios a nivel internacional, en el que participaron representantes de África, Asia, Europa y América. “El intercambio es interesante porque se logra compartir las problemáticas. En última instancia, tenemos los mismos problemas. El tema está en ver las posibilidades de resolución que tiene uno u otro”, afirmó.

Los debates

Dos problemáticas centrales guían los debates actuales en torno al libro, según pudo testear Volpogni en las actividades realizadas en Frankfurt. Una es la convivencia entre los soportes papel y digital. Las predicciones de principios de siglo que auguraban para la segunda década (2010-2020) el relevo del papel por lo digital, fracasaron. Lo que funciona es la convivencia de ambos soportes, que posibilitan que las publicaciones encuentren su formato más conveniente.

La otra es el open access, es decir, el acceso libre y gratuito de las publicaciones, favorecido por los avances tecnológicos. Este fenómeno tiene muchas aristas. “En este momento, las nuevas tecnologías permitirían concretar el gran proyecto de la Ilustración de que el conocimiento esté al alcance de la gente. Lo que pasa es que eso colisiona con muchos intereses. Hay una gran tendencia a poder sociabilizar y democratizar todo el conocimiento, conciliar eso con los intereses de los editores, es una de las grandes cuestiones, que por el momento se va resolviendo por países”, explicó Volpogni.

“Lo digital está encontrando su lugar dentro del mundo del libro, que no es justamente el de reemplazar el papel. La idea es que el mundo digital tiene que inventar su objeto. Hay que pensar un formato nuevo, que tenga que ver con el soporte y sus posibilidades para que el mundo digital tenga su objeto propio, no necesariamente una analogía del libro físico que conocemos hoy”, finalizó.

7.200

expositores

• participaron de la Feria del Libro de Frankfurt.

100

países

• estuvieron representados.

10 mil

periodistas

• cubrieron el evento.

270 mil

visitantes

• recorrieron la muestra a lo largo de los tres días.

Con Marta Minujín

Durante su paso, por la Feria del Libro de Frankfurt, Pepe Volpogni se cruzó con Marta Minujín. La artista hizo escala en esa ciudad en medio de un proyecto que prepara, consistente en una intervención para la feria Documenta Kassel, prevista para 2017. Se trata de la reedición de “El Partenón de los libros” que hizo por primera vez en Argentina en 1983 para celebrar la recuperación democrática y consistió en el montaje del Partenón, emblemático templo de la Grecia clásica, con libros prohibidos por la dictadura como materia prima. Ahora, la artista junta volúmenes censurados de todo el mundo para reunir los 100.000 que demandará el nuevo “Partenón de Libros”, que tendrá las medidas originales (70 por 30 metros) y se ubicará en la plaza Friedrichsplatz, el lugar donde en 1933 los nazis quemaron 2.000 publicaciones que “iban en contra del espíritu no-germano”.