Avanzan las designaciones
Un crítico de la política exterior de los EE.UU. asesorará a Trump en seguridad
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció el cargo de asesor de seguridad nacional a ex jefe de la inteligencia militar Michael Flynn, promoviendo a la Casa Blanca a un crítico de la actual política exterior del país.
Télam
La oferta a Michael Flynn, un ex general que fue el principal asesor de seguridad nacional del republicano durante su campaña, es la primera señal que da Trump, tanto a sus aliados como adversarios, sobre la dirección que podría tomar su gobierno en términos de seguridad nacional.
No quedó claro si Flynn aceptó el puesto, que le fue ofrecido por Trump anoche, según informó hoy el diario The New York Times, que citó a un miembro del equipo de transición del presidente electo que pidió no ser identificado.
Flynn, que cumple 58 años el mes que viene, ha cuestionado duramente la política exterior y de Defensa del presidente saliente Barack Obama.
Aunque su puesto no requiere la ratificación del Senado ni forma parte del gabinete, si Flynn acepta trabajará en el Ala Oeste de la Casa Blanca, donde está el despacho oval, y tendrá frecuente acceso al Presidente.
Flynn se ha construido una reputación de astuto profesional de la inteligencia y ser alguien que habla sin rodeos ni pelos en la lengua desde que se convirtió en el director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (AID), en 2012.
Luego de retirarse, dos años después, hizo público que había cuestionado en repetidas ocasiones el enfoque de la administración Obama respecto de las cuestiones internacionales y en especial el combate contra el grupo islamista Estado Islámico (EI), que opera principalmente en Siria e Irak.
Flynn ha pedido a Washington trabajar de manera más estrecha con Rusia, haciéndose eco de comentarios similares de Trump. El año pasado, Flynn viajó a Moscú, donde, junto al presidente Vladimir Putin y otros funcionarios, celebró la apertura de RT, un canal de noticias financiado por el gobierno ruso.
Luego dijo que había recibido una paga para ir al evento, pero rechazó preocupaciones de haber estado contribuyendo con lo que algunos en Estados Unidos ven como una herramienta de propaganda del Kremlin.
Trump es un magnate inmobiliario sin experiencia política, mucho menos experiencia diplomática, y sus primeras acciones sobre seguridad nacional está siendo seguidas con suma atención tanto dentro de Estados Unidos como en el extranjero.
Los medios estadounidenses ya han mencionado a un conjunto de funcionarios o ex funcionarios con diversos grados de experiencia a los que Trump ha ofrecido cargos en su futuro gobierno, incluyendo los cruciales Departamento de Estado y de Defensa.
Anoche, el presidente electo tuvo su primera reunión cara a cara con un líder extranjero desde su triunfo electoral del 8 de noviembre, al recibir en privado al primer ministro japonés, Shinzo Abe, en la Trump Tower de Nueva York.
Mientras que Trump no hizo declaraciones tras la reunión, Abe dijo que el presidente electo era “un líder en el que puedo tener una gran confianza”.
Otras reuniones
Trump también mantuvo consultas con el ex secretario de Estado Henry Kissinger y una reunión con el gobernador de Carolina del Sur, Nikki Haley, uno de los nombres que se mencionan como titular del Departamento de Estado, es decir como jefe de la diplomacia estadounidense.
En Washington, el vicepresidente electo, Mike Pence, se reunió ayer con los líderes republicanos del Congreso.También tuvo un encuentro con la jefa de la bancada demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y con el nuevo líder de la bancada demócrata en el Senado, Chuck Schumer.
El objetivo fue presentar sus respetos a Pelosi y Schumer mientras los demócratas se preparan para un liderazgo republicano en ambas cámaras del Congreso y en la Casa Blanca por primera vez en una décadas.
“Ansiamos encontrar formas para hallar consensos y hacer que el país avance”, dijo Pence al salir del despacho de Schumer en el Senado.
En un gesto con el que busca reconciliarse con el establishment republicano, al cual criticó duramente en la campaña electoral, Trump planea reunirse el fin de semana con el ex candidato presidencial republicano de 2012, Mitt Romney, según dijo ayer un integrante de su equipo de campaña citado por medios locales.
Romney no apoyó a Trump durante la campaña y lo llamó un “fraude” y un “estafador” en un duro discurso que dio en marzo pasado. Trump respondió diciendo que Romney era un “perdedor”.
Ambos comenzaron a reparar la relación tras la victoria de Trump del 8 de noviembre pasado frente a la demócrata Hillary Clinton, cuando Romney lo llamó para felicitarlo.
Desde su triunfo, Trump habló ya por teléfono con el presidente Putin, con la primera ministra británica, Theresa May, y con cerca de una treintena de líderes extranjeros más.