La política en foco

La advertencia que hoy es una realidad

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Zapatero a tus zapatos. La industria del calzado es uno de los sectores con dificultades.

Foto: Archivo/Mauricio Garín

José Bordón

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Lo que a mitad de año era apenas una advertencia, hoy es una realidad concreta. La economía nacional afectó a varios nichos, algunos de los cuales también sacuden a Santa Fe. Una de las razones es la importación que, por ejemplo, en el segmento del calzado -rubro en el que la industria local había conquistó por su calidad casi un tercio de la oferta nacional-, registra una caída de ventas que oscila entre 25 y 30%.

Para que se visualice la dimensión del problema hay que decir que el porcentaje representa aproximadamente cuatro millones de pares menos. Para el trabajador, en algunas empresas, esto se traduce en reducción horaria y despidos. Tanto empresarios como gremialistas estiman que la base del problema no está en la importación sino en la caída del consumo interno. En la industria del calzado, se está reduciendo la cantidad de horas trabajadas, hay empresas que han despedido personal, o que han eliminado las horas extras; y algunas, incluso, han iniciado procedimientos de crisis. Un dato es, a la vez, una muestra de la situación: 18 millones de pares es la producción anual que realiza la provincia, y este año las fábricas del país han producido 30 millones de pares menos. El total de obreros de este rubro en la provincia es de 1.200, y muchos de ellos experimentan reducción de horario y recortes de horas extras. Según los empresarios del sector, el lanzamiento del programa “Ahora 18”, que amplió el “Ahora 12”, puede resultar un paliativo, aunque no resuelve el problema de fondo.

Según informes confiables a los que accedió este diario, la caída del consumo en este rubro será este año del 40%. Es evidente que cada vez ingresa más calzado importado (de Chile y Brasil), con lo cual hay despidos en las empresas de Alcorta (34) y Pérez (14), al sur de la provincia.

Pero hay otros sectores, también dinámicos, que siguen alertando sobre suspensiones y despidos de personal. Cada fin de año, parece suceder lo mismo. Es el caso de la construcción, que amenaza con recuperarse pero no lo consigue; o industrias pesadas, como la automotriz y la siderúrgica, que enfrentan contextos desfavorables.

Pero hay un sector Pyme que va a dar que hablar. Es el de los autopartistas. En el tobogán de las dificultades, termina arrastrado por un momento negativo que no parece poder modificarse en el corto plazo. La zona oeste, como el Gran Rafaela, ya comenzó a sentir los primeros efectos negativos de esta situación. A fin de año, podrían comenzar las suspensiones de personal. Hay también otros nichos que alertan dificultades, como los derivados de la producción láctea. Se habla de una considerable caída del consumo.

No hay soluciones consistentes a la vista. El problema encuadra en un modelo económico que todavía no tiene un rumbo definido. Lo sienten más las provincias productivas, las que no tuvieron un buen año, como consecuencia de fenómenos climáticos. Ojalá, los próximos meses permitan la recuperación que el agro espera. Servirá para sumar recaudación. Todo dependerá del clima. Algunos dicen que La Niña cambió de recorrido.

Lo descripto no es exclusivo de Santa Fe. La Región Centro enfrenta problemas parecidos, especialmente por la merma productiva o la fuerte caída en la producción automotriz. Ahora, se verá la “muñeca” de los políticos para sortear este tramo complicado por factores externos e internos.