FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE

Los distinguidos en Mar del Plata 

  • La santafesina Iride Mockert ganó el Premio Mejor Actriz Revelación que otorga Sagai, por “Los decentes”, de Lukas Valente Rinner. El Astor de Oro fue para la película israelí “People That Are Not Me”.
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“People That Are Not Me” es la ópera prima de la israelí Hadas Ben Aroya, sobre el amor y la incomunicación. Foto: Festival de Cine de Mar del Plata

 

De la Redacción de El Litoral

Télam

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El 31º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata cerró sus puertas este sábado con la tradicional entrega de premios. El filme “People That Are Not Me”, de la joven realizadora israelí Hadas Ben Aroya, se alzó con el Astor de Oro a la Mejor Película de la Competencia Internacional. Entre los premios no oficiales, la actriz santafesina Iride Mockert fue distinguida como Mejor Actriz Revelación por el Sagai, Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes, por su actuación en “Los decentes”, de Lukas Valente Rinner; el segundo largo del director austríaco radicado en Argentina. “A Decent Woman” en su título internacional, se trata una coproducción Austria-Argentina-Corea del Sur.

Bailarina, actriz y ejecutante de oboe, Iride Mockert es hija de la actriz, compositora y narradora Marcela Sabio y del fallecido Jorge Mockert, compositor y músico. “Lloro, tiemblo. Esto es superior”, escribió emocionada la artista en su cuenta de Facebook. “Mi primer protagónico me regala esto. Gracias Lukas V. Rinner por invitarme a ponerle el cuerpo a Belén. Gracias a todo el equipo de ‘Los decentes’, un lujo, un aprendizaje que jamas en mi vida olvidaré”, manifestó.

Más distinciones

El Astor de Plata al Mejor Director fue para el rumano Radu Jude por su notable filme “Scarred Hearts” y la brasileña Sonia Braga se llevó el Astor de Plata a la Mejor Actriz por su papel en “Aquarius”, de Kleber Mendonça Filho, película que también ganó el Premio del Público.

El premio al Mejor Guión recayó en el ruso Andrei Konchalovsky. Por su parte, el Astor de Plata al Mejor Actor fue para el norteamericano Mahershala Alí por su interpretación de un dealer que cuida de un niño hijo de una madre drogadicta en “Moonlight”, de Barry Jenkins.

El último galardón del Jurado fue una Mención Especial para Leo Histin por su trabajo como director de fotografía de “Nocturama”. En tanto, el documental brasileño “Martirio”, que registra el despojo de sus tierras que sufre la comunidad guaraní-kaiowá del sur del Mato Grosso, obtuvo el Premio Especial del Jurado. Dirigido por Vincent Carelli, Ernesto de Carvalho y Tatiana Almeida, fue elegido como Mejor Largometraje en la Competencia Latinoamericana. “Aire quemado”, del mexicano Yamil Quintana, ganó en la competición de cortometrajes.

En la competencia exclusiva para largometrajes argentinos fue elegido como Mejor Filme la ópera prima de Tomás de Leone “El aprendiz” y el premio al Mejor Director fue para Lukas Valenta por su filme “Los decentes”, mientras que como Mejor Cortometraje ganó “Murciélagos” de Felipe Ramírez Vilchez y como Mejor Director de Cortometraje Mariano Cócolo por “Al silencio”.

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Iride Mockert fue premiada por su trabajo en la película del director austríaco radicado en la Argentina Lukas Valente Rinner. “Fue un aprendizaje que jamás en mi vida olvidaré”, dijo emocionada. Foto: El Litoral

En la sección Work In Progress, para filmes en proceso de realización, ganaron “Extraño”, de Natural Arpajou; “Adiós entusiasmo”, de Vladimir Durán, y “Construcciones”, de Fernando Restelli.

En su premiación, el jurado internacional eligió un filme pequeño, extraño, de construcción simple y alta exposición de su realizadora, que es la protagonista y que cuenta sus fallidas salidas y encuentros sexuales con algunos jóvenes luego de una separación amorosa que no puede superar, para hablar de la incomunicación y las distancias entre los jóvenes.

Mucho más sólidas fueron propuestas como la rumana “Scarred Hearts”, que aunque reconocida con el premio como Mejor Director para Radu Jude era la gran candidata al Astor de Oro, y la francesa “Nocturama”, un filme políticamente incómodo ante el auge del extremismo conservador que parece hegemonizar al mundo cristiano, judío e islámico en la actualidad.

El palmarés de las dos competencias principales le dio al cine argentino sólo el Premio Especial del Jurado para la soporíferamente críptica “El auge de lo humano”.

Se estima extraoficialmente que la asistencia de público, que colmó la sala en casi todas las proyecciones, podría superar los 140.000 espectadores del año pasado.