Estados Unidos
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La hija y el yerno de Trump evalúan mudarse a Washington
De la Redacción de El Litoral
Telam
Ivanka Trump y su esposo, Jared Kushner, están considerando la posibilidad de mudarse de Nueva York a la capital de Estados Unidos, Washington, tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales, donde muchos temen que ejerzan una fuerte influencia a favor de las colonias israelíes ilegales en Cisjordania.
Kushner está considerado una de las figuras más influyentes entre bambalinas tanto de la campaña de su suegro como ahora en la etapa de transición del poder.
Kushner e Ivanka Trump (ambos de 35 años) tienen sus negocios fundamentalmente en Nueva York. La mudanza les permitiría sin embargo un acceso mucho mayor -también físico- a la Casa Blanca, aunque su presencia también generará dudas ante los posibles conflictos de interés de la familia.
La influencia de los Kushner ya se hizo muy evidente en los planteos de Trump sobre la política de asentamientos israelíes en territorio palestino (que la ONU considera ilegales, aunque para Estados Unidos solo son un “impedimento para la paz”), señaló la agencia de noticias EFE.
Ayer, el diario israelí Haaretz reveló que las declaraciones impositivas de los padres de Kushner revelan, desde hace años, la donación de decenas de miles de dólares a organizaciones e instituciones localizadas en los asentamientos de Cisjordania a través de la Fundación Charles and Seryl Kushner.
Jared Kushner, junto a su hermano y sus dos hermanas, integra el comité ejecutivo de la fundación, creada en 1997.
Entre las organizaciones que financia en Cisjordania la familia Kushner se encuentra la Yeshivá (centro de altos estudios tanaíticos) Beit El, localizada en uno de los asentamientos más extremistas. Los subsidios llegan a través de American Friends of Beit El Yeshiva, una ONG presidida por el principal asesor de Trump en temas referidos a Israel, David Friedman.
Friedman, el abogado de confianza de Trump en asuntos inmobiliarios desde hace 15 años, expresó su deseo de ser el próximo embajador estadounidense en Israel.
Haaretz reveló hoy que la información causó “profunda preocupación” entre los dirigentes de diversas organizaciones judeoestadounidenses que se oponen a la ocupación de los territorios palestinos.
“En los últimos años, los colonos acumularon poder en el gobierno israelí y pusieron al país rumbo a una pesadilla de estado único y ocupación permanente”, declaró a Haaretz Jeremy Ben-Ami, presidente de J Street, una de las principales organizaciones judías que rechazan la ocupación.
Ben-Ami advirtió que debería ser un motivo de “profundo temor” para los estadounidenses que entienden que “el futuro, la seguridad, la democracia y la naturaleza judía de Israel dependen de la solución de dos estados” el que !los amigos del movimiento de colonos estén a punto de hacer lo mismo” en la Casa Blanca.