Brasil

La popularidad de Michel Temer cae en forma vertiginosa

De la Redacción de El Litoral

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DPA

La popularidad de Michel Temer, presidente de Brasil, es cada vez más baja: el 51 por ciento de los brasileños consideran su gestión mala o directamente pésima, según informa hoy la prensa local.

Según Datafolha, una de las encuestadoras más importantes de Brasil, más de la mitad de las 2.828 personas consultadas creen que la gestión de Temer al frente del Ejecutivo es mala o pésima. En julio, cuando el mandatario era presidente interino del país, la reprobación era del 31 por ciento: en seis meses, creció un 20 por ciento.

Además, el 34 por ciento de los encuestados califican al Gobierno como regular, mientras que el 10 por ciento cree que es bueno u óptimo -contra el 14 por ciento de julio- y el cinco por ciento no contestó.

Un 63 por ciento de los brasileños considera también que Temer debería renunciar este año para que se realicen elecciones en el país. Si el presidente dimitiese de su cargo en 2017, la elección del nuevo mandatario ya sería hecha por el Congreso brasileño.

En comparación con el gobierno de Dilma Rousseff, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) y quien fue destituida en agosto por el Senado, el 40 por ciento de los consultados creen que la gestión de Temer es peor. El 34 por ciento dice que es igual y el 21 por ciento, mejor.

Respecto a los adjetivos que los encuestados eligieron para referirse al presidente, del centroderechista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), los más escogidos fueron ‘falso‘ (65 por ciento) y ‘deshonesto‘ (58 por ciento). Además, el 75 por ciento consideró que defiende a los más ricos.

La encuesta fue realizada entre el 7 y 8 de diciembre, antes de que el nombre del presidente fuese directamente involucrado en la megacausa de corrupción conocida como “Lava Jato”, acusado de recibir sobornos de parte de la empresa constructora Odebrecht en 2014.

Temer asumió la presidencia de Brasil en forma oficial el 31 de agosto, tras la destitución de Rousseff, de quien él era su vicepresidente.