llegan cartas

Recordando a un viejo pionero del Club Atlético Newell’s Old Boys

Miguel Franconieri fue un verdadero pionero del club Atlético Newell’s Old Boys de nuestra ciudad, emplazado en el corazón del barrio Roma. Lo recuerdo allá lejos, en la década del ‘40, en su casa de calle Mendoza 4040.

En ese entonces, Newell’s participaba en los torneos de la vieja Federación Santafesina de Fútbol, en la que también intervenían Central Alto Verde, San Lorenzo, La Capital, Nueva Roma, Ferro y Yobe.

Las canchas ubicadas en el barrio Roma, entre las calles San José, Santiago de Chile, Roque Sáenz Peña, Juan Díaz de Solís y Gaboto, entre Gobernador Crespo e Hipólito Yrigoyen, eran abiertas. Un vecino llamado Pancho se ocupaba de marcarlas y de colocar las redes en los arcos.

Los partidos se jugaban los domingos por la tarde, y para evitar que el público asistente no ingresara en el campo de juego, los escuadrones montados, con sus caballos, recorrían la cancha sobre las marcas de cal.

Volviendo a Miguel Franconieri: recuerdo que era un joven bajito, a quien le gustaba el fútbol y los bailes. En algunas ocasiones jugaba de titular. En su casa, y luego de los partidos, la abuela Josefa se ocupaba del lavado de camisetas, pantalones y medias, todo lo cual se veía colgado en una soga, en el gran patio de su vivienda. Su papá Don José (Pepino) era vendedor ambulante de billetes de lotería; la mamá, doña Clara, tenía una carnicería en un salón de su casa. Después, ya de grande, Miguel lo tomó a su cargo hasta sus últimos días.

Así se fue forjando el club, acompañando, entre otros, a Fianaca, Cardonet, Bellosi, Zapata y tantos otros.

Franconieri realizó la gestión de solicitar a las autoridades del Ejército, un comodato de 30 años de los terrenos donde se halla el club emplazado, que luego, con el tiempo, le fue cedido para siempre.

Mi intención de la presente nota es recordar a un amigo, a un muy buen vecino, excelente persona y un apasionado de los deportes.

PABLO GIGLIOTTI

DNI 6.200.584