La “a” en el Objeto Directo

Por Enrique José Milani

Objeto Directo, también llamado Complemento Directo, refiere al ser o cosa que recibe directamente la acción expresada por el verbo. Así en la oración “Preparo la mesa”, la acción de preparar se realiza totalmente sobre la mesa. Trataremos el empleo de la preposición “a” en dicho modificador. El O.D. es el ser o cosa que recibe directamente la acción expresada por el verbo: “Trajo bombones”, “Recibió a los parientes”, “Pintó un hermoso cuadro”, “Canta conmovedores villancicos”, “Conmocionó al auditorio”. Bombones, parientes, cuadro, los villancicos, el auditorio, reciben directamente la acción verbal. Surgirá sin duda la pregunta: ¿Por qué en el 2º y 5º ejemplos el O.D. se construyó con la preposición “a”? Pues ésta es la incógnita a develar. Llevan la preposición: 1. Los nombres propios sin artículo: “Hablé a Joaquín”, “Admiro a Don Bosco”, “Garay fundó a Santa Fe”. 2. Con apelativos de persona equivalentes a nombres propios por designar persona determinada: “Respeto al Secretario”, “Aguardo al Administrador”. 3. Con nombres de cosa personificada: “Recibimos a la primavera”. 4. Con sustantivos comunes que complementan a verbos que suelen tener modificador de persona con a: “El verano sigue a la primavera”. 5. Con sustantivos colectivos de persona: “Conmovió al auditorio”, “Sorprendió a todos”. 6. Con pronombres tónicos referentes a persona: “Te hablan a tí”, “Avísales a ellos”. 7. Para evitar ambigüedad: “Tripas llevan pies, que no pies a tripas”.

No lleva “a” el O.D. desempeñado por: 1. Nombres propios geográficos o de cosas precedidos de artículo: “Conquistó el Perú”, “Cervantes inmortalizó La Mancha”. 2. Nombres comunes indeterminados: “Busco empleados”, “La asamblea elegirá dos representantes”. 3. Nombres comunes de personas con verbos que se construyen generalmente con nombres de cosas sin “a”: “La paciencia forja genios”. 4. Nombres que se encuentran con complementos que exigen también “a”: “Prefiero Santa Fe a Córdoba”; “¿A quién entregaré mi hijo?”. 5. Si los dos complementos son nombres propios de persona, debe optarse por otro giro. No se puede decir: “Recomiendo a Roberto a Luis”, pero sí “Roberto fue recomendado a Luis”. 6. No llevan preposición los atributos del O.D.: “Han elegido Presidente a tu padrino”. Como apreciamos, la construcción del O.D. no es fácil. Dependerá de la atención y preparación de los hablantes o escribientes para no cometer errores.