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Crece el escándalo por la venta de carne brasileña adulterada
México, Suiza, Hong Kong, Egipto, Jamaica y Trinidad Tobago se sumaron a Chile, China, Corea del Sur y la Unión Europea

Paquetes de carne en una carnicería en Hong Kong, el segundo mayor importador de carne brasileña después de China.
Foto: EFE
De la Redacción de El Litoral
Telam
México, Suiza, Hong Kong, Egipto, Jamaica y Trinidad Tobago se sumaron este martes a Chile, China, Corea del Sur y la Unión Europea (UE) en imponer algún tipo de barrera a las importaciones de carne brasileña, luego de la operación policial contra 21 plantas frigoríficas sospechadas de comercializar alimentos adulterados y sobornar funcionarios públicos.
De todos modos, el gobierno del presidente Michel Temer canceló ayer las licencias de exportación de las 21 plantas industriales denunciadas, entre ellas unidades que pertenecen a las gigantes multinacionales BRF y JBS, acusadas de sobornar funcionarios y financiar campañas electorales en forma ilegal.
La Secretaría (ministerio) de Agricultura de México anunció que suspendió desde el domingo pasado las importaciones de productos avícolas de Brasil “hasta que la autoridad sanitaria brasileña ofrezca evidencias científicas y garantías suficientes de sanidad, calidad e inocuidad de sus cárnicos”.
Un vocero del gobierno suizo informó que dejará de comprar carnes de cuatro frigoríficos brasileños investigados en la operación Carne Débil, siguiendo el anuncio de nuevas medidas sobre los embarques tomadas por la UE.
La prensa económica brasileña informó que Hong Kong, región administrativa de China, siguió al gobierno de Pekín y canceló la llegada de embarques de carnes brasileñas hasta tener seguridad en el sistema sanitario.
Egipto, entre los primeros cinco compradores de carne de Brasil, también informó a las empresas que suspendió los pedidos, informó el diario económico Valor.
Asimismo, los gobiernos de Jamaica y Trinidad y Tobago resolvieron suspender temporariamente la importación de carnes bovinas procedentes de Brasil, consignó la agencia de noticias EFE.
El ministro de Agricultura brasileño, Blairo Maggi, llevó a la televisión europea a una visita a una planta procesadora avícola de la empresa JBS en el estado sureño Paraná, limítrofe con la Argentina y Paraguay.
Maggi dijo que de las 21 plantas frigoríficas sospechosas apenas seis se dedicaban a la exportación y que el el problema mayor fue la corrupción a funcionarios a cambio de fiscalización y no la supuesta adulteración de alimentos.
Temer admitió que el escándalo colocó al país en una “situación embarazosa” pero afirmó que “los números exhiben lo insignificante de la operación” porque apenas tres de los 4.383 frigoríficos de Brasil fueron intervenidos por la policía y 21 están bajo investigación.
Con ventas a 150 países, Brasil es el mayor exportador mundial de carne bovina y de pollo y el cuarto de cerdos.
Piden investigar a 9 ministros de Temer
La endeble fortaleza política del presidente brasileño Michel Temer se vio nuevamente desafiada hoy, después que el fiscal general, Rodrigo Janot, pidiera a la Corte Suprema investigar al menos a nueve ministros de su gobierno acusados por los ex directivos del grupo Odebrecht de haberse beneficiado de la corrupción en torno a Petrobras, informaron medios locales.
Según divulgó hoy el diario Globo, entre los ministros acusados figuran Blairo Maggi (Agricultura), Aloyisio Nunes (Relaciones Exteriores), Eliseu Padilha (Presidencia), Moreia Franco (Secretaría General del Gobierno), Bruno Araújo (Ciudades), Gilberto Kassab (Ciencia y Tecnología) y Marcos Pereira (Desarrollo).
Janot también pidió la apertura de investigaciones a otros dos ministros del Ejecutivo brasileño, aunque sus nombres no fueron revelados.
El juez instructor del caso, Edson Fachin, recibió ayer la petición de la Fiscalía para comenzar investigaciones también contra 83 políticos con estatus de aforados, amparados por el llamado “foro privilegiado”, por lo que sólo pueden ser investigados y juzgados por la Corte Suprema.
La Fiscalía envió la pasada semana al Supremo la lista con las solicitudes, pero los documentos tan sólo fueron digitalizados esta semana y llegaron ayer martes a las manos de Fachin, juez del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil.
El magistrado deberá decidir si autoriza o no las investigaciones por la Fiscalía de los políticos amparados por el “foro privilegiado”.
Janot cursó las solicitudes tras analizar durante más de un mes los testimonios dados por 77 ex directivos de Odebrecht en el marco de un acuerdo de cooperación judicial.
Además de las 83 peticiones de investigación, la Fiscalía añadió otra para abrir 211 indagaciones en primera instancia -lo que se supone que afecta a personas sin foro privilegiado-, 7 peticiones para archivar casos y otras 19 “medidas”, para incluir, por ejemplo, parte de la confesión de Odebrecht en otras investigaciones ya en marcha.
La llamada “lista Janot”, que continúa bajo secreto judicial, ha sacudido a la opinión pública brasileña por la gran cantidad de políticos salpicados, entre miembros del gobierno, diputados, senadores y gobernadores, tanto oficialistas como opositores.
La segunda “lista Janot” es tres veces mayor que la presentada por el fiscal general en marzo de 2015, cuando solicitó la investigación de medio centenar de políticos, aunque hasta el momento ninguno de ellos ha sido condenado.