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“Madres de la plaza” Carta a Mariela Stumpfs, docente de Oberá

ALICIA TALSKY

DNI. 12.042.460

Hola colega. Leí y comprendí los conceptos de tu carta, más aún la preocupación para con tus alumnos y tus clases. También reflexioné y recordé encrucijadas y decepciones de cada tiempo. Contradicciones y dudas, pena o incertidumbre, cada vez que un personaje o un hecho muestran/mostraban que la historia y las sociedades son poco lineales, que la realidad nunca es como te la pintan los que convierten el mundo en un esquema binario. Pensé -perdón por la autorreferencia- en lo personal, en mis enojos con las izquierdas a las que adhiero desde la adolescencia, en muchos de los debates con los amigos peronistas o kirchneristas según sea el tiempo. Pensé en la gran desilusión que produjo el radicalismo a muchos queridos partidarios próximos al habilitar una alianza de la que Raúl Alfonsín se avergonzaría. Pensé un largo rato y me dije que estaría bueno escribirte. Sin ningún ánimo de “dedito levantado”, pero con lógica deformación profesional y esperando te sirva que pensemos juntas...

¿Se les ocurriría dejar la creencia o las prácticas -a los católicos, por poner un ejemplo- como reacción ante los curas ortodoxos y cerrados, ante aquellos que se mandan unas cuantas sea lo que sea, o los que violentamente cometen pedofilia? ¿Dejarías de votar o interesarte en la vida cívica por cada político que te desilusionó? ¿Enseñarías a tus discípulos que no deben creer en la política o en la democracia? ¿Pensarías que todos los canales y diarios de la estructura de medios son impostadores por cada uno que fuerza o se arroga atribuciones en un relato? Aunque resulten simplistas o burdos los ejemplos, quizás te sean útiles o propicios para el tema de tu extensa carta. Tanto como entender de qué modo la significación histórica y la lucha de Madres de Plaza de Mayo jamás se debilitará y obviamente trasciende -en leguas y tiempo- a la señora Hebe y sus ex abruptos. Ellas son y serán un símbolo -como movimiento- y un hecho universal inédito.

Tal vez podrías contarles a los pibes sobre cuatro décadas de hitos y mojones, sobre la calidad y acción constante de Madres y Abuelas como organizaciones precursoras, valientes y señeras en la denuncia del horror cuando nadie podía hacerlo, de su inquebrantable tarea en procura de una política de Estado que se atreviera a juzgar a los genocidas, sin retrocesos.

Y de paso, por supuesto, explicarles que nada es “no político” o “no posicionado” (alguien puede no ser partidista pero ni siquiera esforzándose existe el ser “apolítico”). También sería bueno que les comentes acerca de los altibajos, las tensiones, los matices y desacuerdos que son propios de todo movimiento y organización humana.

Serán clases movilizadoras, me parece, y sus cabezas, siempre ávidas, seguramente te lo agradecerán.

Quisiera tener la posibilidad de hacerte llegar este imperfecto pero sincero y pronto mensaje. Ojalá sea posible.