La enseñanza que tuvo Colón en Temperley...
La enseñanza que tuvo Colón en Temperley...
Los partidos se definen en las áreas
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¡Fue penal!
Los jugadores de Colón hacen cola para protestarle a Lamolina por la clara mano de Boggino luego del remate de Bernardi, que el árbitro no vio. Hacía un par de minutos que Temperley se había puesto en ventaja y podría haber sido clave en el desarrollo posterior del partido. Error del juez. Foto: Matías Nápoli
Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Bs. As.)
“Los goles no se merecen, se hacen”, tan viejo como cierto. Ese remanido axioma futbolero es el que explica el porqué de la victoria de Temperley. Y de la derrota de Colón, claro. Si se sacan los arcos, fue un partido parejo. Pero más que nunca hay que decir que los merecimientos se adquieren en el juego, pero los partidos se definen en las áreas. Y ahí, en las áreas, Temperley fue mucho. Muchísimo. Y Colón nada. Temperley atacó cuatro veces e hizo tres goles. Y el otro no lo fue de casualidad, ya con el resultado consumado. Colón creó varias situaciones en el segundo tiempo, pero no marcó. Más allá del claro penal (mano de Boggino), que el árbitro no cobró. Un detalle -cierto, real-, pero a la luz de los resultados, sólo eso. Un detalle. El 3-0 es lapidario a la hora de legitimar la victoria de Temperley. Pero fue exagerado. No tengo dudas. Colón perdió bien porque fue permeable atrás e ineficaz arriba. Pero en el trámite, Temperley no lo superó. Está tan claro como la victoria del rival.
Domínguez pensó un partido que se dio. Pero sin Ledesma ni Vera, pierde mucha jerarquía. Y dejándolo a Pereyra en el banco, también. Con Ledesma y Vera no tenía opción: los dos están lesionados. Lo de Pereyra fue táctico. En lo que no se equivocó Domínguez, es en pensar un partido rápido, dinámico, de salida rápida, sin pausas. Silva y Bernardi tomaban la pelota y disparaban. Iván Torres y Poblete también son explosivos. La cuestión era ésa. Y no estaba mal. En varias ocasiones, en el primer tiempo, tomaron a contrapierna o mal parada a la línea de medios de Temperley. Y en cuanto a la famosa frase de la fricción (hablando del porqué no ponía a Pereyra desde el arranque), también estuvo en lo cierto. A los diez minutos, Lamolina ya había tarjeteado bastante. Nada que ver con el “siga siga” de su padre. Mano dura para encarrilar el partido. Y si para muestra vale un botón, a los 50 segundos ya estaba amonestado Matías Sánchez.
La falta de claridad del primer tiempo contrastó con un segundo tiempo más rescatable. Pereyra, sin brillar, le dio luz al equipo. El adelantamiento de Clemente empezó a traerle consecuencias y trabajo a la defensa de Temperley. Bernardi empujaba, aún con sus claros y oscuros. Pero faltaba arriba. No tuvieron un buen día los delanteros. Flojo lo de Blanco. Sin entrar en juego y perdiendo siempre. Flojo lo de Leguizamón también. Muy impreciso y bien marcado.
Temperley apostó a la entrega total de todos. Es un equipo urgido pero que decidió jugársela por entero. Irregular ciento por ciento. Capaz de ganarle a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro pero enseguida perder con Arsenal. Y superado ampliamente. Contra Colón, eligió los costados para atacar. Sobre todo el izquierdo, con un Ozuna que complicó a Ceballos. Pero su gran virtud, más allá de la falta de eficacia del rival, fue su tremenda contundencia. Mucha intensidad en el medio, dientes apretados atrás y contundencia total arriba. En definitiva, no dejan de ser argumentos valederos para justificar una victoria, por más que el trámite no le haya resultado tan sencillo.
Colón dejó atrás un invicto de diez partidos. La derrota es sorpresiva. Desentona en función del presente de ambos equipos. No mancha la campaña. En realidad, “campañón” de Domínguez. Duele perder así. Pero el equipo no fue un desastre. Tuvo enfrente a un equipo que no erró una. Atacó cuatro veces, hizo tres goles y no marcó un cuarto porque le erró al arco. ¿Virtud de Temperley o defecto de Colón?, siempre hay de las dos cosas. Pero creo que esta vez hay que hablar más de virtud del rival. En todo caso, el defecto más pronunciado de Colón estuvo en la falta de claridad que hubo en el primer tiempo y en la falta de gol en el segundo. Ya está. Hay que borrar esto y seguir pensando que el primer gran objetivo era estar entre los diez primeros y está. Que la Copa Sudamericana es una posibilidad muy concreta. Y que la Copa Libertadores —entrar en ella— la peleará hasta lo último. Duele porque si Colón ganaba, quedaba segundo y solo. Lo mismo debe estar pensando el hincha de San Lorenzo y el de Newell’s. Así es el fútbol.
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De lo poquito para ver
Cristian Bernardi se lleva la pelota. El volante rojinegro, que arrancó por izquierda y luego cambió de posición para terminar jugando de doble cinco, fue de lo poquito para rescatar en el equipo de Domínguez. Foto: Matías Nápoli
síntesis
Temperley 3
Colón 0
Cancha: Temperley.
Árbitro: Nicolás Lamolina.
Temperley: Matías Ibañez; Cristian Chimino, Ignacio Bogino, Gastón Aguirre y Alexis Zárate; Abel Peralta, Matías Sánchez, Leonardo Di Lorenzo y Emiliano Ozuna; Marcos Figueroa y Mauro Guevgeozian. Estuvieron en el banco: Viega, Miloc, Vázquez y Cólzera. D.T.: Gustavo Álvarez.
Amonestados: Sánchez, Ozuna, Zárate y Mancinelli.
Colón: Jorge Broun; Lucas Ceballos, Germán Conti, Guillermo Ortiz y Clemente Rodríguez; Nicolás Silva, Christian Bernardi, Gerónimo Poblete e Iván Torres; Nicolás Leguizamón e Ismael Blanco. Estuvieron en el banco: Carranza, Olivera, Garnier y Bastía. D.T.: Eduardo Domínguez.
Amonestados: Poblete, Conti, Torres y Leguizamón.
Goles: en el primer tiempo, a los 29 min, Peralta (T); en el segundo tiempo, a los 4 min, Zárate (T); a los 37 min, Mancinelli (T).
Cambios: en el segundo tiempo, a los 15 min, Facundo Pereyra por Torres (C); a los 20 min, Leandro De Bórtoli por Ibañez (T); a los 22 min, Diego Lagos por Silva (C); a los 28 min, Lucas Mancinelli por Figueroa (T); a los 29 min, Mauro Dalla Costa por Leguizamón (C); a los 39 min, Patricio Romero por Peralta (T).
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La marcha de la bronca
Ceballos encabeza la fila de jugadores que, en silencio, abandona el campo de juego con el 0-3 consumado. Un resultado justo a favor de Temperley pero exageradísimo en las cifras. Foto: Matías Nápoli
No al horario de las 14
En la fecha que viene, Colón deberá recibir la visita de Gimnasia y Esgrima La Plata, que esta noche se enfrenta con River en el cierre de esta 25ta. fecha.
El partido ha sido programado para el sábado a las 14 y en Colón no quieren que esto suceda. El pedido concreto que se formuló, es que el partido vaya más tarde. El problema no es el día, sino el horario. La pretensión sabalera es que se juegue a las 17, pero depende de varios factores, entre ellos —e importante— lo que opine la televisión.
Últimamente, se han mantenido los horarios y no hubo cambios sustanciales. Es cierto que Boca-Newell’s se cambió de día. Pero fue por razones de seguridad. En el caso del partido de Colón, aparentemente no hay razones de este tipo. Seguramente, entre hoy y mañana habrá una definición.
BAJO LA LUPA
BROUN (5).- Difícil calificarlo porque no tuvo trabajo. En los goles, quizás pudo hacer algo en el último. Pero tampoco hubo responsabilidad directa.
CEBALLOS (4).- Tuvo complicaciones con un delantero intenso como Ozuna. Se proyectó varias veces en el segundo tiempo y no lo hizo mal, pero en la marca dio algunas ventajas.
CONTI (5).- No estuvo en un buen día. Se advirtió algo de lentitud, aunque estuvo cerca del gol en una jugada de pelota quieta en el segundo tiempo.
ORTIZ (4).- Otro que no estuvo a la altura de lo que venía rindiendo últimamente. Peralta se metió por su sector en el primer gol y tuvo la desgracia de desviar la pelota en el segundo, que descolocó a Broun.
CLEMENTE RODRÍGUEZ (6).- Muy silbado por los hinchas locales, fue uno de los jugadores más peligrosos en el segundo tiempo, incluso con un par de remates peligrosos para el arquero rival.
SILVA (5).- Arrancó bien, abriendo la cancha y metiendo diagonales peligrosas. Se fue cayendo luego y le tomaron el tiempo.
POBLETE (5).- Mucha lucha en el medio aunque con algunas imprecisiones que no son habituales. Se tuvo que cuidar porque fue prematuramente amonestado.
BERNARDI (6).- Bien en el arranque de la jugada, con explosión y determinación. Fue perdiendo claridad a medida que se acercó al área rival. Metió un tiro en el poste en el segundo tiempo. Junto con Clemente, lo mejorcito del equipo.
TORRES (4).- Jugó otra vez de doble cinco y estuvo perdido en varios pasajes. La idea era recuperar la pelota y que el paso por el medio se haga bien rápido. No aportó claridad en el juego.
BLANCO (4).- Perdió casi siempre, tanto adentro como afuera del área. Apenas tuvo una a favor, que fue un remate entrando por el callejón del “8” que se fue desviado. Muy poco.
LEGUIZAMÓN (4).- No tuvo un buen día. Aportó movilidad, pero se equivocó mucho con la pelota. Fue bien absorbido por la dupla de marcadores rivales, que lo presionaron muy bien. Pero su imprecisión también ayudó.
PEREYRA (6).- Claramente, es un jugador que debería estar siempre en el equipo. Ha mostrado lo que vale en estos partidos que lleva con la rojinegra y ha sido determinante para la buena campaña. Domínguez lo relegó y cuando lo puso, el equipo sintió positivamente su presencia.
LAGOS (4).- Abrió la cancha por izquierda pero gravitó poco en el juego.
DALLA COSTA.- No entró mal, se tiró atrás para recepcionar, tocar a los costados e ir a buscar adentro el centro.