el invitado

Ajuste lechero

Gustavo Vionnet

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Desde enero solicitamos ayudas extraordinarias para sobrellevar las situaciones extraordinarias que afectaban a la lechería, pero eso no llegó nunca. Recién hace algunas semanas se empezaron a pagar algunos créditos a productores por parte de la provincia. Ahora hay una posibilidad de tomar créditos en el Banco Nación, pero la empresa tambera no deja de estar muy mal financieramente. Por lo tanto la ayuda que no aparece genera remates constantes y el drenaje de los tambos más chicos.

Desde la Nación se tiene la concepción que la lechería argentina tiene que hacer su ajuste desde el sector primario, que para ellos es ineficiente. Sin embargo es consecuencia de tantos años de renta negativa, con cero inversión y mínimo gasto lo que da como resultado una lechería de pobreza y encima se anuncia que vamos a crecer al doble de la producción. Entonces se vive en una irrealidad y, si esto se ajusta solo, existe un 70 por ciento de los tambos amenazados, más un 90 por ciento de industrias amenazadas. La verdad es que nos da pocas expectativas y seguimos con una lechería de achicamiento que sigue bajando sus niveles productivos año a año, sin que haya un quiebre desde arriba.

El ministro Buryaile es un productor ganadero de carne de Formosa que no sabe nada de lechería y por ende deja la responsabilidad en Ricardo Negri (secretario de Agricultura) y en Sammartino (subsecretario de lechería), que hace periodismo lechero hace muchos años, pero no significa que sepa de lechería.

Para mí estamos perdiendo la oportunidad de tener diversas visiones sobre la lechería argentina; sin asesoramiento o debate sobre el tema y librando todo al ajuste por sí sólo. Que llegará por una situación climática más que acelere ese achicamiento o vamos a un lento drenaje que vuelva cada vez más pobre al sector