PROPONEN UNA ASIGNACIÓN ESPECÍFICA PARA LOS “POBRES ENTRE LOS POBRES”

Los Sin Techo: indigencia cero con $ 53 millones mensuales

El cálculo es para las 19.492 familias que viven en esa condición en Gran Santa Fe y Gran Rosario. Vincula datos del Indec del segundo semestre de 2016 con relevamientos propios. El monto debería ajustarse según inflación en alimentos.

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El objetivo de la propuesta es cubrir la brecha entre lo que necesita una familia tipo para acceder a la canasta básica y el ingreso más frecuente que es la Asignación Universal por Hijo. Foto: Archivo El Litoral

 

Nancy Balza

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En los últimos días se dieron a conocer relevamientos del Indec, Unicef y el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina sobre pobreza e indigencia en el país; en el caso del organismo internacional, específicamente con foco en niños, niñas y adolescentes. Desde el Movimiento Los Sin Techo se viene insistiendo desde hace tiempo en la necesidad de “atacar” la indigencia que afecta a los “más pobres entre los pobres”. Y ahora propone crear una Asignación por Indigencia (Aspi), alternativa que permitiría abordar el tema de una forma “cuantitativamente manejable, económicamente posible y estadísticamente conocida”.

Así lo afirmó José Ambrosino, coordinador del Movimiento, quien acompaña la propuesta con cálculos combinados del Indec (segundo semestre de 2016) y relevamientos propios de la ONG en territorio.

De acuerdo con los datos con que cuenta, en el Gran Rosario la indigencia es del 3,8 % y en el Gran Santa Fe, del 6,20 %. En cantidad de familias, se tiene que en este último conglomerado son 7.720 y 11.772 en el Gran Rosario.

“Son indigentes porque sus ingresos monetarios son menores a la canasta básica alimentaria”, explica Ambrosino. Precisamente, esa canasta medida en Santa Fe en algunos barrios (Chalet, Villa Oculta, Loyola, El Abasto, Alto Verde y un sector del centro) totalizaba al 28 de febrero $ 5.716. “Es decir que una familia de cuatro integrantes necesita esa cifra mensual para comer”, dato que se obtiene de la cantidad de carne, fideos, huevos, harina, etc. que requiere un adulto mayor para completar la cantidad de calorías necesarias y a partir de allí los requerimientos para el resto de los integrantes. “Es decir que si lográramos un sistema ideal donde cada heladera tuviera la comida necesaria para un mes, esa familia de cuatro componentes necesitaría $ 5.716 para no pasar hambre”.

SÓLO PARA COMER

Sin embargo y de acuerdo con el relevamiento de Los Sin Techo, predomina como ingreso real, en blanco y seguro de una familia indigente, el equivalente a dos asignaciones universales por hijo, es decir 2.486 pesos. Siguiendo en la misma línea, la diferencia entre lo que ingresa y lo que se necesita para completar la canasta básica es de 3.230 pesos por familia para tener garantizado el acceso a la comida.

En el caso del Indec, la línea de indigencia es de 5.548 pesos, “muy parecida a la nuestra”. Y el ingreso seguro por cada familia en esa condición es de $ 3.324, algo más que la cifra aportada por el Movimiento. En este caso, “para llegar a la línea de indigencia una familia necesita $ 2.224”.

“Tomando los datos del Indec e incorporando el promedio de Santa Fe, nos da que en el caso más desfavorable se necesitan 2.727 pesos por mes para llegar a la línea de indigencia que, de acuerdo a la cantidad de familias relevadas, significan 21 millones de pesos para Gran Santa Fe, y $ 32 millones para el Gran Rosario. “Quiere decir que en ambos conglomerados, a la provincia le costaría 53 millones de pesos salir de la indigencia”, resume Ambrosino.

Si se toman las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, esa cifra sería cercana a los 40 millones.

“Es un cálculo estadísticamente serio, económicamente posible y socialmente necesario para hacer algo. La asistencia es puntual y hay que mantenerla, pero si llevamos a la práctica esta propuesta estamos tomando una decisión solidaria como sociedad, canalizada a través de nuestros dirigentes”.

“La idea es reunirnos y convocar, no para denunciar sino para participar como Movimiento y, en mi caso personal, como técnico que maneja datos estadísticos y como productor, para demostrar que este problema se puede resolver”, sostuvo el referente.

CASA POR CASA

Ambrosino consignó que hasta ahora el problema más importante era la identificación de las familias que estaban en condición de indigencia. La participación del relevamiento de barrios populares, que puso en marcha el gobierno nacional junto a instituciones sociales en todo el país, permitió determinar “con una coordenada el domicilio de la gente y los problemas que tiene”. “Podemos recorrer casa por casa y saber cuántas personas viven allí y con qué ingresos cuentan”.

“Sabemos que esto tiene una contrapartida negativa por parte de la sociedad: desde el punto de vista de una ciudad individualista, nadie quiere poner más porque tiene miedo de que esa ayuda se pueda evadir por especulaciones políticas. Pero ése es un camino que está siendo superado”, confió. Y en cualquier caso “estas familias no pueden seguir viviendo en esas condiciones”.

 
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José Ambrosino, coordinador del Movimiento Los Sin Techo.

Foto: Archivo El Litoral