Fue victoria 4 a 1 en el amistoso ante Sportivo Belgrano de San Francisco...

Colón se llenó de goles

  • En una mañana casi veraniega, el equipo de Domínguez arrancó perdiendo y lo dio vuelta con dos goles de Sandoval, uno de Guanca y el otro de Toledo. 
Colón se llenó de goles

Una imagen del partido que se jugó en el Centenario. Ahora llegó el momento de pruebas exigentes en Buenos Aires. Luego, ya de regreso en Santa Fe, habrá un partido ante Olimpo. Foto: El Litoral

 

Redacción de El Litoral

Una clara victoria por 4 a 1 logró Colón en el amistoso jugado ante Sportivo Belgrano de San Francisco, previo a la partida hacia Buenos Aires para seguir preparando al equipo para el debut en el torneo, el fin de semana del 20 de agosto si es que no surge alguna complicación con Agremiados, como ya se ha convertido en costumbre en el fútbol argentino de los últimos tiempos.

En el estadio, Colón alistó a Gonzalo Marinelli; Gustavo Toledo, Facundo Garcés, Guillermo Ortiz y Franco Quiroz; Cristian Bernardi, Matías Fritzler, Pablo Ledesma y Cristian Guanca; Tomás Chancalay y Tomás Sandoval. Estuvo ausente Nicolás Leguizamón por el fallecimiento de su abuela.

Gaspar Triverio, el hermano de Enrique, el ex jugador de Unión, marcó el primer gol del partido y luego llegaron los goles de Colón: dos de Sandoval (uno de penal), uno de Guanca y el restante de Gustavo Toledo, le dieron cifras finales al partido, que duró 70 minutos.

Por su parte, Sportivo Belgrano lo hizo con Portigliati; Cháves, Nahuel Rodríguez, Zbrun y Barbero; Nievas Escobar y Bareiro; Gaspar Triverio, Francia y Muller; Juan Aróstegui.

Como se aprecia en la formación que puso Domínguez, hay algunos jugadores -caso Galván- que todavía no son utilizados. En realidad, lo de Galván está hecho y aprobado, pero recién se presentarán el lunes todos los papeles -compra del 100 por ciento de su ficha y contrato por tres años-, por lo que el jugador podrá estar en los partidos que ya se programaron en Buenos Aires (el martes con Vélez, el sábado con Boca y la posibilidad de un tercero el jueves, aún sin rival confirmado).

La idea de Domínguez, desde lo táctico, sigue siendo la de jugar con un 4-4-2. Con Bernardi, Ledesma y Guanca, el equipo tiene asegurada la cuota de fútbol, mientras que por el momento insiste en la dupla Leguizamón-Sandoval para el ataque, aunque Vera sigue siendo la principal opción a la hora de armar el sector ofensivo.

También fueron aprobados los nuevos contratos de Clemente Rodríguez y de Guanca. En este último caso, el de Guanca, hay que tener en cuenta un detalle importante: el jugador tenía contrato vigente con Colón, condición esencial para que pueda ser prestado, pero ahora que está confirmado que jugará en Santa Fe, hubo que acomodar los números y ofrecerle un contrato más acorde con los valores que se están manejando en el fútbol profesional sabalero. En el caso de Clemente, hay que recordar los dos aspectos que se tuvieron en cuenta: 1) se acordó un contrato por dos años, con una cláusula de rescisión automática y sin costo en el caso de que no juegue la mitad de los partidos que el equipo dispute al cabo del primer año; 2) el pago de su salario será una parte en concepto de sueldo fijo y otra por partido que juegue.

En este partido ante Sportivo Belgrano volvieron a aparecer en escena los juveniles Facundo Garcés y Franco Quiroz, que ya tuvieron la chance de mostrarse en el encuentro ante 9 de Julio de Rafaela.

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Franco Quiroz fue otra vez utilizado por Domínguez como lateral por izquierda. Tiene 19 años y es una de las promesas que tiene Colón. Foto: Luis Cetraro

Sin Independiente trae un “9”, Albertengo tendría su salida

La carpeta de Ariel Holan para reforzar el ataque tiene dos nombres que despiertan interés e intriga: los delanteros Nazareno Solís y Raúl Bobadilla. El entrenador de Independiente los sigue de cerca, aunque las negociaciones para sus arribos no son sencillas.

La información tiene directa incidencia con Colón, porque la llegada de un punta al Rojo desligaría a Lucas Albertengo, quien ha sido apuntado por el club sabalero y podría sumarse a las filas de Eduardo Domínguez. Por lo que pudo averiguar El Litoral, es el nombre apuntado y el que más seduce.

Boca compró al delantero (Solís) surgido de Villa Dálmine hace un año y ahora le abrió la puerta a su salida, aunque puso una traba: pretende que acepte una oferta de la liga de Estados Unidos el equipo sería Montreal Impact, por encima de la propuesta que llegó desde Avellaneda.

El trato debería hacerse por una cifra cercana a los 2 millones y medio de dólares por el total de la ficha. Si bien las negociaciones estaban estancadas, en las últimas horas se reactivaron y los involucrados son optimistas.

El caso de Bobadilla es más complicado: el delantero argentino nacionalizado paraguayo es parte del Augsburgo, de la Bundesliga. El goleador de 30 años es un apellido seductor, pero hoy en día parece lejos de las posibilidades del Rojo, al que se le sumó un competidor: Cerro Porteño. ¿La alternativa? Enrique Triverio, que se encuentra en el Toluca de México.

En medio de estas negociaciones, el jugador que parece estar más cerca de cerrar su arribo es el lateral uruguayo Gastón Silva. Actualmente pertenece al Torino de Italia y estuvo a préstamo del Granada de España. Adquirirían el pase del futbolista de 23 años por 1 millón 400 mil dólares y lo harían firmar por cuatro años.

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Tomás Sandoval fue figura en el triunfo de esta mañana. Marcó dos goles, uno de ellos de penal. El pibe de la sub 20 anda con ganas y haciendo bien los deberes para ganarse un lugar. Foto: Pablo Aguirre

Domínguez.

Alexander Domínguez sigue siendo la prioridad para reforzar el puesto de arquero en Colón. Se debe arreglar un préstamo con Los Rayados de Monterrey. Según la dirigencia sabalera, el pase está cerca de hacerse.

 

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  • Diego Mayora

No para de hacer goles

En Colón casi no jugó. Vignatti lo fue a buscar con la esperanza de encontrarse con un goleador “perdido” en el fútbol peruano. Diego Mayora tuvo que volverse a su país para jugar en Municipal y no para de convertir. En el torneo peruano, su equipo está a cinco puntos de la punta y con un partido menos. Pero de los 13 goles que lleva marcados en el certamen, 10 los hizo Mayora. Colón sigue siendo dueño de la mayor parte de su pase y el centrodelantero tiene contrato con Municipal hasta el 31 de diciembre.

Foto: Gentileza Líbero de Perú

 

29 de julio de 1995: la tarde del desahogo

Enrique Cruz (h)

Aquella tarde fue muy distinta a la de hoy. Hacía frío, algo de lluvia y algunos recuerdos que no se pueden borrar. El primero es de aquel día. Vestuario de Colón. Una multitud allí adentro. Un Vignatti 22 años más joven y de bigotes. Y el llanto de ese hombre que parecía hecho de piedra. El otro, algunos meses antes. Quincho de Chiquito. Nelson Chabay cenando allí con su esposa. Con Darío Pignata nos acercamos a la mesa. El campeonato recién empezaba. Y no era fácil hablar de ascenso cuando Colón transitaba por tantos años de penurias y frustraciones. Colón estaba bien, pero recién se habían jugado cinco o seis partidos de un torneo maratónico. “Para jugar en Primera, ya tengo la defensa: Ibarra, Ameli, Kobistyj y Unali”, dijo Chabay. Era la defensa que él había armado después de darse cuenta rápidamente de algunas cosas. Por ejemplo, que debía cambiarlos de posición a Jorge González y a Ibarra. El paraguayo de “8” e Ibarra -que había jugado mucho de volante en inferiores- de “4”. “Esos 20 metros que lo tiro para atrás, le van a dar más panorama y claridad”, decía Chabay. Estuvo en lo cierto: el Negro se convirtió en uno de los mejores marcadores de punta del país.

Con la defensa no le erró. Para jugar en Primera, el único cambio fue el de Montelongo por Kobistyj. Leo Sciacqua supo alternar y lo hizo bien. Inclusive, mejor en Primera que en la B Nacional. Pero aquel equipo del ascenso, fue muy bien concebido por Vignatti y su gente. Después de la frustrante tarde cordobesa de los penales ante Banfield, llegó un año de transición (la temporada 93-94). Y ahí se armó el gran equipo. Llegaron el Pampa Gambier y el Loco González como figuras. Ameli era el “8” de Central Córdoba de Rosario y Chabay no dudó en ponerlo de “2”. Pero además, vinieron otros jugadores que también rindieron: Solbes, Kuzemka, Javier López y Uliambre se sumaron a Cuberas, el Tuca Risso y Vivaldo (que después perdió la titularidad con Leo Díaz).

No le erraron en casi nada. Fue un proceso exitoso por donde se lo mire. Y otra anécdota: el partido de ida de semifinales, ante Godoy Cruz, se jugó en Mendoza un domingo a la mañana. Leo Díaz fue la figura del partido. Lo “pelotearon” a Colón. Y al final, en la antesala del vestuario, la frase de Chabay a este periodista fue tan firme como contundente: “Ya está, ¡éste era el partido!... Vamos a ascender”. Todavía faltaba la revancha (victoria por goleada en Santa Fe) y las dos finales (bien ganadas) ante San Martín de Tucumán.

Los goles de Uliambre, el grito hecho eternidad, ahora, del Pampa Gambier luego de marcar su tanto en el arco de la Jota Jota Paso, fueron esas imágenes que quedarán grabadas para siempre en el recuerdo de los corazones sabaleros. ¡Cómo habrá sido de inolvidable aquello, que bastó ese año y esa campaña para que el Loco González se convierta en uno de los grandes ídolos contemporáneos de Colón! ¿O acaso no se recuerda que el Loco apenas jugó esa temporada en Santa Fe?