Buenos muchachos
Buenos muchachos
El reciente acuerdo de competitividad suscripto entre el Gobierno y las entidades del sector refleja buenas intenciones, aunque no profundiza en las metodologías para alcanzar la meta.
Federico Aguer
Esta semana, al cierre de esta edición, el Gobierno nacional suscribió con las cuatro entidades del campo y la UATRE un “acuerdo de competitividad” de largo plazo.
Como primera medida, se reconocen mutuamente como “únicos y legítimos sujetos representantes del personal” comprendido en el acuerdo. También manifiestan que “es su objetivo común que la sociedad argentina alcance mayores niveles de desarrollo económico, de calidad en el empleo, de bienestar social y de sostenibilidad a largo plazo”. Para ello, apuntan a fortalecer un modelo de crecimiento económico equilibrado y duradero basado “en la mejora de la competitividad del sector y en el incremento de la productividad”. Los firmantes acuerdan fomentar la productividad del sector a través de “la fijación de metas y objetivos claros”. En los casos en que la incorporación de nuevas tecnologías signifiquen la innovación en las formas y procedimientos de trabajo, las partes “se comprometen a revisar las estructuras y dotaciones de personal vigentes a los afectos de asegurar la adecuación de nuevos estándares, como así también la capacitación del personal para incorporarlos a las nuevas modalidades de trabajo”. Finalmente, manifiestan una “firme voluntad de trabajar para la erradicación del trabajo no registrado, la precariedad laboral y el trabajo infantil”.
El campo respondió al instante a las primeras medidas económicas implementadas a nivel nacional; sobre todo a la eliminación de las retenciones a las exportaciones, la generación de información fidedigna, y al nuevo contexto de diálogo y normalidad, generando -entre otras cosas- la mayor campaña agrícola de la historia. Pero se necesita conducir a esta nueva ola a través de una política oficial de largo plazo que incentive los emprendimientos productivos con concretos beneficios fiscales de todo nivel. Para que el acuerdo no sea solo para la foto.