Casilda Sánchez Varela, periodista y escritora española (*)

Conversación alrededor del té

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Imagen reciente de la autora, que con su primera novela ha obtenido un importante suceso de ventas.

Luis Gaspar / Diario El Mundo

Por Santiago De Luca (**)

-Santiago De Luca: Tu novela “Te espero en la última esquina del otoño” (2017) es un éxito editorial en España ¿Nos podrías contar sobre el proceso de escritura de la novela? ¿Qué te llevó a escribirla?

-Casilda Sánchez Varela: Desde pequeña siempre me había gustado escribir, pero nunca había encontrado ni el momento ni la fórmula ni nada. Y de pronto murió mi padre (Paco de Lucía) que me decía que tenía que dejar la revista, todo, y que escribir era lo mejor que yo hacía. Y cuando murió todo confluyó para que sucediera. Me llamaron de una editorial para encargarme una novela y me dije “es una señal de que tengo que hacer esto”; y me senté a escribir. Estuve seis meses hasta que encontré cómo tenía que contar las cosas, hasta que encontré mi voz, mi estilo. Porque nada tiene que ver escribir un reportaje con escribir una novela. Es una arquitectura completamente distinta; y así fue surgiendo, tirando muchas cosas en la basura, echando todos los días muchas horas hasta que di un poco con lo que quería contar.

-¿Qué hay de biografía en la novela?

-De biográfico hay mucho porque todo pasa por el filtro de tu mirada siempre. Está mi relación con Marruecos, mi relación con Cádiz, los escenarios que a mí me seducen y conmueven y luego está la historia de mis padres que no es biográfica, porque no tiene nada que ver con la cronología ni con los acontecimientos, pero sí con el espíritu de dos personas con una fuerza especial, con una personalidad especial y dos ríos con un caudal desbocado que se encuentran en unas circunstancias y una vida completamente distinta una de la otra, se encuentran, coinciden y viven una historia de mucha hondura durante varios años. Ese espíritu está ahí.

-Hablaste de Marruecos, contame sobre esta relación a nivel del arte, de la escritura...

-El Zoco Chico y la Medina rompen con la linealidad en la novela. Su colorido, el caos, sus olores, sus esencias, todo eso está y fluye en el recorrido de mi escritura y su textura, y luego mi abuelo vivió aquí en una época muy importante que es la del Protectorado español de Marruecos. Él era el Alto Comisario de España en Marruecos; mi madre se crió desde sus primeros meses en Tetuán, mi tío también, mi abuela vivió los años más felices de su vida aquí. Y esto siempre se recordó como un limbo. Todos los relatos de mi familia son sobre Marruecos, mi abuela y mi madre vivieron aquí. Yo viví rodeada de gente marroquí. Para mí es el país más familiar que existe después de España.

-A partir de la novela de María Dueñas “El tiempo entre costuras”, se dio un boom de la literatura del Protectorado, y es la única novela que llegó a Argentina por la repercusión que tuvo. ¿Consideras que tu novela se inscribe en esta tradición de la literatura del Protectorado?

-No. Porque mi abuelo tenía unas connotaciones políticas en las que yo no quería entrar para que no se desvirtuara el mensaje de la historia. No debía entrar en ningún tipo de controversia franquista, y sabía que si yo hablaba del Protectorado español iba a conducir irreversiblemente a lo otro. Además, la época de él en Marruecos que está absolutamente desligada del franquismo. Yo sabía que se iba a politizar el tema.

-De hecho tu abuelo fue ministro de Franco ¿No?

-Fue ministro de Franco antes. Yo creo que para todos los militares de Franco, su destino soñado era la Alta Comisaría de Marruecos. Estaban muy enganchados de África y es allí donde acabó sus días. Además estaba ajeno a la política española desde que llegó aquí en 1947 hasta que muere en 1951. Yo tenía muchos más escritos sobre el Protectorado de lo que publiqué precisamente por eso, para que el mensaje no estuviera desvirtuado completamente por ese tema.

-Además de ser la hija del general Varela, sos la hija de Paco de Lucía, un ícono mundial de la música ¿Cómo se vive eso? ¿Eso ayuda o entorpece?

-Su sombra era más alargada de lo normal. Pero mi padre nunca ha ejercido de genio ni de líder, fue natural en su entorno.

Me imagino que vos vivías ese entorno artístico, Camarón de la Isla era amigo de él... mucha gente pasaba por tu casa mientras él te decía que escribieras.

Siempre

-¿Qué relación tenía Paco de Lucía con la literatura?

-Leía muchísimo, el último año de su vida me mandó con su viuda Gabriela casi setenta libros que le había pedido yo. Pérez Galdós entero. Le entusiasmaba García Márquez.

-Por tu lado materno, sos la nieta del General Varela Alto Comisario del Protectorado de España y por otro lado hija de Paco de Lucía, una figura enorme, no sólo ya española sino mundial. En principio, para alguien que mira desde fuera, el mundo de tu madre y de tu padre son dos mundos diferentes. ¿Cómo convivieron en vos o como se mezclaron estos dos mundos?

-Lo que yo pienso es que los dos estaban por encima de sus propios mundos. Eran dos personas con tanta potencia que trasciende..., crearon su propio mundo.

-En tu escritura hay prosa poética y prosa filosófica. Hay mucho de música.

-Sí, hay sonoridad, plástica y estética en mi forma de escribir que está cuidada y suena a antiguos trovadores, a lírica. Cuando leo en alto me tiene que sonar melodioso y eso es algo importante para mí.

-¿Y la parte filosófica?

-Yo creo que mis padres eran los dos filosóficos. En casa se ha discutido mucho no de cosas ni de anécdotas sino de ideas, siempre. Tienen una inteligencia abstracta muy desarrollada. En las sobremesas hablaban de ideas abstractas de la felicidad, del amor, de la amistad. Y eso nos ha creado una impronta, sin duda. A mí me ha gustado mucho la filosofía desde siempre.

-¿Cómo fue recibido en el ambiente cultural español tu entrada como escritora?

-Hay varias cosas que me han sorprendido, primero tengo la sensación de que esta portada y este título ha creado un prejuicio sobre la novela como femenina, una novela rosa, y no lo es, porque no es así. A nivel de ventas funcionó muy bien, pero a nivel de crítica seria supone una barrera de entrada. O sea, es más difícil llegar con este formato a cierta prensa, a cierta gente. Pero luego, esa misma gente se ha sorprendido de la profundidad y de la calidad del libro, pero creo que es una barrera de entrada.

-¿Qué tradición de autores te gusta leer o te han formado?

-De los actuales me encanta Luis Landero que hace orfebrería con las palabras, es un maestro del lenguaje. Acabo de leer a una chica que se llama Marta Sanz que me parece original. Luego hay un autor que me gusta muchísimo, y que me parece que estaba poco reivindicado por prejuicio político porque era de derechas, Torcuato Luca de Tena. Y luego, en poesía, me encanta Antonio Machado. Y entre europeos me gustan Flaubert y Stendhal, me gustan Tolstoi y Dostoievski. De los franceses actuales me gusta Michel Houellebecq, que me parece de una dureza, de una frialdad y de una inteligencia fuera de lo normal. Paul Auster, aunque es comercial me entretiene mucho con el efecto de cajas chinas que crea, y lo que hace García Márquez también. Y de la literatura latinoamericana, Pedro Mairal. Tengo pendiente a Borges, y estoy leyendo a Onetti.

-¿Cómo es un día tuyo en relación al arte, cómo escribís?

-Creo que hay bastante mitificación en cuanto al proceso creativo. Escribir es un oficio que exige mucha disciplina, muchas horas. Llevo los niños al colegio a las nueve y escribo hasta las cinco de la tarde, hora en que ellos vuelven. Hay días en que eso te cunde mucho y hay otros en que no te cunde nada. Creo que es mucho más fácil corregir una página escrita que corregir una página en blanco. Aprovecho mis estados de ánimo como corrientes, hay días que estoy más triste y escribo aquellas partes que son más tristes y las partes alegres y eufóricas los días en que estoy contenta. Creo que mi novela es emocionante porque manifiesta esas mareas.

-¿Y ahora estás trabajando sobre otro proyecto?

-Tengo una novela y un guión de cine. Soy periodista y acabo de escribir un relato para el suplemento de ABC para Mujer hoy. También hago entrevistas con Telva.

(*) Casilda Sánchez Varela (Madrid, 1978). Primogénita de Paco de Lucía. Se licenció en Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca. Ha trabajado diez años como periodista en la sección de cultura de la revista “Telva”. Es Master de Periodismo del periódico “El Mundo” y la Universidad San Pablo CEU, y experta en Comunicación y conflictos armados. En 2014 participó como guionista en “La búsqueda”, documental sobre la figura de su padre. “Te espero en la última esquina del otoño” (2017) es su primera novela.

(**) Desde el hotel Minzah, de Tánger (Marruecos).