Gestión y campaña

Lifschitz, Contigiani y las cosechadoras importadas

La apertura indiscriminada de las importaciones, además de generar déficits en la balanza comercial, “golpea a algunas industrias en la provincia”.

2 IMG_3802.jpg

Definiciones. El gobernador Miguel Lifschitz y su candidato, el ministro de la Producción, Luis Contigiani, hablaron sobre la economía santafesina.

Foto: Guillermo Di Salvatore

 

Emerio Agretti - Luis Rodrigo

[email protected]

El gobernador Miguel Lifschitz y su ministro de la Producción, Luis Contigiani, expresaron su preocupación por el impacto de la apertura de las importaciones, incluso en aquellos rubros en los que la industria santafesina es altamente competitiva.

El titular del Poder Ejecutivo santafesino y el candidato a diputado nacional por el oficialismo provincial hablaron con El Litoral sobre cifras que esta semana divulgó la Federación Industrial de Santa Fe, que mostraron una “leve recuperación” en la producción.

Ambos dijeron que deben observarse con cuidado los números coyunturales, e hicieron sonar la alarma por la tendencia general.

“Lo importante es poder ver las tendencias; si ese dato positivo se sostiene en el tiempo. La realidad es que el sector industrial viene muy golpeado, le cuesta mucho salir de la recesión porque depende en buena medida del mercado interno, del consumo”, dijo el gobernador.

También mencionó “el aumento de los costos internos, la suba de tarifas y sobre todo la competencia de las importaciones que ha afectado mucho en algunos rubros: nosotros tenemos muy afectado a calzado, línea blanca y muebles”.

“Actualmente entran cosechadoras. John Deere está importando, en una provincia que es líder a nivel mundial en ese rubro”, señaló.

Inteligentismo

Luego, Contigiani detalló: “En maquinaria agrícola tenemos una situación muy particular... En efecto, se importan cosechadoras, tractores, pero aun algo más polémico: importamos un rubro en el que lideramos el mercado mundial, las sembradoras de siembra directa. Somos número uno en tecnología en el mundo y lo permitimos. Otros países no”, advirtió.

El ministro de la Producción ejemplificó: “Días atrás un empresario santafesino que exporta me contaba que intentó llevar su marca a un Estado, en los Estados Unidos, pero me dijo que el gobernador estadual no permitió ‘ni que bajara mi máquina’. No pudo ingresarla porque el gobierno estadual lo impidió”, siguió Contigiani.

“Pienso que en el contexto actual, efectivamente no hay un adentro y un afuera de los países, sino que cada Estado tiene políticas de comercio exterior. Pero Argentina hoy no las tiene. Un ejemplo: en Estados Unidos aún no entraron los limones argentinos. Es por su política de comercio exterior”, mencionó.

“Lo que planteamos no es un prejuicio ideológico. No agitamos las banderas del nacionalismo versus liberalismo, pedimos actuar de manera inteligente. Nada más”, resumió.

Tendencias

El gobernador dijo que mira otros números, además de las estadísticas que presentan entidades de la producción. “Terminamos el segundo semestre de 2016 con superávit comercial de 600 millones de dólares. Pero el primer semestre de este año, hubo un déficit de 2.600 millones de dólares en la balanza comercial. Y se calcula que vamos a terminar 2017 con 5.000 millones en rojo”, apuntó.

“Aumentan las importaciones, pero lo más importante es que no suben las exportaciones en la misma proporción. No exportamos productos de alto valor agregado, que impliquen la creación de puestos de trabajo de calidad, el empleo de mano de obra calificada, productos industrializados. El problema es que compramos productos industrializados que compiten con la industria nacional y que nuestras exportaciones siguen siendo muy primarizadas”.

Por otra parte, “vemos que aumentan los volúmenes de materias primas exportadas, pero como caen los precios de los commodities, no pesan finalmente en la balanza comercial, ni generan gran impacto en la ocupación. Es una situación compleja. De agudizarse en el futuro, nos llevará a un problema económico serio. Significará perder divisas: salen más dólares de los que entran”, describió.

Espejismos verdes

“El problema con el tema del dólar es que Argentina siempre ha usado la política cambiaria como una especie de espejismo, de tabla de salvación... Y lo que necesita el país es tener un modelo de desarrollo productivo, después la política cambiaria puede ser de mayor o menor impulso al mercado interno”, dijo Contigiani, cuando se le preguntó si la suba del dólar no protegerá, al menos en parte, al mercado interno.

“La verdad es que nos ha ido mal con una política cambiaria que dejó retrasado al dólar, a veces malísimamente, y nos ha ido igual con un dólar sobrevaluado. La política cambiaria es algo instrumental, lo importante es cuál es el modelo de desarrollo. Cómo generamos riqueza en la Argentina”, agregó.

Y además señaló: “Tenemos un país difícil: aquí cuando el dólar sube todos descubren que tenían costos dolarizados en sus productos y suben los precios internos... En los números, si se revisan costos, está claro que no es así, pero hay una suerte de pauta social que autoriza a subas generalizadas”, lamentó el candidato.

Defender la producción

A la hora de explicar por qué Santa Fe muestra una leve ventaja respecto del resto del país, en materia productiva, el gobernador destacó: “No es porque Luis esté acá, pero la verdad es que nunca antes la provincia de Santa Fe, ni ninguna otra provincia ha tenido una política tan proactiva en el apoyo a la producción. En lo que va de nuestra gestión hemos puesto más de $ 1.500 millones en financiamiento a las Pymes, a tamberos a pequeños productores en dificultades, al sector comercial algo inédito en el país, creo que eso también tiene que ver con que el entramado productivo nuestro se haya podido defender”.

Santa Fe “tiene un entramado productivo muy sólido, sustentado sobre todo en pequeños y medianos productores agropecuarios y pequeños y medianos empresarios industriales y de servicios en el sector comercial. Cuenta con una importante capacidad de reacción, es muy dinámico. Y evidentemente que el sector agropecuario incide positivamente, más allá de que podría ser mucho mejor”.