Tribuna política
La lógica de un resultado
Tribuna política
La lógica de un resultado
Por Teresa Pandolfo
Con los números de la mañana pos comicial, se puede aseverar que el resultado de la elección primaria en la provincia de Santa Fe para candidatos a diputados nacionales tuvo un resultado lógico.
Responde a dos concepciones de Estado y de ejercicio del poder, que ya en la elección presidencial del 2015 se había manifestado por mitades en el país. Esa diferencia conceptual -que hasta puede ser ideológica- sobre la función del Estado y el ejercicio consecuente del poder político es la verdadera grieta de la Argentina. Y se da en el territorio santafesino también.
A caballo de esta cuestión de fondo, hay que describir qué pasó en los últimos meses, en los frentes y partidos que operan en la provincia y llevaron listas de precandidatos al Congreso.
El quiebre del Frente Progresista Cívico y Social y la ruptura interna de la UCR: unos correligionarios permanecieron dentro del FPCyS apoyando al gobierno provincial y sus candidatos, y otros cruzaron la línea y tuvieron un papel protagónico en el armado de Cambiemos; amén de la actitud de los radicales amarillos de no querer abrir la primaria a las aspiraciones del concejal Jorge Boasso.
Se suma, y no como un factor menor, el cambio en la base de sustentación de Cambiemos, que inicialmente había aceptado los aportes de dirigentes del peronismo disidente respecto del kirchnerismo para la consolidación del PRO en el territorio, y que luego fueron ignorados. ¿Hubo apoyo de éstos a la lista de Cambiemos o la miraron desde lejos?
Por otro lado, las disputas internas dentro del Partido Socialista y el entendimiento más encubierto que público de algunos partidarios de fuste con sectores del justicialismo del interior, ya ensayando una estrategia con mirada a las candidaturas para el 2019.
Las elecciones sirven, además, para expresar la añoranza por la renovación de los cuadros gubernamentales y en el Congreso, aun cuando las gestiones se califiquen como buenas y receptivas. En el Frente Justicialista, las divisiones son profundas -no se sabe si irreconciliables-, pero primó en su momento la política y el consenso durante la presidencia del PJ de Ricardo Olivera, en la que se diseñó la ingeniería electoral para que el justicialismo tuviera chances de proyectarse nuevamente: todos los sectores, con sus diferencias, pero bajo el mismo paraguas y sin descalificaciones públicas para la tribuna, además de representar una concepción del Estado y sus políticas, que esta periodista no comparte y critica duramente, pero que otros santafesinos sí.
En la provincia de Santa Fe, las primarias para la definición de las candidaturas para diputados nacionales fueron complejas para el elector (más de 50 listas) y con mucho ruido interno entre quienes venían siendo aliados y en el seno de los partidos, que integran la coalición electoral gobernante.