Luis Castellano
“Rafaela gestiona mejoras estructurales que cambiarán a la ciudad y a la región”
Luis Castellano está afianzado en la gestión al frente de la Municipalidad de Rafaela, esa Perla del Oeste que por un lado brilla en medio de la cuenca lechera pero, por el otro, demanda y exige porque produce y da mucho. El intendente hizo un repaso por esas obras estructurales que están en proceso. Dijo también que se lleva bien con las autoridades nacionales y provinciales -ambas de diferentes signo político: en Rafaela y zona manda desde hace años el peronismo- pero pide de las primeras más velocidad de ejecución.
EXIGENCIA. “Rafaela -asegura- no permite improvisaciones. No hay tiempo para probar. La gente que viene tiene que funcionar y bien. La ciudad es muy demandante y está acostumbrada a que estemos muy cerca y liderando procesos de innovación y de crecimiento. Foto: Archivo
Néstor Fenoglio
Está, como todos los funcionarios en cualquier punto de la provincia, en campaña. En tiempo de descuento hacia las Paso que, en el caso de la ciudad que lidera, Rafaela, la tercera en importancia de la provincia detrás de Rosario y Santa Fe, pone en juego concejales que son importantes a la hora de gestionar. Es Luis Castellano, un hombre clave en el entramado justicialista que lidera políticamente a la ciudad y a la región desde hace años, junto con Omar Perotti, hoy senador nacional y seguro candidato a la gobernación; el senador provincial Alcides Calvo y un grupo de presidentes comunales del mismo partido que hacen que el departamento castellanos traccione diferente.
Castellano es arquitecto, fue concejal, presidente del Concejo, ocupó diversos cargos en el Municipio y es intendente desde 2011. Un hombre respetado y con experiencia. Tiene una visión optimista para el futuro inmediato de Rafaela y de la zona centro oeste que la ciudad comanda.
“Creo que a pesar de que atravesamos una coyuntura compleja, difícil a nivel país, en Rafaela, yo diría que hay un nivel local de obra pública y de actividad importantes, relacionadas con la gestión del municipio. Y eso ya marca un tono, un piso de actividad importante. Fundamentalmente con obras de transformación, procesos que se proyectan hacia el futuro. Ese proceso además tiene que ver con una decisión política muy clara. En los momentos difíciles como estos, mantener la obra pública significa también mantener empleo, mantener claridad de vida en la ciudadanía...
—...además en un rubro sensible...
—La construcción es una gran generadora de empleo y en muchos casos de sectores de calificación baja o media. Y además una actividad que es multiplicadora, porque esas familias de los barrios tienen dinero y lo vuelcan en los negocios del lugar. Esos fondos circulan y mantienen también a la verdulería, al almacén, a la carnicería del barrio. Por eso, mantener la obra pública para nosotros es clave.
Faltaría, yo considero, un poco más de reactivación de la obra privada, que también multiplica mucho. De todos modos, desde el Instituto Municipal de la Vivienda estamos llevando adelante procesos que tienen que ver con planes de vivienda, ejecución de un plan de 54 viviendas, con fondos nacionales y pusimos en marcha un proceso de venta de otros 83 lotes. Luego la gente también con el sistema de lote propio inicia su propio proyecto de construcción y eso derrama.
A esto hay que sumarle la revalorización importante que le estamos dando al espacio público. Un espacio público de calidad: iluminación, en cualquier sector de la ciudad. No hacemos diferencia de barrios, esto es en toda la ciudad, queremos espacios públicos de calidad porque allí explota luego la cultura, la actividad deportiva, la recreación, los festejos barriales. La familia utiliza ese espacio. Y esos son lugares ganados, no los puede ocupar ya la delincuencia. La pelea contra la inseguridad tiene mucho que ver con la obra pública y la calidad de vida de la gente y la posibilidad de tener espacio de calidad. El residuo urbano, el residuo oscuro, el lote con yuyos, generan siempre después la inseguridad urbana.
—La sociedad rafaelina, sus instituciones, acompañan pero también son muy exigentes. ¿En qué están poniendo ahora el acento desde la gestión?
—Son grandes desafíos hacia adelante. Ahora, por ejemplo, tenemos la conformación de un área metropolitana que nos va a dar la posibilidad de constituirnos en un polo regional importante, con una idea muy clara de crecimiento a futuro, junto con nuestros hermanos pueblos vecinos.
La Universidad Nacional de Rafaela que ahora ya tiene su terreno, su campus, sus diez hectáreas para comenzar el año que viene la construcción, esto es una universidad pública que va a ampliar enormemente la oferta universitaria y va a afianzar el perfil de polo de educación superior que ya tiene nuestra ciudad.
También, todo lo que tiene que ver con la obra del gasoducto. Al estar en marcha el llamado Gasoducto Regional desde Recreo hasta Sunchales y nos va a permitir a nosotros poder dotar de gas al ciento por ciento de nuestra población (hay un cincuenta por ciento de la ciudad que todavía no tiene gas natural) y también un aporte fundamental para muchas empresas que necesitan este fluido para competir y para crecer.
Hay que contar la ampliación de la ruta 34, de autovía a autopista y esto es clave también para nuestra vinculación regional e interprovincial.
Estas son algunas de una serie de decisiones que están constituyendo la construcción de ese puente hacia la Rafaela de los 150 años. Sólo faltan catorce años y hoy estamos construyendo esas mejoras que transformarán la ciudad y la región.
—No nombraste el acueducto...
—(sonríe) Quiero ver que el 23 de agosto se abran los sobres para la licitación y ahí estaremos dando el primer paso hacia la concreción. Y no quise nombrarlo porque se ha hablado tanto, se ha dicho tanto sobre el acueducto, que lo que queremos los rafaelinos es ver la obra y que llegue el agua a la ciudad para poder levantar una de las barreras que tenemos para el crecimiento y el desarrollo que es el agua potable. La otra es el gas natural. Dos de las cosas fundamentales para el futuro de Rafaela son estas y las dos están en proceso.
—¿Cómo se llevan con los gobiernos nacional y provincial? Los dos son de distinto signo político que ustedes...
—También tenemos un Concejo en donde somos minoría. Es decir, tenemos debilidad política por dónde se mire. Es cierto. Pero eso nos obliga a asumir un gran desafío. ¿Cuál es la fortaleza que tuvo, que tiene y que seguramente tendrá nuestro proyecto política en Rafaela y la región? El diálogo. Somos un gobierno peronista pero evidentemente abierto al resto de las expresiones políticas de nuestra comunidad. Nosotros tenemos gente en nuestro gabinete que proviene de otros sectores políticos. Y esa es una virtud enorme que nos permite seguir gobernando la ciudad y ser la fuerza preponderante en la región. Y nos permite seguir mirando para adelante.
Así que tenemos buen diálogo con los dos. Tenemos buen diálogo con el gobernador y el presidente,.Vemos que por ahí las cosas en el gobierno nacional se demoran un poco más. No sé si es porque es un equipo nuevo, porque se están asentando, o no sé qué problema... Hemos avanzado con la obra pública que teníamos pero no hemos podido iniciar obra pública nueva, a pesar de que hace varios meses que presentamos carpetas y proyectos, especialmente para completar obras cloacales. Pero el diálogo es bueno y confiamos en que el futuro de la ciudad y la región realmente son muy promisorios. Porque también vemos que de a poco va despegando el sector agropecuario, va avanzando de a poquito el sector lácteo. Venimos de dos inundaciones muy fuertes, pero si el tiempo acompaña un poco, vemos muy buenas perspectivas...
—Autopista en la 33 desde Sunchales a Rosario, acueducto y gasoducto: son obras estructurales, diferenciales...
—Así es. Muy importantes. Vitales. A eso hay que sumarle que la primera gran obra del área metropolitana va a ser el vínculo interurbano pavimentado con los cuatro pueblos. Ello mejorará las relaciones que ya existen hoy.
Hay un tema que también me parece clave y es la ampliación del suelo industrial. No tenemos sólo el problema del suelo urbano donde la gente demanda terrenos para hacer su vivienda. Y eso tiene alto costo. También muchas empresas necesitan para crecer ir a suelo industrial nuevo urbanizado y en ese proceso también estamos. Y tenemos avanzadas tratativas con privados para ir en búsqueda de esos espacios, como ya hemos hecho con el lote que albergará a la Unra.
Son cosas muy concretas, de hoy pero con una proyección inmediata y un salto de calidad importante. No son sueños trasnochados, o meros deseos. Estamos trabajando fuerte para tener esas mejoras. Y somos un equipo. Acá en la ciudad, pero también con el senador nacional Omar Perotti, con el senador provincial Calvo y con dirigentes de toda la región. Estamos convencidos que con todo este trabajo de años estamos ya en condiciones de reclamar para Rafaela otro trato y otra relación, porque se trata también de equilibrar geopolíticamente nuestra provincia.
Hay un tema que también me parece clave y es la ampliación del suelo industrial. No tenemos sólo el problema del suelo urbano donde la gente demanda terrenos para hacer su vivienda. Y eso tiene alto costo.
Al estar en marcha el llamado Gasoducto Regional desde Recreo hasta Sunchales y nos va a permitir a nosotros poder dotar de gas al ciento por ciento de nuestra población (hay un cincuenta por ciento de la ciudad que todavía no tiene gas natural) y también un aporte fundamental para muchas empresas que necesitan este fluido para competir y para crecer.
Desde el Instituto Municipal de la Vivienda estamos llevando adelante procesos que tienen que ver con planes de vivienda, ejecución de un plan de 54 viviendas, con fondos nacionales y pusimos en marcha un proceso de venta de otros 83 lotes.
Estamos convencidos que con todo este trabajo de años estamos ya en condiciones de reclamar para Rafaela otro trato y otra relación, porque se trata también de equilibrar geopolíticamente nuestra provincia.
